Los sabores y aromas de las Aldeas Históricas de Portugal
Escrito por
04.11.2019
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En el interior de la región Centro de Portugal hay 12 aldeas que hacen las delicias de quien las visita. Impasibles al tiempo, entre castillos y murallas, guardan los vestigios de varios pueblos desde el principio de los tiempos: visigodos, romanos, musulmanes y templarios. También conservan las tradiciones gastronómicas que las hacen únicas en el mundo.
Almeida, Belmonte, Castelo Mendo, Castelo Novo, Castelo Rodrigo, Idanha-a-Velha, Linhares da Beira, Marialva, Monsanto, Piódão, Sortelha e Trancoso. Con una oferta única cultural, patrimonial, de aventura y naturaleza, las Aldeas Históricas de Portugal destacan, también, por su gastronomía y vinos.
En cada una de las aldeas se han conservado recetas que se han ido transmitiendo de generación en generación. Manjares típicos que marcan la identidad de estas 12 Aldeas Históricas de Portugal.
Sortelha
De origen medieval (1228), la Aldea Histórica de Sortelha mantiene su fisonomía urbana y arquitectónica sin alteraciones hasta hoy. También conserva las recetas favoritas de su gente. Por ejemplo, el arroz con leche, típico de la región de las Beiras; o los filhós y las tortas de mantequilla.
Una de las especialidades más apreciadas son las gachas de maíz, saladas o dulces, específicas de esta región del país. En Sortelha, de acuerdo con un estudio realizado por la Red de las Aldeas Históricas de Portugal, las gachas de maíz dulces empezaron a elaborarse recientemente, antiguamente eran saladas. Se trata de un postre cuyo origen puede ser justificado por la abundancia de maíz en la zona.
Otro de sus platos típicos es el borrego o cabrito estofado, servido con patata cocida. Una receta originaria de la cría de ganado caprino, característico de esa zona.
Trancoso
En una meseta, donde se avista un vasto territorio entre la Sierra de la Estrella y el valle del Duero, está Trancoso. Una aldea que se desarrolló alrededor de su castillo, fundado en los siglos VIII-IX.
Pertenece al distrito de Guarda y tuvo un rol fundamental en la defensa del reino, en el tiempo en el que se establecieron las fronteras. En Trancoso también se celebraban las Bodas Reales de D. Dinis, sexto rey de Portugal, con D. Isabel de Aragão (canonizada como Reina Santa Isabel).
En cuanto a su gastronomía, las sardinas dulces son la especialidad más famosa de Trancoso. Se trata de un dulce frito, en forma de sardina, cubierto con chocolate fundido y jarabe de azúcar, cuyo relleno es compuesto por almendra, azúcar y huevos. Otras delicias muy apreciadas de Trancoso son la cuajada –uno de los productos endógenos de la zona, que se suele servir en dulce, com almendra– y la castaña.
Piódão
Justo en la Sierra del Açor descubrimos la Aldea Histórica de Piódão, en el municipio de Arganil, distrito de Coimbra. Es conocida como la aldea Belén, ya que está compuesta por pequeñas casas con ventanas y puertas en tonos azules. Piódão es un lugar encantador, a nadie deja indiferente.
De esta Aldea Histórica son característicos el cabrito asado, la sopa serrana, las truchas a la parrilla y también el botillo de cerdo relleno.
Uno de los postres más conocidos son los coscoréis, un dulce frito con origen en Arganil, cuyo preparado se amasa como el pan, se tiende en hojas delgadas antes de freír y después de enfriar se espolvorea con azúcar y canela.
Idanha-a-Velha
Con una de las mayores estaciones arqueológicas del país, Idanha-a-Velha se ubica donde antiguamente existió una ciudad de origen romana, capital de Civitas Igaeditanorum (siglo I a.C.), más tarde central episcopal debajo del dominio suevo y visigodo. Por ahí pasaron también los templarios y musulmanes.
En Idanha-a-Velha algunos de los platos más típicos son las migas de pescado, el remojado de borrego, el ciervo o el jabalí, la perdiz marinada y el arroz de liebre. También abundan los alimentos silvestres, como los champiñones o las setas.
Uno de los dulces más apreciados de Idanha-a-Velha son los borrachões, unas galletas típicas de la región que se confeccionan con vino blanco y aguardiente (existiendo otras versiones donde se utiliza “jeropiga”). Su pan, además, goza de popularidad.
Linhares da Beira
Linhares da Beira es una aldea medieval del siglo XII que posee una diversidad arquitectónica y artística inconfundible, resultado del legado de varios tiempos. Se localiza a 810 metros de altitud, en una ladera de la sierra de la Estrella, en el municipio de Celorico da Beira.
En la Aldea Histórica de Linhares da Beira destacan como especialidades la chanfana, la sopa de garbanzos, las migas de bacalao, bacalao lagareiro y el cabrito asado. También hay una guarnición típica a la que nadie resiste: las gachas “laberças”, un preparado hecho con harina de maíz, hojas de nabo, aceite de oliva y sal.
Entre los dulces, son típicos el arroz con leche, la cuajada (con variados tipos de guarnición, como la pimienta y sal, canela o mermelada de calabaza). En una comida en Linhares da Beira no faltan también el queso de la Sierra de la Estrella.
Marialva
Ubicada en el município de Mêda, las orígenes de Marialva retroceden al tiempo de los aravos, un pueblo lusitano. Después fue conquistada por los romanos, seguidos de los árabes, hasta la victoria final de D. Fernando, el Magno, en 1063, en su emblemática conquista de las Beiras.
