El misterioso Monumento a los Ojos de Ambite
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27.09.2023
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Según la sabiduría popular, “los ojos son el espejo del alma” y un vecino de Ambite, un pequeño pueblo de la comunidad de Madrid, decidió levantarles un homenaje. Federico Díaz Falcón construyó su Monumento a los Ojos durante la época de los 60 del siglo pasado (en concreto se inauguró en el año 1969) y con el tiempo se ha convertido en uno de los lugares más visitados de la localidad. Su aura enigmática y un tanto sobrenatural es uno de sus atractivos, aunque no es el único.
Esta obra firmada por Díaz Falcón está compuesta por tres arcos de ladrillo que recuerdan a la portada de una iglesia y que están cubiertos de azulejos de cerámica ilustrados. En cada uno de ellos se puede ver dibujos de miradas que hacen referencia a personajes como Antonio Machado, Liz Taylor, la reina Isabel II, Picasso o Salvador Dalí.
El dedicado al mencionado poeta incluye uno de sus versos: “El ojo que tú ves no es ojo porque tú lo veas, es ojo porque te ve”. Otro ejemplo es el que homenajea a la astronauta Sally Ride, que lleva escrita la leyenda “los primeros ojos que verán Marte”.
Pero estos azulejos, que fueron realizados por el artista de Talavera de la Reina (localidad famosa por su arte en cerámica) Rafael García Bodas, no solo hacen referencia a personas sino que también contienen proverbios, representan conceptos e incluso dan la bienvenida a los visitantes de Ambite. De hecho, alguno de ellos tiene un significado abstracto que solo quien lo ideó sabe cuál es.
Federico Díaz no fue una persona aburrida precisamente. De él se dice que fue uno de los primeros en llegar al Círculo Polar Ártico, campeón de lanzamiento de barra castellana, políglota, dandy, humorista y disfrutón de la vida aunque con ideas ligeramente misóginas. Lo demostró en algunos de sus libros como Las guapas hacen sufrir o Mallorca a paso de novios.
En su currículum también se puede añadir el oficio de narrador de dicha isla balear, ya que le dedicó varios títulos como Sóller. Ciudad ideal. Lo que no contó fue cuál era el objetivo de su Monumento a los Ojos de Ambite, aunque sí recogió el momento de su inauguración en su libro Mirando al año 2000 de 1971.
El ayuntamiento de este pueblo perteneciente a la comarca de las Vegas explica que: “Federico Díaz Falcón creaba cada azulejo con entusiasmo y dedicación, para luego encargárselo al artista y azulejista de Talavera, Rafael García Bodas. Durante años fueron creando con detalle cada azulejo y cada inspiración del artista, para completar y cubrir los arcos del monumento”.
Con el tiempo, muchos de los azulejos fueron desapareciendo por la falta de cuidado de la obra, que está muy deteriorada en comparación con lo que fue en su nacimiento. El autor falleció y nunca dijo –al menos públicamente– el porqué de su desinterés por la edificación que había erigido.
Actualmente, este homenaje artístico a los ojos mantiene: “el encanto y misterio que tienen aquellos lugares olvidados al borde de una carretera secundaria, pero que conservan la esencia de su creador, atrayendo nuevas miradas de los que a diario pasamos por sus contornos”, dice el consistorio.
Más allá de las miradas
Aunque la creación que Federico Díaz Falcón levantó en las inmediaciones del pueblo sea lo más llamativo (por extravagante) del lugar, en Ambite también hay otras cosas que merecen ser conocidas. Un ejemplo es su iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que data de principios del siglo XVII, aunque está construida sobre templos anteriores cuya antigüedad puede llegar hasta el siglo IV. Según Turismo de la Comunidad de Madrid, se dice que allí: “se conserva parte de la cruz de Cristo”.
Otro de los elementos arquitectónicos interesantes del pueblo es el palacio del Marqués de Legarda, un gran edificio del siglo XVII que fue declarado Patrimonio Histórico Español. A su lado, vive tranquilamente una encina que ronda los 700 años de edad y una copa de 28 metros. Es una de las más viejas de Europa y tiene el premio al árbol longevo Árbol Singular de la Comunidad de Madrid.
Pero sobre todo, Ambite reside en un entorno natural privilegiado en el que se pueden realizar diversas rutas de senderismo. De momento, están disponibles cinco aunque el Centro de Naturaleza de la localidad tiene previsto abrir más dentro de poco. Las actuales son las siguientes: la senda del Robledillo, la fuente del Arca, la del barranco de Valdezarza, los Tres Valles y la del Cordel de las Merinas.
Y precisamente, la senda del Robledillo tiene una parada en el Monumento a los Ojos de Federico Díaz Falcón. El recorrido de esta ruta es de 18 kilómetros que transcurren al lado del cauce del río Tajuña y tiene una duración de 4,5 horas más el tiempo que haya que sumar de las paradas. Su grado de dificultad es medio. Además, desde la organización recomiendan llevar prismáticos para poder observar aves como el picapuercos (lanius excubitor) o la abubilla (eurasian hoopoe) y otros animales como el jabalí o el ciervo.
Además, el Centro de Naturaleza de Ambite organiza actividades relacionadas con su entorno natural como seguimientos de cajas nido, gymkanas ambientales, anillamientos científicos de aves o talleres de elaboración de prensa botánica con flores y plantas recogidas en las inmediaciones del pueblo. En esta localidad el arte más misterioso y la naturaleza más exuberante se dan la mano y quizá la intención de Federico Díaz Falcón era simplemente atraer a los visitantes a su pueblo natal para que disfrutasen de estas oportunidades que ofrece el medio ambiente. O quizá fuese transmitir un mensaje esotérico a través de los ojos de otros, nunca se sabrá. Sea como sea, consiguió llamar la atención, que no es poco.
Carmen López
Soy periodista y escribo sobre cosas que importan en sitios que interesan desde hace más de una década.
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