9 Cosas que no sabías sobre las Mantas de Grazalema

La artesanía en nuestro país, generalmente activa en el medio rural, sorprende. Ya lo consiguió con los secretos sobre las nueces, que Roberto, desde La Rioja, nos desveló.

Ahora nos volvemos a sentir ignorantes sobre la riqueza humana y tradicional de nuestro país, esta vez con las mantas de Grazalema. Desde esta empresa con más 150 años de historia nos desvelan 9 secretos. ¿Sabías que hay mantas para el verano?

1. Más lluvia, mejor lana

Las mantas, ponchos, bufandas y chales son extremadamente suaves al tacto debido a la calidad de las lanas, más lavadas que el resto debido a las lluvias tan frecuentes en Grazalema, uno de los pueblos más lluviosos de España (3.100 l/m2 en 2013) dato que suele sorprender, puesto que estamos hablando de la sierra de Cádiz y no de Galicia.

2. Las mantas del XIX

Nombrada por escritores del s. XIX, la manta y paño de Grazalema tiene un origen incierto pero antiquísimo. Se sabe que Grazalema fue de los principales centros de fabricación de mantas del país desde hace 150 años, existiendo varias fábricas textiles dentro del pueblo, décadas en los que la lana era la principal materia prima usada por el hombre. La aparición de otras fibras y la revolución industrial dieron al traste con esta industria lanera. Aún así, todavía sobrevive en activo una fábrica de mantas en este pueblo gaditano.

3. Las máquinas de un oficio puntero

En la actual fábrica de mantas de Grazalema existe un museo compuesto por maquinaria textil del siglo XIX que da fe de la importancia lanera de esta industria. Entre las diferentes máquinas que se encuentran expuestas cabe destacar: todo el tren de cardaje, la maquinaria de hilatura, batanes, telares de madera y perchas de cardos naturales (Cynara cardunculus). El museo textil de Grazalema se puede visitar en horario laborable de lunes a viernes. ¡Y es gratis!

4. Los flecos de las mantas, a mano y uno a uno.

Las mantas artesanales y de cama tienen los flecos anudados a mano de forma tradicional, mediante una técnica de anudado manual que han transmitido padres a hijos durante generaciones. ¡Se sigue haciendo todavía! Mirar un fleco jamás volverá a ser lo mismo.

5. ¿Sabías que existe una manta de verano?

La mayoría de las mantas están fabricadas en lana pero existe una manta fabricada con fibras naturales de bambú. En las tardes de verano después de haber estado expuesto al sol, apetece estar tapado con una manta fina cuando el fresco de la tarde se hace notar. ¿O no?

6. Mantas de Grazalema, mantas verdes

No es el color: las mantas están fabricadas en pura lana virgen de oveja merina, una fibra de origen natural, renovable, sostenible y biodegradable. Propiedades verdes muy acordes a los tiempos de concienciación ecológica que atravesamos.

7. La Luna seca mejor que el Sol

Conviene recordar que las mantas de Grazalema están hechas de lana y todos sabemos lo que pasa cuando la lana encoge cuando se lava con agua caliente o se mete en la lavadora… Es mejor lavado en seco o con agua templada en un barreño o similar y tenderlas a secar de noche cuando no hay sol.

8. Las mantas higroscópicas.

La higroscopía es una propiedad que tiene la lana de absorber la humedad del medio que le rodea, por lo que ha llegado a ser utilizada como aislante. La madera es otra materia prima con esta propiedad.

9. Latiendo a ritmo de batán.

Cuando alguien se acerca a la fábrica de mantas de Grazalema suele escuchar un ruido de golpes cíclicos y rítmicos, similar a los latidos de un corazón. El batán es una máquina del siglo XIX compuesta por mazos de madera de encina, los cuales han sido cocidos en albercas durante al menos un año para ser aptos a estar en contacto diario con el agua y las mantas.

Este batán es uno de las elementos distintivos de la fabricación de mantas en Grazalema, ya que sigue en activo. Si no lo crees, puedes visitar el museo y escucharlo latir! Pom-pom, pom-pom, pom-pom… El batán, incluso, está mencionado en el Quijote capítulo XX, Aventura de los batanes.