Situada en la región nororiental de España, Zaragoza es la provincia más grande de Aragón. Su rica historia se remonta a la época romana, a cuando su actual capital, Zaragoza, fue Caesar Augusta. En la Edad Media, la provincia fue un importante centro para la cultura islámica, hasta que más tarde se convirtió en un bastión cristiano.
El patrimonio histórico y cultural de la provincia es muy diverso y a lo largo de su territorio se pueden encontrar vestigios de diferentes épocas. También su naturaleza, con su variedad de paisajes que van desde el desierto de Los Monegros, situado entre Zaragoza y Huesca; hasta el verdor del Parque Natural del Moncayo.
Entre sus tesoros también están sus pueblos. Algunos de ellos como Anento, considerados como de los más bonitos de España; medievales, como Uncastillo o Daroca; o con larga tradición vitícola, como Cariñena. Aquí os dejamos un listado de algunos de los pueblos más bonitos de Zaragoza (hay muchos más), para descubrir en una escapada rural.
Daroca
Daroca, tierra de vinos y capital de la trufa de la comarca Campo de Daroca, es uno de los pueblos más bonitos de Zaragoza. De hecho, fue reconocido como Conjunto Histórico-Artístico en 1931.
Su imponente muralla, que en su día fue la más extensa de Aragón, rodea siglos de historia. Para vivirla no hay nada como pasear por sus calles adoquinadas y descubrir la fuente de los 20 caños, el portal de Valencia, el barrio de la Morería, la capilla de los Corporales en la basílica de Santa María y la torre Mudéjar, la más antigua preservada en la región. La casa del Diablo y los Luna añaden a este paisaje su propio misterio histórico.
No hay que marcharse sin probar la dulzura de Daroca en la pastelería Manuel Segura, una de las más antiguas de España y cuyo interior alberga un museo. Para ello, se puede coordinar una visita guiada a través de la Oficina de Turismo de Daroca. Y, si tu familia muestra inquietud por el medio ambiente, acercarte al Museo de la Naturaleza construido por la Asociación de Naturaleza Comarca de Daroca para la divulgación de la naturaleza. Lo que más llama la atención es su colección de huevos.
Anento
Anento, enclavado en el valle del Jiloca, se encuentra bajo el mirador estepario del Campo de Romanos, a 929 metros sobre el nivel del mar. Entre sus monumentos destacan la iglesia de San Blas, joya románica del siglo XIII; el castillo de Anento, erigido en 1357; y el retablo de San Blas, obra cumbre de la pintura gótica aragonesa. El torreón de San Cristóbal, evidencia la presencia celtíbera y la ermita de Santa Bárbara completa este conjunto histórico.
Uno de los puntos de interés más recomendables es el Museo «El Colmenar», situado en una típica cueva del municipio. En él podemos sumergirnos en el fascinante mundo de las abejas y la naturaleza. Esta visita educativa es gratuita y apta para toda la familia. Para complementar la experiencia cultural del museo, también podemos explorar el paraje natural el Recuenco, formado por el desprenimiento natural de la tierra debido a las lluvias. Se llama así por su forma de recuenco.
Otra de las rutas más recomendadas es la de Aguallueve. Es circular y se puede comenzar en el castillo. El camino nos llevará hasta un manantial natural donde el agua brota en forma de gotas, creando una atmósfera mágica y refrescante.
Borja
A menos de una hora de Zaragoza y en el corazón del Campo de Borja está Borja. Una localidad que destaca por sus viñedos, vinos y bodegas. Enmarcado por el castillo de la Zuda, una antigua fortificación árabe, este pueblo invita a explorar sus callejones estrechos hasta la colegiata de Santa María.
Aunque Borja ha ganado notoriedad por la polémica restauración del Ecce Homo en el santuario de Nuestra Señora de Misericordia, hay mucho más por descubrir. Entre los lugares imperdibles se encuentran el convento de la Concepción, la casa de la Estanca y el Museo Diocesano de Borja.
Si eres amante de la naturaleza, existen varias rutas para caminar. Algunas de ellas son el balcón de El Buste o la entrada al Parque Natural del Moncayo a solo 30 km, que invitan a descubrir la belleza natural que rodea este pueblo de origen celtíbero con categoría de Conjunto Histórico-Artístico.
