Las Terres de l’Ebre: paisaje, cultura y sabor

Escrito por

12.06.2012

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4min. de lectura

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Delta del Ebro
Fuente: Terres de l’Ebre

El potencial turístico de las Terres de l’Ebre radica en sus grandes paisajes de mar y montaña, las excelentes playas de su litoral y el patrimonio cultural y gastronómico que con razón ofrece con orgullo. El espacio comprende 4 comarcas del extremo sur catalán, en Tarragona, la tierra que baña el río Ebro hacia su desembocadura.

1. Naturaleza en las Terres de l’Ebre

La naturaleza de las tierras que baña el río Ebro es tan diversa como fascinante. Estos son algunos de los espacios ineludibles:

Parque Natural Delta del Ebro

Con 7.736 ha este es el espacio húmedo más extenso de toda Cataluña. En él se desarrolla un ecosistema único, aunque lo que mejor se conocen son sus vistosos flamencos. Un lugar de cambio constante, tanto natural como culturalmente, imprescindible para el viajero.

Parque Natural de Els Ports

Otro gran espacio de estas tierras con encanto que nada tienen que ver con las características del Delta. Refugio de muchas especies animales y vegetales, este Parque Natural se ubica en las montañas dels Ports. Los dominios del macizo alcanzan territorios de Aragón y de la Comunitat Valenciana.

Playas y litoral

Calas entre acantilados en la zona norte, espaciosas, turquesas y doradas en la zona sur. Recorrida por antiguos caminos como el sendero del Mediterráneo GR-92, la costa de las Terres de l’Ebre tiene sorpresas y actividades para todos. Nada más y nada menos que siete banderas azules ondean en las playas de este litoral.

2. Turismo activo y río

Los espacios naturales de las Terres de l’Ebre no son sólo lugares de contemplación. También son auténticos lugares de ocio para acabar con la rutina y participar activamente del entorno. Ahí van algunas propuestas:

Turismo ornitológico

El BirdWatching en las Terres de l’Ebre es fascinante, como lo son las aves que sobrevuelan su territorio. Vistosos flamencos, abejuracos, limícolas o buitres, entre otras aves fascinantes, dominan la zona. ¿Te imaginas avistar un águila mientras sigues el curso del río? ¡Deja de imaginar y acércate a las Terres del l’Ebre! Un destino de lujo para el auténtico BirdWatcher.

Senderismo y cicloturismo

Caminar por gusto entre montañas o humedales. Descubrir un territorio lentamente, con todo el despliegue cromático y sonoro de su naturaleza. Se abren al senderista los espacios de los Ports, del Delta del Ebro o de la Sierra del Montsià y los acantilados costeros. Para los que disfruten de los paseos en bicicleta los caminos rurales entre campos de arroz, los senderos del Delta del Ebro o la Vía Verde de la Terra Alta y el Baix Ebre son especialmente atractivos.

Navegación fluvial

Desde Riba-roja d’Ebre hasta la desembocadura del río queda comprendido un espacio de aproximadamente 125 km navegables desde el que descubrir las maravillas que se le niegan al senderista. En kayak, piragua o también a bordo de un pequeño crucero desde Ascó a Amposta, la navegación fluvial en las Terres de l’Ebre abre un nuevo mundo de posibilidades a los viajeros.

3. El patrimonio cultural y gastronomía

A medida que el río Ebro ha ido posando sedimentos para formar el Delta, los habitantes de las Terres de l’Ebre también ha ido conformando un patrimonio, material e inmaterial, único a lo largo de toda su historia.

Una parte fundamental de la cultural y el paisaje es, también, la buena mesa de cada región. En el caso de las Terres de l’Ebre, unos productos de calidad y unas recetas deliciosas transmiten aquellas emociones que los monumentos o el paisaje no son capaces de mostrar al viajero:

Rutas históricas

Romanos y musulmanes, después los cristianos, configuraron la riqueza cultural de las comarcas ebrenses. A la Historia Antigua, Medieval y Moderna podrás ponerle sus escenarios en lugares como Ulldecona, Freginals o Tivissa con sus pinturas prehistóricas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En las fortalezas templarias de Tortosa o Miravet, los escenarios de la Batalla del Ebro durante la Guerra Civil Española o incluso poblados íberos como el de Tivissa o Alcanar.

Recreaciones y fiestas

No sólo el patrimonio conservado pone en situación al viajero de la riqueza artística e histórica del territorio. Los habitantes organizan anualmente recreaciones y fiestas de interés como la del Renacimiento en Tortosa, el Mercado Ibérico de Alcanar, las fiestas medievales de Batea o la Pasión de Ulldecona. Promover, conocer y disfrutar de la historia es el objetivo de los lugareños.

Productos únicos y jornadas gastronómicas

El arroz de las Terres de l’Ebre y su aceite de oliva, los manjares de pescado y marisco, los melocotones, las naranjas o las alcachofas, este vino mediterráneo con Denominación de Origen (Terra Alta) y hasta la miel. Esta riqueza gastronómica se ve reflejada en las fiestas del Vino y de la Clotxa, la fiesta de la Miel celebrada en Perelló y Arnes, la fiesta de la Vendimia en Corbera d’Ebre. Durante las Jornadas Gastronómicas del Arroz, del Recapte o del Aceite de Oliva, los restaurantes de la zona despliegan sus mejores armas: los colores, los sabores y los olores.

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Comentarios

  1. Pedro L 12 de junio de 2012 a las 21:38 - Responder

    Existe otro pueblo moderno, con buenos alojamientos y restaurantes. Es L,Ampolla, un sitio perfecto para descansar y disfrutar de unas vacaciones

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