Algunos de los monumentos más antiguos de España

Hay un lugar en Baleares donde un monumento funerario lleva 3.000 años piedra sobre piedra. Este lugar y otras joyas de la época romana son elementos que deben estar en cualquier lista de los monumentos más antiguos de España. Pero esa selección está condenada a la incompletitud y por fuerza tiene que ser arbitraria. Aun así, vamos a hacerla. No estarán todos los que son, pero sí son todo los que están en esta corta enumeración, lo que ya nos servirá para comenzar otra lista: la de los sitios que nos gustaría visitar.

Esta enumeración de algunos de los monumentos más antiguos de España es personal, y lo he elaborado marcándome algunas restricciones. En primer lugar, tratando de no repetir el tipo de monumento, para que el listado ofrezca una visión variada. Por otra parte, se ha buscado huir de los que son muy conocidos, aunque en algún caso el límite está cerca. Además, se han evitado lugares de los que ya hayamos hablado no hace mucho, como puede ser el dolmen de Menga o la Motilla del Azuer. Por supuesto, el monumento aún tiene que estar en pie para que se pueda disfrutar de él.

España es el tercer país del mundo con más monumentos Patrimonio de la Humanidad

España es el tercer país del mundo por número de entradas en la lista de Patrimonio de la Humanidad. Por delante únicamente tenemos a China e Italia. Aunque suene a tópico, vivimos en un lugar lleno de tesoros. Si, en lugar de por países, consideramos el ranking por regiones, Castilla y León es la primera de todo el mundo, la que alberga más bienes culturales Patrimonio de la Humanidad.

6 de los monumentos más antiguos de España

Naveta de Tudons. Ciudadela, Menorca. Entre el 1200 y el 750 a. C.

Este monumento es una construcción funeraria de hace unos 3.000 años, ya que la datación se mueve entre el año 1200 y el 750 antes de Cristo. Estamos por lo tanto ante no sólo una las construcciones más antiguas de España, sino también de Europa. Esta tumba colectiva acogió unos 100 cuerpos, junto con sus ajuares funerarios. En ellos tenemos, como siempre, una fuente de información valiosa para investigar la vida y el tránsito a la muerte, en aquel tiempo y lugar.

Personalmente siempre llama la atención que algo hecho por el ser humano siga en pie después de tanto tiempo. En este caso, además, debemos tener en cuenta que no se utilizó ningún tipo de material para sujetar unas piedras a otras, lo que sería el cemento actual, y que son las propias piedras, encajadas unas en otras, las que se han sostenido durante todos estos siglos.

El lugar forma parte de la cultura talayótica balear, está restaurado y se puede visitar, si bien no se puede entrar dentro de la construcción por seguridad.

Castro de Santa Tecla. La Guardia, Pontevedra. Siglo I a. C.

Este castro, situado en la provincia de Pontevedra, domina desde lo alto la desembocadura del Miño y aunque tiene petroglifos (piedras con algún tipo de dibujo tallado) incluso anteriores, fue habitado entre el primer siglo antes y el primero después de Cristo. Se trataba de un poblado que aprovechaba los recursos naturales del entorno y más bien pacífico, ya que no tiene elementos defensivos importantes y la muralla que lo rodea es más una delimitación que una barrera de protección.

Es un denso entramado de cabañas circulares de piedra que nos lleva a imaginar cómo vivían estos pueblos. Se estima que unas 5.000 personas lo habitaban y mientras que las iglesias o restos romanos del resto de la lista tienen formas conocidas, este lugar sorprenderá a muchos.

Teatro romano. Mérida, Badajoz. Año 15 a. C.

Hasta el año 1910, tan sólo la grada superior de esta joya de Hispania era visible, ya que todo lo demás estaba enterrado. Comenzaron entonces unas excavaciones que a lo largo del tiempo han ido descubriendo restos que incluyen desde las gradas, que eran capaces de acoger a 6.000 personas cuando fue levantado, hasta la fachada escénica (scaenae frons). Una estructura espectacular de 17 metros de altura.

De los muchos restos romanos que hay en la península ibérica, este teatro es uno de los más espectaculares. Quizás podamos verlo todavía así de lustroso, a pesar del paso del tiempo, precisamente porque estuvo enterrado durante siglos, lo que lo salvó del saqueo de materias primas y otros males.

Todos los años se celebra allí el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Es decir, no sólo estamos ante un lugar maravilloso y plagado de historia, sino que el lugar sigue sirviendo para el cometido para el que fue creado hace más de 20 siglos.

Torre de Hércules. A Coruña. Siglo I d. C.

Este faro romano es todo un símbolo de A Coruña. Si tenemos en cuenta que ese punto de la península ibérica era para los hombres de entonces un extremo del mundo conocido, un faro en esa situación cobra un valor especial. Es un ejemplo único de su especie, podríamos decir, ya que mantiene gran parte de su estructura original y, además, sigue prestando el servicio para el que fue creado. Hay que mencionar que los trabajos de restauración y actualización a lo largo del tiempo lo han transformado en lo que vemos hoy en día, pero mantiene su esencia.

Su altura supera los 50 metros, unos 40 de la época romana, y el resto añadidos en los últimos siglos. Esto, unido a la elevación del terreno, lo sitúa a unos 110 metros sobre el nivel del mar.

Puente de Alcántara. Alcántara, Cáceres. Entre los años 104 y 106.

Si comentábamos antes la sorpresa que nos causa ver en pie construcciones de hace 20 siglos, en este caso esa sensación se hace mayor si cabe. La belleza y firmeza del puente romano hacen casi dudar de su antigüedad. Asombra que algo de casi 60 metros de altura y 194 de largo haya aguantado todo este tiempo. Y que además sus seis arcos y sus cinco pilares compongan algo tan bonito, sencillo y elegante.

Hay que aclarar que uno de los arcos fue derribado en 1809 para impedir el paso de las tropas napoleónicas, y se levantó de nuevo medio siglo después. A pesar de esto, es una de las obras de ingeniería más importantes de la época romana que podemos ver en pie en la península ibérica.

Iglesia de San Juan de Baños. Baños de Cerrato, Palencia. Año 661.

Este templo se levantó en el año 661, y por ello es considerada la iglesia más antigua de España. Dice la leyenda que fue un ofrecimiento a San Juan Bautista por parte del rey Recesvinto, como agradecimiento por haber superado unos problemas de salud.

Como era de esperar, en sus 14 siglos de historia ha pasado por algunas reformas, pero sigue manteniendo su esencia altomedieval. Sólida, sencilla y austera, pero muy atractiva.  Hay aproximadamente 23.000 templos católicos en España, por lo que este lugar es uno que destaca entre miles. Bien merece un alto en el camino para disfrutarla.