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Gracias a su situación geográfica, Cataluña cuenta con diversidad de paisajes donde disfrutar del invierno de muchas maneras.
En el norte, los amantes de los deportes de aventura podrán encontrar grandes cumbres nevadas y una amplia oferta de actividades.
En el centro y el sur el clima es mucho más suave, por lo que son perfectos para hacer rutas de senderismo por los parques naturales. Descubrir el origen volcánico de La Garrotxa y dejarse sorprender por la belleza y la riqueza de la fauna del Delta del Ebro. Un paraíso para los amantes de la ornitología.
1. Los Pirineos de Cataluña
Nieve, montaña… Los Pirineos de Cataluña son el destino perfecto para practicar deportes de invierno y turismo de aventura. En total, Cataluña tiene 10 estaciones de esquí. Algunas de ellas muy populares entre los esquiadores, como es el caso de Baqueira-Beret, La Molina, Masella, Vall de Nùria o Port del Comte, entre otras.
Además de esquiar, en estas estaciones también se pueden hacer excursiones con raquetas o motos de nieve, escalada en hielo, trekkings, espeleología o alpinismo.
Desde la estación de Vallter 2000 se puede realizar una de las rutas que llegan hasta el refugio d’Ulldeter. El recorrido es de 4 kilómetros, el desnivel es de unos 200 metros y se realiza con raquetas.
Si se quiere hacer con guía, con Guies Ama Dablam, además de seguir el itinerario, podrás aprender a crear un iglú en la nieve.
Para hacer travesías de más nivel por la montaña, podemos dirigirnos hacia el Parque Natural de l’Alt Pirineu. Allí, con un guía titulado, podrás descubrir la magia del Pallars: sus bosques de ribera y pino nevados, así como las grandes cumbres y picos que lo componen. La ruta completa, que se hace en 3 días, tiene una longitud de 44 kilómetros y un desnivel de 1.875 metros. Durante el camino hay varios refugios donde se puede pernoctar.
2. Delta del Ebro
En la otra punta de Cataluña, al sur de Tarragona, está el Parque Natural Delta del Ebro. Un lugar que se caracteriza por su enorme arenal que desemboca en el mar, los humedales y las más de 350 especies de aves que habitan en él. Un paraíso para los amantes de la ornitología que, gracias a las suaves temperaturas, se puede visitar todo el año.
El Delta del Ebro es la zona húmeda más grande de Cataluña, además de una de las más importantes de Europa. Sus características son perfectas para muchas de las aves acuáticas como los flamencos, el pato colorado o el aguilucho lagunero, que habitan la zona.
Los flamencos son una de las especies más representativas del parque. Pues es el único lugar de Cataluña donde pueden reproducirse y viven en tranquilidad, ya que no hay depredadores terrestres. El clima y la ausencia de aviones también les favorece.
El parque dispone de diferentes pasarelas e itinerarios con observatorios donde podemos hacer paradas para contemplar aves. Si se prefiere realizar una ruta guiada, MónNatura Delta ofrece la compañía de expertos que explican en profundidad las características de cada ave.
Algunas de estas rutas guiadas también están dirigidas para los fotógrafos. Para evitar molestar a la fauna del lugar y afectar la naturaleza, hay unos itinerarios exclusivos desde donde se pueden ver todas las especies y fotografiarlas.
En el mes de septiembre, MónNatura Delta celebra en sus instalaciones el Delta Birding Festival, el único certamen ornitológico de toda Cataluña. En él hay talleres, concursos, exposiciones y rutas guiadas para salir a contemplar aves.
Pasear en barco y visitar los arrozales
Otras actividades que se pueden realizar en el Delta del Ebro son navegar en pontones (o barca de perchar) y visitar los huertos y arrozales de la zona.
La barca de perchar es una embarcación tradicional del delta que se mueve con el movimiento de una gran pértiga de madera de 3 metros. El recorrido suele ser entre canales, junto a los humedales y en zonas poco profundas.
Las características del Parque Natural Delta del Ebro también han permitido que la tierra sea idónea para el cultivo. Para saber cómo se planta o recoge el arroz existe un safari ecocultural que permite a los viajeros participar en las labores.
El parque cuenta con varios itinerarios desde donde se pueden ver los arrozales, los viveros, etc. Los más populares son la Ruta de las lagunas, de 26 kilómetros; y la Ruta Amposta-Casa de fusta, de 27 kilómetros. Ambas se pueden realizar a pie o en bicicletas eléctricas. Con ellas podrás acercarte hasta la desembocadura del río de forma sostenible.
En la Oficina de Turismo de Amposta se ha creado un espacio museístico de kilómetro 0. En él se puede conocer la historia agrícola del lugar, cómo son las huertas de río y de tierra, además de que ofrece talleres de cocina con los productos cultivados en el delta.
3. La Garrotxa
Cataluña es tierra de fuego y agua. De volcanes que, hasta no hace mucho años, aún estaban activos; y de una costa formada por bolsas de magma.
En el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa hay hasta 40 volcanes. Para descubrir su valor geológico, nada mejor que hacer alguna de las rutas de senderismo marcadas en el parque. Las hay con diferentes niveles de dificultad. En la torre de Castanys d´Olot está el Museo de los Volcanes donde puedes obtener más información acerca de los orígenes de esta zona.
Otra de las peculiaridades de La Garrotxa es su cocina, compuesta por productos locales de calidad y en la que abunda el maíz, la alubias, la patata de la Vall d’en Bas, las judías de Santa Pau, el queso “serrat” de oveja, el nabo negro, etc. Podrás degustarlos en los restaurantes de la zona bajo la marca cocina volcánica.
De la montaña al mar
La red de senderos de Itinerànnia permite ver y obtener los mapas de las rutas que van desde la montaña hasta la costa. 2.500 kilómetros en las comarcas del Ripollès, La Garrotxa y L´Alt Empordà.
Hay itinerarios de diferentes niveles de dificultad, longitud, por intereses culturales, naturales, etc. Puedes hacer tu ruta personalizada o elegir algunas de las recomendadas: Calas y Camino de Ronda, itinerario de Roses, la Ruta de los Dólmenes, Ruta del Románico, etc.
Una de las más conocidas es la Ruta del Carrilet, apta para todos los públicos. 100 kilómetros de sendero que van desde Olot a Sant Feliu de Guíxols pasando por bosques, tierras de cultivo, el Parque Natural de la zona volcánica de la Garrotxa, así como diferentes pueblos y ciudades. La ruta la puedes realizar con un guía o por tu cuenta.
Escapada Rural