Mogarraz: más de 800 retratos en sus fachadas
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28.01.2022
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Situado en los alrededores del Parque Natural de Las Batuecas – Sierra de Francia (Salamanca) está Mogarraz. Un pequeño pueblo de poco más de 250 habitantes cuya tradicional arquitectura medieval de influencia francesa le ha valido para ser declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico Artístico.
El pueblo, que fue levantado y repoblado en el siglo XI por franceses y gascones, ha logrado conservar el encanto de su entramado urbano. Un atractivo turístico al que, desde el 2012 se le sumó un gran museo al aire libre repleto de retratos. Paseando por sus calles nos transportaremos a un tiempo pasado, para conocer las historias y leyendas que hay detrás cada una de las fachadas. Sobre ellas hay más de 800 pinturas de los vecinos de la localidad. Algunos ya no están, pero para los que aún siguen con vida les sirve como recuerdo.
El artista que señaló su pueblo en el mapa
Florencio Maíllo, natural de Mogarraz, es un pintor, escultor y profesor titular de la Escuela de Bellas Artes y de la Universidad de Salamanca. También es el artista que hay detrás de los retratos de Mogarraz. Una exposición al aire libre y permanente en el que se pueden ver más de 800 rostros de los vecinos que habitaron y aún habitan las viviendas del pueblo.
Un bonito homenaje que comenzó en 2012 después de que la viuda de Alejandro Martín, el fotógrafo del pueblo, le hiciera llegar varias fotografías antiguas de los vecinos que su marido tenía en su estudio. En concreto, se trataba de 388 instantáneas que los habitantes de Mogarraz se hicieron en 1967 para renovar su DNI. Las fotos originales en blanco y negro se pueden ver en la web del artista.
Para Maíllo, fue como regresar a la época de su infancia y cultivar la memoria de esos recuerdos en los muros. Las caras del posadero, la maestra, el arriero, el zapatero… e incluso del mismo fotógrafo decoran hoy las fachadas de sus casas. En 2013, el artista fue premiado con el galardón «Serrano del año» por la Asociación Cultural Sierra de Francia.
El proyecto fue subvencionado por la diputación de Salamanca, como forma de homenajear a los habitantes del pueblo de Mogarraz. En un principio, la obra se limitó a retratar las 388 fotografías de DNI . Sin embargo, debido a su popularidad -salió en medios de comunicación y desde entonces son muchos los viajeros que se acercan a verla- Maíllo continuó pintando al resto de vecinos más jóvenes. Incluso a aquellos que no tenían casa, a los que se les puede ver en los muros de la torre de la iglesia.
Paseando por Mogarraz nos sentiremos observados por las eternas miradas de los mogarreños y las mogarreñas de la época. Puede que incluso te encuentres algún retratado andando por la calle.
Todas las pinturas están realizadas sobre chapa. Algunas están más desgastadas que otras debido al paso del tiempo. No obstante, para evitar su deterioro, Florencio Maíllo utilizó la encáustica, una técnica pictórica que mezcla ceras con pigmentos naturales.
Qué ver en Mogarraz y alrededores
El casco antiguo de Mogarraz es, posiblemente, uno de los más bonitos de Salamanca. Es pequeño, aunque la mejor manera de conocerlo es a través de un paseo sin prisas, contemplando la curiosa arquitectura serrana típica de la Sierra de Francia. Si te fijas, la mayor parte de las viviendas cuentan con grandes portones en la parte baja de la casa. Esto se debe a que, antiguamente, muchas de ellas tenían ahí las cuadras o bodegas. Los balcones de los pisos superiores hoy lucen coloridas flores.
A la entrada de Mogarraz encontramos una de las joyas del pueblo: la ermita del Humilladero, un pequeño templo del siglo XIII en cuya parte posterior hay una fuente. Justo delante, en el centro de la plaza, está el crucero de los judíos, del siglo XVII. En él se pueden ver esculpidas varias calaveras.
Para moverse por Mogarraz no hacen falta mapas. Lo mejor es dejarse llevar por sus pedregosas calles. Pronto llegaremos a su casco histórico, en el que destaca la iglesia Nuestra Señora de las Nieves, patrona del pueblo, así como la torre del Campanil. La ruta recomendamos terminarla en su plaza mayor, donde está la Casa de las artesanías. Este museo cuenta con una exposición sobre el bordado popular de la Sierra de Francia, declarado Bien de Interés Cultural Inmaterial.
La visita la podemos finalizar en algunas de las terrazas que cubren la plaza, si el tiempo lo permite. Allí podremos degustar la gastronomía típica de la Sierra de Francia como las jugosas carnes o el limón serrano. Una ensalada tradicional que mezcla cítricos, embutidos, huevo y pescados en conserva y que tiene su origen en los judíos conversos que habitaron la zona.
Para completar el viaje a Mogarraz podemos realizar alguna de las rutas de senderismo que parten desde el pueblo, como las del Camino del agua, el Sendero de la dehesa de Mogarraz o la ruta GR-10 que recorre toda la Sierra de Francia desde Monsagro hasta Sotoserrano pasando por sus principales pueblos como La Alberca, Monforte, Mogarraz, Miranda del Castañar o Cepeda.
Redacción ER
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