Las siete Reservas de la Biosfera de León
Escrito por
02.09.2024
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En León hay muchas razones por las que sacar pecho turístico, una de ellas es ser el territorio con más Reservas de la Biosfera del mundo. En concreto, la Red Mundial de Reservas de la Biosfera de la UNESCO ha reconocido hasta siete espacios, cinco de ellos colindantes, todos al norte de la provincia.
Juntos suman un 17% del total del territorio leonés, una galaxia medioambiental donde confluyen cascadas fotogénicas, paisajes de montaña, pallozas y arquitectura tradicional, naturaleza salvaje, bosques que abrazar, una amplia oferta gastronómica y de alojamientos de turismo rural.
Picos de Europa
Si ya sobre el mapa se siente admiración por el que fuera el primer Parque Nacional declarado en España en 1918, desde el Mirador del Tombo, en el Valle de Valdeón, la admiración se convierte en fascinación. Las 24.719 hectáreas de los Picos de Europa que pertenecen a León constituyen un abrupto y bello paisaje de montañas calizas, gargantas, valles, paredes y un una masa forestal de hayedos, acebos y castaños que dan cobijo a una fauna de lo más diversa. Los valles de Sajambre y Valdeón son la llave de acceso a la más famosa de las Reservas de la Biosfera de León.
Todo tipo de visitantes llegan aquí atraídos por la amplia Red de Rutas de Senderismo. De todos ellos, tal vez sea la Ruta del Cares la más representativa. Se trata de una ruta que avanza por la garganta que forma el río, en la que se encuentran tramos en los que las paredes laterales están separadas por apenas una decena de metros.
A pesar de avanzar encajonado entre tales riscos, el desnivel no es excesivo, por lo que se ha convertido en una de las excursiones más populares. Otra ruta destacada entre las muchas opciones es la senda del Arcediano, una de las rutas más antiguas de comunicación de los Picos de Europa, ya usada en su tiempo por los romanos. Son algo más de 18 km que se pueden realizar en tres tramos.
Tanto caminar merece un buen alojamiento en el que acabar la jornada. No faltará a los caminantes sosiego y confort en los refugios de alta montaña. El de Vegabaño, a 1.432 metros, da acceso a distintas cumbres. Mientras que el Refugio Collado Jermoso es uno de los refugios de los Picos de Europa con mejores vistas. Contemplar un amanecer desde aquí paga todos los esfuerzos del camino.
Ancares Leoneses
Al noroeste de la provincia de León, dentro de la comarca de El Bierzo, los valles de la sierra de Ancares han mantenido toda su esencia gracias a una geografía aislada. Montañas moldeadas por sucesivas glaciaciones, ríos briosos, bosques de tejos, acebos y castaños configuran un territorio sorprendente por el que aventurarse a través de sus múltiples senderos. Naturaleza y un importante legado cultural del que la palloza, la vivienda circular tradicional, rematada por un tejado de centeno, es su principal insignia.
Para recorrer esta Reserva de la Biosfera, está el Camino Natural de la Mirada Circular: casi 71 km para no dejarse nada atrás. Mientras que la Ruta Sésamo – Valle de Finolledo (10, 5 km) lleva a los caminantes a conocer sorprendentes vestigios arqueológicos de pinturas rupestres, o la de Burbia-Campo del Agua (23 km) a conocer las construcciones tradicionales de la zona. Las pinturas rupestres de Peña Piñera no son el único elemento de valor arqueológico dentro de la Reserva de la Biosfera de Ancares Leoneses, también está el Castro de Chano, habitado por astures entre el siglo I antes de Cristo y la primera mitad del siglo I después de Cristo.
Valle de Laciana
Lindando en su parte occidental con Babia, el valle de Laciana es una Reserva de la Biosfera que alberga algunos de los bosques más bellos del norte de España. Esta masa forestal, sobre todo de robledales y abedulares de difícil acceso, se ha convertido en el hogar de dos especies muy emblemáticas. Una, el urogallo cantábrico, un ave en vía de extinción de la que se puede aprender todo en el Centro del Urogallo, Caboalles de Arriba.
La otra, el oso pardo, cuya conservación depende del área forestal protegida. Esta Reserva de la Biosfera fue declarada también Zona de Especial Protección para las Aves, por lo que se pueden avistar muchas más especies además del urogallo. La rehabilitación de la Vía Verde de Laciana enlaza Caboalles de Arriba y Villablino en 6,5 km sin desniveles, por lo que se ha convertido en un plan ideal para familias. La recompensa gastro se encontrará en la única lechería hidráulica artesanal que persiste en España, la Lechería “La Popular”.
El viajero que recorra esta reserva podrá comprobar cómo la comarca de Laciana tiene una larga tradición ganadera. El valle guarda con celo entre sus montañas las conocidas como “brañas”, praderías de altura tradicionales de pastoreo. En ellas permanecían los pastores mientras los pastos estaban verdes, hasta la llegada del otoño, guarecidos en sus rústicas pero encantadoras cabañas de piedra. Aquí confluyen tradición y belleza, la esencia de esta Reserva de la Biosfera tan especial.
