Los jardines y el chalet más desconocidos de Gaudí
Escrito por
27.12.2022
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A unos 120 kilómetros de distancia del popular Park Güell, al norte de la provincia de Barcelona, Antoni Gaudí diseñó unos jardines de similar apariencia pero a menor escala. Se trata de los jardines de Artigas, en La Pobla de Lillet, y en su construcción trabajaron los mismos obreros que en el parque Güell.
Los jardines fueron un regalo de Gaudí a la familia Artigas en 1905 en agradecimiento por haberlo alojado en su casa. A principios del siglo XX, el arquitecto catalán tuvo que instalarse en La Pobla de Lillet para trabajar en un encargo de Eusebi Güell, su mecenas.
“Somos el único pueblo de Cataluña con dos obras importantes de Gaudí”
Xavier Serra, Regidor de Turismo de La Pobla de Lillet
“Eusebi Güell trajo aquí a Gaudí para construir el Xalet de Catllaràs”, explica Xavier Serra, Regidor de Turismo y Promoción Económica de La Pobla de Lillet. El empresario catalán era el promotor de la cementera Asland, la primera fábrica de cemento industrial de Cataluña que instaló hornos rotatorios en España. Fue construida en la cabecera del río Llobregat, en Castellar de n´Hug, para aprovechar los recursos hidráulicos y la piedra calcárea de la zona. Para su funcionamiento, también se aprovechó el carbón de las minas de Catllaràs, donde Gaudí debía construir un chalet para los trabajadores.
Para que Gaudí no tuviera que recorrer grandes distancias al día, Eusebi Güell pensó que era mejor que el arquitecto se instalase en La Pobla de Lillet. “Güell era muy amigo de un empresario llamado Artigas, que tenía una fábrica textil en el pueblo, así que Gaudí se quedó en su casa”, explica Serra.
Cuando Gaudí terminó su trabajo, los Artigas no quisieron cobrarle nada por su estancia. En agradecimiento, Gaudí les regaló los planos para reformar el jardín que la familia tenía entre la casa y la fábrica textil. “Somos el único pueblo de Cataluña con dos obras importantes de Gaudí”, dice Serra.
Los únicos jardines húmedos de Gaudí
Una de sus características es que por ellos cruza el río Llobregat, por lo que el agua es la gran protagonista. Gaudí lo tuvo en cuenta y, con las piedras colocadas como su característico trencadís, creó una cascada. “Estos son los únicos jardines húmedos de Gaudí”, dice Serra.
También hay fuentes, puentes con arcos catenarios, una cueva y hasta una torre mirador desde donde contemplar todo el parque. Para su construcción, Gaudí utilizó la roca del lugar. Aunque también hay algún elemento decorativo realizado con hierro revestido de cemento. Entre sus motivos hay varias recreaciones de los animales de la zona, elementos vegetales y, como es habitual, cristianos.
Repartidos por los jardines, en forma de cruz, se puede encontrar el buey de San Lucas, el león de San Marcos, el águila de San Juan y el ángel de San Mateo.
En 1950, la familia Artigas se mudó a Barcelona y los jardines quedaron abandonados. Hasta el año 1997 no se restauraron y abrieron al público.
“Nosotros de pequeños íbamos a merendar allí. Tengo muy buen recuerdo de ellos”, recuerda Xavier Serra. “La historia industrial de La Pobla de Lillet engloba todo esto. Y, aunque es cierto que es el lugar más visitado de Berguedà -en 2019 por ellos pasearon más de 30.000 personas- la gente no los conoce. No hubo una buena publicidad de Gaudí en La Pobla de Lillet”, reconoce.
Hoy, los jardines se pueden visitar de forma independiente o con el Tren del ciment, un tren turístico que recrea la antigua línea que históricamente unía la fábrica de cemento Asland de Castellar de n’Hug con Guardiola de Berguedà.
El Ayuntamiento de La Pobla de Lillet también ha creado una aplicación con la que conocer los jardines y el pueblo de una forma diferente. Se trata de un escape room rural, El Tresor de Gaudí, al aire libre para recorrer los distintos escenarios. “Antoni Gaudí ha perdido la maleta donde tenía los planos de los jardines de Artigas y, a través de una conversación con él, el usuario tiene que ayudarle a encontrarlos”, explica Serrra
El Xalet de Catllaràs
Como todo diseño de Gaudí, el Xalet de Catllarràs destaca por su originalidad. Fue construido en 1905 para alojar a los trabajadores de la mina de Catllaràs. Hasta ese momento, los mineros tenían que hacer un gran recorrido desde La Pobla de Lillet hasta la sierra, picar en la mina, sacar carbón y volver hasta el pueblo; lo que suponía un desgaste físico.
Eusebi Güell le encargó el diseño a Gaudí, quien hizo un edificio simple con arco apuntado. “El chalet tiene tres plantas. En la más baja se alojaban los trabajadores rasos, los ingenieros que vinieron de Londres para explotar las minas estaban más arriba”, explica Serra. En él se pueden ver elementos característicos del arquitecto como las escaleras de caracol, que más tarde fueron reemplazadas; y las ventanas tipo lucarna para protegerse de la nieve, y que posteriormente usaría en la buhardilla de La Pedrera.
Con el cierre de las minas, el Xalet de Catllaràs sirvió como colonia infantil y, más tarde, como refugio de montaña. En 2020 se hizo una importante rehabilitación, intentando recuperar algunos elementos típicos de Gaudí que se perdieron con los años.
Laura Fernández
Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.
Sorprendente. Soy muy aficionado a Gaudí, pero no conocía esta obra. La visitaré apenas pase el Covid19.
JO els he vist val la pena el viatge a la Pobla de Lillet,Gaudì sempre es interesannnnnnn
Estuvimos hace unos años, muy amables nos dejaron las llaves para entrar al jardin , el cual nos asombro, lo recorrimos solos con gran asombro. Despues visitamos el pueblo francamente vale la pena dicha excursion. gente amable y
educada pasamos un dia muy agradable, Gaudi siempre atrae.