Lituénigo
Lituénigo está en las faldas del Moncayo y destaca por su entorno natural. Algunas áreas del pueblo forman parte del Parque Natural de la Dehesa del Moncayo. La mejor manera de descubrir su historia es visitando el castillo del siglo XIV, las ermitas de San Miguel y la Virgen del Río, junto con la iglesia de la Purificación del siglo XVII.
Lituénigo ha sido reconocido en el proyecto Villas en Flor de APHARNS, destacando su compromiso con el ajardinamiento, el medio ambiente y la calidad de vida. Entre sus festividades, la Feria de los Oficios Perdidos atrae a los amantes de las tradiciones aragonesas. El Pesaje de los niños, declarado de Interés Turístico de Aragón, y las festividades en honor a San Blas, en febrero, son celebraciones arraigadas en la identidad del pueblo.
Para explorar la naturaleza de la zona, podemos optar por realizar una ruta circular por los embalses y los oficios. Esta caminata te brinda la oportunidad de descubrir los atractivos del lugar.
Cariñena
Cariñera es una localidad donde la casa consistorial se erige con la elegancia del renacimiento aragonés: en ladrillo, siguiendo la esencia arquitectónica de la región. El torreón de las Monjas, antigua morada del archivo de la Comunidad de Aldeas de Daroca, se convierte en una ventana intrigante hacia la historia.
Recomendamos pasar a través del arco del cordero, testigo de antiguas transacciones de diezmos, y explorar las casas nobles de Castana y Arazuri. La riqueza vinícola la podemos conocer en el Museo del Vino de la D.O.P. Cariñena, ubicado en una bodega modernista del siglo XX, perfecta para catas y aprendizaje sobre la vinificación.
Si viajas en familia, además, el Centro de Interpretación del Ferrocarril ofrece una grata experiencia lúdica. Además, Cariñera forma parte de las 13 localidades que conforman la Ruta del Vino de las Piedras. La Ruta del Vino Campo de Cariñena, dependiendo de las preferencias, necesidades y oportunidades de cada persona, ofrece una ruta diferente.
Uncastillo
Aunque está un poco más alejado de Zaragoza que los anteriores pueblos, Uncastillo es un destino que debe entrar en la lista de tu próxima escapada ya que está considerado como uno de los pueblos más bonitos de Zaragoza.
Ubicado en el corazón de la comarca Histórica de las Cinco Villas, Uncastillo se erige en un pequeño valle a 662 metros de altitud. Su estructura urbana gira en torno al castillo en la peña Ayllón. Puedes caminar entre sus calles y descubrir un rico patrimonio, desde los restos romanos en Los Bañales hasta iglesias centenarias y el palacio de Martín el Humano. Además de las dos fortificaciones medievales: la fortaleza y el castillo de Sibirana (junto a la ermita de Santa Quiteria), se pueden descubrir otras curiosidades como la lonja medieval y el museo del frío.
¿Y qué hay de la ruta de las fuentes? Esta caminata te llevará a lo largo de antiguos senderos, donde encontrarás fuentes que han sido parte de la vida de Uncastillo durante siglos. Y si quieres ampliar tu visita, dirígete a la villa medieval de Luesia, declarada Bien de Interés Cultural. Además, la sierra de Santo Domingo, que rodea Luesia, ostenta la categoría de Paisaje Protegido.
Tauste
Ubicada en la depresión del Ebro, la localidad de Tauste se encuentra en una encrucijada de los ríos Arba y Ebro, cerca de las cumbres del sistema ibérico. Cuando te aproximas a Tauste, la torre de la iglesia de Santa María es un punto de referencia. Fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1931.
Un agradable paseo es perderse por las callejuelas de la antigua judería y visitar los principales edificios civiles y religiosos que encierra la villa, como la casa del Patiaz, la casa de la Cámara o la iglesia de San Antón.
El Museo de los faroles y el Rosario de Cristal está compuesto por más de 300 piezas de estandartes y carrozas de cristal. Estas piezas, cuidadosamente iluminadas, representan cada uno de los segmentos del tradicional rezo del rosario. La salida del Rosario de Cristal en en el mes de abril por las calles de Tauste ha sido declarado Fiesta de Interés Turístico de Aragón.
A unos 14 km de Tauste se encuentra el santuario, que se alza en lo alto de una colina en la plana de Negra, dentro del Parque Natural de las Bardenas Reales. Desde aquí, puedes disfrutar de unas vistas impresionantes de las Bardenas y gran parte del valle del Ebro, convirtiéndose en un mirador privilegiado donde terminar el día.
María José Muñoz
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