Babia
Según dicen, aquello de estar en Babia viene de la nostalgia bucólica que sentían los pastores tras regresar de estas tierras una vez pasada la estación veraniega, pareciendo quedar absortos en sus recuerdos. Es entendible por la belleza de esta Reserva de la Biosfera de larga tradición trashumante que ocupa 38.018 hectáreas y pertenece a los municipios de San Emiliano y Cabrillanes.
Bosques de robles, ríos trucheros , pueblos de casonas sólidas, de piedra y tejados de pizarra, y hórreos, chozos y majadas. El senderismo se ha convertido en el plan estrella con rutas como La Cueta-Torrestío o la aproximación a la Peña Ubiña, más que una montaña, todo un símbolo del lugar. No falta la berrea en otoño o el avistamiento de aves en primavera como actividades estrella. Es aconsejable hacer acopio de embutidos de todo tipo para llevar en la mochila en nuestras excursiones.
Valles de Omaña y Luna
Ya en el sur de Babia, los valles de Omaña y Luna forman la más extensa de las Reservas de la Biosfera de León. Son más de 81.000 hectáreas con una fisonomía alejada de la montaña de las otras reservas. Su singularidad estriba en que es un territorio de climatología fronteriza, donde se encuentran el clima atlántico y el mediterráneo, por lo que su biodiversidad es extremadamente rica y diversa, con notables bosques de roble melojo y abedulares, además de extensas masas forestales de sabina, como el Sabinar de Mirantes de Luna, cuyo origen se remonta al Terciario.
A este paisaje natural se le une también la mano del hombre, con el gran embalse de Barrios de Luna, que ha alterado el horizonte junto a la silueta del potente puente del Ingeniero Carlos Fernández Casado. En su ribera, hay zonas en las que se pueden practicar deportes acuáticos o pesca deportiva entre otras actividades.
Alto Bernesga
Ocupando una zona de la montaña central de León, esta Reserva de la Biosfera que incluye a los municipios de La Pola de Gordón y Villamanín suma 33.442 hectáreas. Histórico lugar de paso, toma su nombre del río que nace en la cordillera Cantábrica y atraviesa el territorio leonés de norte a sur.
El Alto Bernega se muestra como una fascinante galaxia vegetal donde destacan los hayedos de La Boyariza y El Faedo de Ciñera, donde se pueden encontrar ejemplares centenarios de gran singularidad. El Faedo de Ciñera de Gordón fue declarado «Mejor Bosque del Año» en 2007, un galardón que la asociación Bosques sin Fronteras le entregó por el valor conservacionista que tiene, y en el que se encuentra el Fagus, un haya monumental de más de 500 años.
Para los más montañistas, aguarda la ascensión a las Tres Marías, las reinas del Alto Bernesga. Mientras que quienes quieran sumarse a la ruta jacobea pueden optar por el Camino de San Salvador que atraviesa de sur a norte toda la reserva.
Los Argüellos
Esta Reserva de la Biosfera nace producto de la unión de los valles de larga tradición ganadera donde nacen los ríos Torío, Bernesga y Curueño. Su extensión de 33.260 hectáreas se puede recorrer gracias al gran número de senderos y rutas marcadas como la Ruta Pico del Gallo, Ruta de Valporquero a Valle y Coladilla o Ruta de Ubierzo a Sancenas, además de muchas otras balizadas por los propios ayuntamientos de los municipios que salpican esta Reserva de la Biosfera, caracterizados por edificaciones sólidas, de piedra labrada o canto rodado que preservan una arquitectura tradicional.
Los Argüellos tienen mucho que mostrar en superficie, y también debajo de esta, pues abundan singulares cavidades kársticas, como la de Llamazares y, especialmente, Valporquero, la más famosa de la provincia y una de las más famosas turísticamente de España por su grandiosidad, su itinerario visitable de 1300 metros, sus múltiples salas y su travesía espeleológica del “curso de aguas”.
Bellezas geológicas bajo tierra, y sobre ella. Desde la Reserva de la Biosfera de Los Argüellos se puede acceder a dos paisajes maravillosos como son las Hoces de Valdeteja y de Vegacervera, desfiladeros poderosos, horadados por los ríos Curueño y Torío, respectivamente. Aguardan muchos secretos, y no solo naturales o gastronómicos (exquisita, la cecina de Chivo de Vegacervera). Por ejemplo, de camino por las Hoces de Valdeteja, se llegará al Corral del Concejo de la Mesta, el antiguo espacio vecinal donde se decidían los temas de mayor interés en la zona y que hoy sirve como recuerdo de una forma de existencia tradicional pasada.
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José Alejandro Adamuz
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me encanta estas escapadas rurales.gracias