La mini Sagrada Familia de Tarragona, una Casa Batlló en Palma y dos nuevos Caprichos

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08.01.2024

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7min. de lectura

Santuari de la Mare de Déu de Montserrat
Santuari de la Mare de Déu de Montserrat de Montferri. Por KarSol

El estilo de Antoni Gaudí es y fue único. Sus construcciones no pasan desapercibidas y en sus más de 40 años de carrera como arquitecto y más de 20 obras ha ido descubriendo y moldeando varios estilos, desde el barroco y el gótico hasta formas más geométricas e incluso influencias moriscas.

¿Sabías que uno de sus primeros encargos fue del Ayuntamiento de Barcelona? La entidad le confió el alumbrado público de Barcelona y creó varias farolas que aún se conservan en la plaza Real. Estas farolas tienen seis brazos, motivos florales, hierro, bronce y eran de gas.

Hay obras de Gaudí repartidas por todo el territorio español e incluso un prototipo que el mismo arquitecto regaló en 1922 a Chile. Gaudí entregó hace casi un siglo un proyecto de capilla para que se construyera en el pueblo de Rancagua y, quizás, puede hacerse realidad en un futuro no tan lejano.

También hay obras que simulan ser de Gaudí pero que no lo son,  es el caso del santuari de la Mare de Déu de Montserrat (con cierto parecido a la Sagrada Familia) o Can Casasayas y Pensión menorquina (que recuerdan a la Casa Batlló).

La pequeña Sagrada Familia de Tarragona

Santuario de Montferri
Santuario de Montferri. Por Santi Rodríguez

Son muchos los parecidos entre el santuario de Montferri y la basílica de la Sagrada Familia, pero el que más sorprende es el tiempo de construcción. La Sagrada Familia sigue a día de hoy en construcción y se prevé que pueda finalizarse en 2033, llevando entonces más de 130 años levantándose. Algo similar le pasó a esta pequeña réplica en Montferri, la cual fue construida con la ayuda de sus vecinos durante más de 70 años y que finalmente fue inaugurada en 1999.

Pero…¿Por qué se le conoce como la segunda Sagrada Familia? El arquitecto que diseñó el santuario de la Mare de Déu de Montserrat era Josep Maria Jujol, trabajó con Gaudí y  compartió muchas ideas. Las fachadas que bordean el santuario recuerdan a los muros y bancos en forma de ola que también se pueden encontrar en el Park Güell, donde la integración de la naturaleza está muy presente.

Santuario Mare de Déu de Montserrat, se parece a las obras de Gaudí
Interior del Santuario Mare de Déu de Montserrat se parece a las obras de Gaudí. Por Santi Rodríguez

Otro parecido es la importancia de las vidrieras, con una entrañable forma de corazón en Montferri (también muy coloridas y con gran presencia en la basílica de Barcelona) o el hierro forjado, presente en casi cada rincón en ambas construcciones.

También recuerda a la montaña de Montserrat, ya que en lo alto del santuario sobresalen unas estructuras muy similares a las que podemos encontrar en el macizo rocoso, incluyendo una Moreneta y una cueva construida a semejanza de la Santa Cova de Montserrat.

Can Casasayas, Pensión menorquina y sus similitudes con la Casa Batlló

Can Casasayas
Can Casasayas. Por Enric

Para conocer más de Can Casasayas y de la Pensión menorquina hemos de viajar hasta Palma de Mallorca. Son de estilo modernista, del arquitecto mallorquín Francisco Roca y con fecha de inauguración de principios del siglo XX, hacia el 1911. Los parecidos con la obra de Gaudí son razonables ya que siguen una misma tendencia, comparten elementos con ondulaciones en la fachada, las bóvedas y el color verde, el color dominante en ambos edificios. Los balcones también tienen mucho en común, con hierros y porticones de madera así como la asimetría y la abundante creatividad que sin duda hace de nexo común.

