Los guachinches de Canarias: vinos locales y comida casera en casas de campo
Escrito por
25.05.2023
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6min. de lectura
A los que nos encanta viajar, sabemos que es mucho más que visitar museos, edificios emblemáticos y miradores en los que hacernos mil y una fotos. Viajar también quiere decir conocer una cultura, una forma de vivir, una manera de relacionarse, acercarnos a una lengua diferente… y, por supuesto, saborear sus platos y costumbres gastronómicas.
Si las Islas Canarias están entre tus próximos destinos, no puedes dejar de ir a unos lugares que aglutinan todo esto y más: los guachinches. ¡Descubre una experiencia gastronómica de lo más auténtica!
¿Qué son los guachinches?
Los guachinches son establecimientos originariamente modestos, grandes salones de casas de campesinos y cobertizos cercanos a zonas de producción de vino. Surgen allá por el siglo XVII en el norte de la isla de Tenerife, cuando los dueños de las explotaciones daban a probar sus líquidos a los comerciantes ingleses.
Se dice que estos les decían, de forma amenazadora: “I’m watching you!”, para que no les dieran gato por liebre y no les vendieran un vino diferente a los que estaban probando. De ahí supuestamente derivó el término “guachinche”. Estas catas de vino estaban acompañadas de platos típicos canarios, elaborados en la casa de los mismos agricultores.
Con el paso de los siglos, estas visitas de comerciantes se han acabado transformando en lo que es hoy un guachinche: no es un restaurante como tal, al menos no lo son los tradicionales, sino que se mantiene ese toque austero, con decoración rústica y poco pomposa, en casas típicas de campo.
En ellos se sirven vinos locales y comida casera en abundancia a bajos precios. También es típico que durante la degustación alguien saque alguna guitarra y otros instrumentos y canten canciones canarias de toda la vida, creando una atmósfera muy auténtica.
Así que no esperéis encontrar restaurantes de lujo ni altas prestaciones, los manteles son rudimentarios y las sillas, de plástico o de casa de campo. Los guachinches son espacios genuinos en los que acercarse a una forma de ser y de relacionarse muy canaria y con platos de toda la vida: guisos caseros y contundentes como conejo en salmorejo, garbanzas con costillas, papas arrugás con mojo picón, bubangos (calabacines) rellenos, ropa vieja, baifo (cabrito) o churros de pescado (pescado rebozado).
Que los vegetarianos no teman, porque también encontrarán muy buenas opciones en estos locales. Y atención a los postres, con hojaldres, leche asada, el dulce bienmesabe o frutas tropicales. Y si queréis adentraros de verdad en su cultura culinaria, no dejéis de pedir que os saquen un poco de gofio para probar.
Hasta hace unos años, los guachinches eran casas particulares a los que prácticamente solo iban los tinerfeños. Hoy en día se ha expandido tanto que ya es habitual que los locales se entremezclen con los turistas en estos peculiares establecimientos.
Nacieron en el norte de Tenerife, en los alrededores del espectacular Teide, y son especialmente populares en municipios como Tacoronte, El Sauzal, Tegueste, La Matanza de Acentejo, La Victoria de Acentejo, Santa Úrsula, La Orotava, Los Realejos o Icod de los Vinos. Aunque en la actualidad ya pueden encontrarse algunos en otras partes de la isla e, incluso, en otras de las que conforman las Canarias.
Guachinches auténticos
Por una normativa de 2013 que no gustó a casi nadie, los guachinches “de verdad”, los que están regentados por agricultores, solo pueden abrir hasta que se agote el vino de cosecha propia de la explotación, como máximo cuatro meses al año. Aunque los canarios suelen tomarse las normas con mucha flexibilidad y seguro que encontraréis alguno que os abre sus puertas fuera de temporada, que se extiende normalmente de noviembre hasta el fin del vino y vuelven en el mes de abril.
En la ley también se marca como tope servir hasta tres platos diferentes, aparte de los encurtidos, los frutos secos o la fruta cultivada en la zona, y los locales deben formar parte de la vivienda, bodega u otra parte de la construcción vinculada a las labores agrarias para preservar su identidad. Ojo, porque hay mucho “guachinche moderno” por ahí haciéndose pasar por uno para aprovechar el tirón turístico, que en realidad no es más que un restaurante con platos típicos canarios.
Para evitar que nos la den con queso, debes saber que en uno de toda la vida normalmente no hay platos escritos en una carta ni en una pizarra, sino que te los “canta” el camarero en base a lo que haya ese día. Normalmente también los identificaremos porque la palabra “guachinche” está escrita a mano en la pared o en un árbol en la entrada.
¿Qué Guachinches visitar en Tenerife?
Los guachinches se han popularizado mucho en los últimos años y encontrar uno “de verdad”, que no sea un restaurante al uso, se ha convertido en algo así como la búsqueda de El Dorado de los turistas en Tenerife. Hay hasta libros que nos guían para hallar estos preciados locales, como El libro de los Guachinches, que llegó a alcanzar las 20 ediciones.
Para llegar a ellos, no queda otra que coger el coche o caminar bastante, y a menudo por cuestas, ya que al estar en casas de campo, próximas a las viñas, no suelen estar ni en medio del pueblo ni junto a una autovía. Te vamos a ayudar a localizar algunos de los mejores guachinches de Canarias:
- Guachinche El Primero. Un bodegón en Santa Úrsula conocido por la gran calidad de sus vinos tintos y blancos, muy frecuentado por gente de Tenerife, y exquisitas carnes y pescados (churros y pulpo frito churrascado). No dejes de probar su garbanzada.
- Guachinche El Cubano. En la villa de Orotava, un buen lugar para degustar buen vino, carnes y ropavieja con mucha animación canaria.
- Guachinche La Huerta de Ana y Eva. En La Matanza de Acentejo, es un local famoso por su ropavieja, carne fiesta y sus deliciosos quesos. Con mucho encanto.
- Guachinche Romance. Lo encontraréis en La Orotava, con un ambiente acogedor y buena comida y vino a precios asequibles.
Raquel Andrés
Periodista y aventurera. Colaboradora en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. En mi mochila nunca falta saco ni esterilla. Ah, también soy un intento de baserritarra.
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Hola Raquel.
Muy bien explicado y buenas recomendaciones de guachinches.
Muchos de ellos son de los más recomendados y compartidos por internet.
Para descubrir más establecimientos de este tipo, en https://guachinches.es hay un directorio de guachinches de todas las islas, en el que puedes filtrar por algunas características.
Buen provecho!!!