Marialva conserva vestigios de sus conquistadores, por lo que hoy es un museo al aire libre. Uno de los productos endógenos de la región es la almendra, por lo que algunos de los más famosos dulces son preparados con este producto. Por ejemplo, el dulce de calabaza con almendra o el propio dulce de almendra.
Algunas de las especialidades de Marialva son el espolvoreado de habas, o el cabrito estofado y los grelos a la pobre (grelos aplastados con patata, acompañados de farinheira o chicharrón).
En el municipio de Mêda hay cuatro pueblos integrados en la región demarcada del Duero, dos de las cuales, Longroiva y Fontelonga, son parte integrante de las tierras del Vino del Porto. Esto ha hecho que en Marialva se beba buen vino. Recientemente, la producción de vino de las Casas do Côro –alojamiento enoturistico de Marialva– fue distinguida con el premio de Grandes Escolhas (Grandes Opciones) 2018, concretamente el Reserva Tinto 2015.
Monsanto
Monsanto está incrustado en una ladera escarpada, a gran altura. En 1938 fue proclamado Aldea más portuguesa de Portugal; y en 1995 ha pasado a formar parte de las 12 Aldeas Históricas.
Pertenece al município de Idanha-a-Nova, por lo que comparte gastronomía con Idanha-a-Velha. En su cocina también abundan los champiñones, por ejemplo. Quien visita Monsanto tiene que degustar platos como el cabrito asado en el horno, las berenjenas estofadas y el arroz de liebre, entre otras especialidades.
Además de los borrachões, comparte también con Idanha-a-Velha un dulce que son aros, preparado con aguardiente, frito y cubierto de azúcar y canela.
Almeida
Almeida tiene origen en la migración de los habitantes de un castro lusitano, ubicado a norte del lugar de Enxido da Sarça, ocupado en 61 a.C. por los romanos y después por los pueblos bárbaros.
Debido a que está sobre una meseta, los árabes la llamaron de Al-Mêda (la mesa), Talmeyda o Almeydan, y construyeron en ella un pequeño castillo (siglo VIII – IX).
Almeida es también una aldea en la frontera, pertenece al distrito de Guarda y tuvo un rol predominante en la defensa del reino. No solo en la época de la definición de fronteras, sino también durante la tercera invasión francesa, cuando los soldados de Napoleón, bajo el liderazgo de Massena, intentaron entrar en Portugal desde Almeida.
La repostería típica son las galletas económicas, preparadas con aguardiente y aceite de oliva. Algunas de las especialidades servidas en Almeida son el cordero asado, el arroz de pato y el bacalao a lagareiro.
Belmonte
Tierra de Pedro Álvares Cabral, ubicada en Cova da Beira y con una amplia vista sobre la ladera oriental de la Sierra de la Estrella, Belmonte se distingue también por haber acogido a una de las mayores comunidades de judíos sefardíes de Europa.
Pertenece a Castelo Branco, aunque está muy cerca del distrito de Guarda y del municipio de Sabugal, por lo que comparte con Sortelha algunas de sus especialidades como las gachas de maíz, el arroz con leche, el cabrito asado, el estofado de cabrito y el borrego asado en el horno.
Las tortas de soda, preparados con el ingrediente que les dá el nombre, así como aguardiente, son muy típicas de Belmonte. A esta aldea también se le atribuye una deliciosa guarnición compuesta por guisantes con huevos..
Castelo Mendo
Castelo Mendo es una aldea medieval constituida por dos núcleos amurallados: la Cidadela y la Barbacã. Integra el municipio de Almeida, distrito de Guarda, y uno de sus platos típicos es el cabrito estofado con patata cocida.
Otras especialidades son el arroz de cabidela y el bacalao con leche. Comparte con Almeida sus galletas económicas y entre sus dulces son populares los “esquecidos” (galletas hechas con harina de trigo, huevos, sal y levadura de panadería), las filhós, la crema quemada y las gachas de calabaza.
Castelo Novo
En el corazón de la sierra de Gardunha, en un paisaje con forma de anfiteatro natural está Castelo Novo. Esta Aldea Histórica integra el municipio de Fundão y es una aldea granítica, de extrema belleza.
La cereza es unos de los productos endógenos de Castelo Novo, por lo que está muy presente en su cocina. También destacan otros deliciosos platos como las albóndigas de liebre, el arroz de grelos o el arroz de zorzales.
Respecto a sus dulces, la torta de miel es uno de los más famosos, así como la “tigelada”.
Castelo Rodrigo
La aldea histórica de Castelo Rodrigo conserva importantes referentes y monumentos medievales. Pertenece al municipio de Figueira de Castelo Rodrigo, distrito de Guarda. La almendra es uno de los productos con origen en Castelo Rodrigo (el almendro en flor, por la primavera, son una de las principales atracciones de esta aldea), por lo que constituye también una de sus especialidades. Una de las formas más comunes de prepararla es tostada con miel y azúcar. Encanta a todos que visitan Castelo Rodrigo.
El plato típico de esta aldea es el borrego da Marofa, cuya denominación se atribuye a la sierra que rodea Castelo Rodrigo. El lugar también es popular por el vino, reconocido en el mercado, de producción de la Adega Cooperativa de Castelo Rodrigo.
Con mil y un manjares y especialidades típicas para probar, las 12 Aldeas Históricas de Portugal son una experiencia gastronómica inolvidable. Volverás con ganas de repetir.
Más información | Aldeias Históricas de Portugal
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