Tan solo hay unos cinco años de diferencia entre las fechas de inauguración, siendo la Casa Batlló algo más previa a Can Casasayas y Pensión menorquina. Las dos forman parte de la Ruta Modernista y tanto Can Casasayas como Casa Batlló fueron finalmente viviendas. De nuevo, los colores y las cerámicas son los claros protagonistas y son candidatos a ser de los edificios que más destacan dentro del movimiento conocido como art nouveau.  

El Capricho de Rillano y el Capricho de Cotrina, en honor a Gaudí y al Park Güell

El Capricho, Rillo de Gallo
El Capricho, Rillo de Gallo. Trabajo de Juan Antonio Martínez. Por Diego Delso

Badajoz y Guadalajara tienen en común el amor hacia Gaudí y su estilo, el cual perdura en el tiempo gracias a construcciones bastantes recientes. Son un claro homenaje al arquitecto, a su peculiar estilo y se han convertido en una parada muy curiosa si te encuentras por tierras extremeñas o manchegas.

Empezamos esta pequeña ruta en la población de Rillo de Gallo (Guadalajara), donde con tan solo 44 habitantes se encuentra una casa única que transporta al mismísimo Park Güell o a La Casa Milà (La Pedrera). Fue construida por Juan Antonio Moreno, tardó 12 años en acabarse y para construirse se han utilizado piedras de casas antiguas de su pueblo natal, Prados Redondos (Guadalajara).

Como curiosidad, no está habitada, no tiene habitaciones y tampoco tiene baños pero cuenta con escaleras de forja hechas a mano y de formas ondulantes, muy parecidas a las que se solía hacer en la corriente modernista y Gaudí. Tiene también una azotea presidida por una serpiente, muy similar a la famosa escalinata del dragón/salamandra del Park Güell y desde donde se pueden ver los castillos de Molina de Aragón.

Seguimos hacia tierras extremeñas para ir a conocer el Capricho de Cotrina, el cual se ha convertido en todo un icono de esta comunidad. Está en Santos de Maimona, cuenta con 8.000 habitantes y fue construido por Francisco González, albañil autodidacta el cual comenzó a construir la obra en los años 80, por lo que tardó más de 30 años en terminarse.

Capricho de Cotrina
Capricho de Cotrina. Por Doalex

Las similitudes con el Park Güell saltan a la vista pero parece ser que el autor no conocía del todo el parque o incluso las obras de Gaudí. Ambas construcciones comparten la técnica del trencadís, una variante modernista del mosaico pero con pequeños trozos de cerámica rotos llenos de colores. También coincide que la obra por el momento no está terminada, tal y como sucede con el templo de la Sagrada Familia.

La historia que hay detrás de este peculiar edificio es la de un padre al cual una de sus hijas con tan solo 7 años le pidió una casa original y distinta. El prometió cumplir su promesa y, poco a poco, Francisco fue creando distintos bocetos hasta que comenzó a hacerlo realidad en 1989.

Hoy en día se puede visitar y tiene varios puntos muy curiosos y de extrema belleza como el conocido como “pasillo del gusano”, con la sinuosa forma que dejan los gusanos al arrastrarse. O el lavabo, lleno de cerámicas azules con griferías que recuerdan a las serpientes. También sorprende la puerta de entrada, que llega a pesar 400 kilos; o una corona que de nuevo preside el techo del lavabo y que pesa alrededor de 700 kilos, idea que viene de la moneda de 25 pesetas donde aparecía el rey.

Por último, este legado conocido como el Capricho de Cotrina sigue gracias a los hijos de Francisco, los cuales trabajan en su conservación para que siga siendo conocido y los turistas sigan pudiendo acudir a él. Pero como comentábamos, no todo iba a ser de Gaudí. Son muchas las construcciones en el territorio que nos recuerdan a sus obras o que tienen esa influencia gaudiniana que sigue muy presente en el siglo XXI.

Alba Feliz

Redactora, productora audiovisual y graduada en turismo y dirección hotelera. Creo firmemente que viajar abre la mente y permite conocer otras realidades que quizás desconocemos. Me apasiona la fotografía analógica (la de toda la vida) y darle una oportunidad a los destinos menos conocidos.

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