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Si de algo puede presumir España es de su gastronomía, nadie lo pone en duda. Desde su punta norte hasta el pueblo situado más al sur del territorio tiene platos que merecen ser conocidos en todo el mundo. Son tantos que es posible trazar recorridos inspirados en las recetas más populares. Un ejemplo sería una ruta por los mejores dulces de Navarra.
Antes de llegar al postre, o empezar a probar los sabores típicos navarros sin esperar a la merienda, pueden sentarse a la mesa ante unos buenos espárragos de la tierra, unos pimientos rellenos de bacalao o unas pochas con chistorra. Los más golosos, además, pueden lanzarse directamente a este recorrido por su repostería más afamada. ¡Qué aproveche!
Chandríos
Originarios de Pamplona, los chandríos tienen los ingredientes típicos de una rosquilla con anís pero su forma es alargada, como si fuese un colín. Dice la leyenda que un repostero intentó hacer ese dulce con forma redonda, pero que en su lugar le salió un ‘chandrío’ –que significa ‘estropicio’– porque la masa estaba demasiado líquida. Sin embargo, el desastre no fue tal, pues son un clásico de la gastronomía dulce navarra que se suelen disfrutar acompañados de chocolate a la taza o de café. Mojar un chandrío y llevárselo a la boca es una de las actividades gastronómicas preferidas de los pamploneses.
Torta de txantxigorri
Se dice que del cerdo se aprovecha todo, y la cantidad de recetas con ingredientes que provienen de dicho animal lo atestigua. Tanto saladas como dulces, como es el caso de las ensaimadas mallorquinas o de la torta de txantxigorri o chanchigorri. Son redondas y se suelen preparar en la época de matanza –se elaboran con la manteca frita con masa de pan y azúcar– así que lo tradicional es tomarlas en otoño.
La escritora Dolores Redondo contribuyó a expandir su fama más allá de los límites de Navarra, ya que aparece mencionada en su Trilogía de Baztán, una saga de libros cuya trama se desarrolla en el valle de Baztán.
Rocas de Puy
Estella es uno de los pueblos más conocidos de Navarra, en gran parte porque el legado de la Edad Media, con su puente y sus edificios históricos, permanece impertérrito sin que importe el paso del tiempo. Pero este espacio también es famoso por unos bombones de almendras recubiertos de chocolate llamados rocas de Puy en homenaje a la virgen del Puy, patrona de la localidad.
Nacieron en la confitería Bombones Torres así que, aunque les han salido ‘admiradores’, las auténticas son las que se pueden comprar en su establecimiento. Son una auténtica delicatessen y su éxito también ha traspasado las fronteras navarras.
Costrada de Aoiz
Al igual que la torta de txantxigorri, la costrada de Aoiz se elabora con manteca de cerdo, así que se intuye que su origen también está relacionado con la matanza del animal. Pero es una suposición conducida por la lógica porque, en realidad, no se sabe cuáles fueron sus orígenes. De lo que sí están convencidos los miembros de la Cofradía de la Costrada es que es propia de Aoiz. Otros pueblos pueden tener un producto repostero parecido, pero la auténtica es la suya.
Se elabora con ingredientes que están presentes en muchas otras recetas de repostería tradicional como manteca de cerdo, leche, huevos, harina, azúcar y anís. Aunque la costrada tiene una particularidad: se cocina en una paellera o paella. Para comprobarlo (y probarla) lo mejor es acercarse al pueblo.
Almendras garrapiñadas de Ujué
A principios del siglo XX, Estefanía Arangua empezó a elaborar almendras garrapiñadas en la botica ubicada en Ujué en la que trabajaba su marido, ya fallecido. La villa era famosa por sus calles medievales por las que, además de los vecinos, pasean habitualmente peregrinos y turistas. Con el paso de los años, también se ha hecho conocida por esos dulces preparados en botica. La creadora patentó su receta infalible en 1928, ante la proliferación de imitadores.
Canutillos de crema
Muchos o muchas dirán que este dulce no solo se consume en Navarra y tendrán razón. Pero no pueden faltar en este recorrido repostero porque su carácter delicioso es innegable. Se trata de unos pastelitos elaborados con una capa de hojaldre enrollada y rellena con crema pastelera. Una tentación a la que es muy difícil resistirse.
Cuajada
Aunque su sabor y textura se disfrutan en todo el país, muy especialmente en la zona norte, lo cierto es que la cuajada tiene su origen en Navarra. Era un postre típico de pastores, que la elaboraban en una vasija de madera llamada kaiku donde se elaboraba directamente la cuajada con un método único: dentro se introducían brasas para cocer la leche. De ahí a que el producto tenga un cierto sabor ahumado conocido en euskera como kizkilurrin.
Carmen López
Soy periodista y escribo sobre cosas que importan en sitios que interesan desde hace más de una década.
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