7 mujeres españolas que abrieron caminos
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04.03.2020
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“Soy de la Generación Igualdad: Por los derechos de las mujeres”, es el lema del Día Internacional de la Mujer de este 8 de marzo de 2020.
Según explica ONU Mujeres, la campaña pretende movilizarnos a todas y todos para “eliminar la violencia de género, exigir la justicia económica y los derechos para todas las personas, autonomía sobre los propios cuerpos, derecho a la salud sexual y reproductiva, y realizar acciones feministas por la justicia climática”.
“Todos los derechos que tiene el hombre debe tenerlos la mujer”
La reivindicación no es nueva, la voz por adquirir los mismos derechos que los hombres ya se alzó en la primera ola del feminismo, en el siglo XVIII. En 1915, Emilia Pardo Bazán decía que: “Todos los derechos que tiene el hombre debe tenerlos la mujer”. Estamos en 2020 y aún no lo hemos conseguido.
Es triste que todavía tengamos que recurrir a eso de “la primera mujer (ponga usted aquí lo que le parezca)”, pero creemos que rescatar el perfil de las mujeres que nos inspiran es necesario. A ellas les tenemos que agradecer nuestros derechos de hoy; y fueron caros: muchas fueron silenciadas en la historia, difamadas, perseguidas e incluso ejecutadas.
Aquí solo os hablamos de 7 pero, por suerte, hay muchas mujeres brillantes en la historia que nos han demostrado que sí se puede.
- 1. Egeria (o Etaria): la primera escritora de viajes
- 2. María Pita: la guerrera que venció a Francis Drake
- 3. Fermina Orduña: la mujer que registró la primera patente
- 4. Carmen de Burgos: la primera corresponsal de guerra
- 5. Clara Campoamor: la victoria del sufragio femenino
- 6. María Domínguez, la primera alcaldesa por elección
- 7. Concepción Rodríguez: la minería también es cosa de mujeres
1. Egeria (o Etaria): la primera escritora de viajes
Egeria es la autora del primer relato de viajes de España. Su obra recoge el viaje que realizó desde Galicia –su tierra natal– a Tierra Santa en el siglo IV; pasando por Egipto y Mesopotamia hasta llegar a Constantinopla (actual Estambul).
El manuscrito tiene gran valor ya que en él se puede conocer cuál era el papel de la mujer a finales del Imperio romano y cómo era la vida en aquella época. Está escrito en latín vulgar, lo que también ha facilitado a los lingüistas ver cómo ha sido la transición hacia el latín culto.
Viajar siempre fue cosa de hombres. Y hablar de viajes parece que también. Todos conocemos a Marco Polo y su popular Libro de las Maravillas, donde recogió en el siglo XIV su Ruta de la Seda. Pero, ¿cuántas veces hemos oído hablar de Egeria o de otras intrépidas mujeres que se han lanzado a ver mundo? Todavía hoy tenemos que seguir escuchando eso de “viajaba sola”.
2. María Pita: la guerrera que venció a Francis Drake
María Pita no fue la única mujer gallega que se enfrentó a la Contra Armada inglesa cuando llegaron a la costa de A Coruña el 3 de mayo de 1589. Sin embargo, fue la que animó al resto de las mujeres a empuñar las armas y tomar la revancha al grito de “Quen teña honra, que me siga» (Quien tenga honor que me siga).
En aquel ataque participaron más de 1.000 mujeres que pasaron de alimentar y proporcionar armas a los hombres, a estar en la primera línea del combate. María Pita fue quien, tras haber visto cómo asesinaban a su marido, arremetió contra un alférez inglés y lo tiró por la muralla. Esto hizo que todos los allí presentes la vieran y haya podido ser recordada.
Las mujeres de A Coruña ganaron la batalla a los ingleses, consiguiendo así la venganza por el desastre de la Armada Invencible española.
Aunque Pita es poco conocida fuera de Galicia, en A Coruña se han encargado de que tenga su propia plaza (una de las más importantes de la ciudad) y una casa- museo donde se narra su historia.
3. Fermina Orduña: la mujer que registró la primera patente
En 1865, Fermina Orduña registró una patente que se llamaba Carruaje para caballerizas para la conducción higiénica de las burras, vacas o cabras de leche para la expedición pública. Fue la primera mujer en patentar un invento en España.
Su proyecto se basaba en un carro tirado por caballos con el que se transportaban vacas, burras u ovejas que estaban listas para ser ordeñadas. De esta manera, la leche llegaría fresca a los pueblos de los alrededores sin que hubiera riesgo de que, durante el trayecto, se pusiera mala.
Orduña tuvo cuidado de que el ganado lechero estuviera bien cuidado. El “establo” ambulante incluía en su interior grano seco, para que los animales tuvieran una buen alimentación y que la leche fuera óptima; un recipiente para guardar la leche y mantenerla en su temperatura y una campana para avisar a los vecinos de que el carruaje había llegado.
4. Carmen de Burgos: la primera corresponsal de guerra
Conocida como Colombine, uno de los sinónimos que utilizó para firmar sus artículos y libros, Carmen de Burgos fue una de las primeras mujeres periodistas en trabajar en una redacción y la primera de España en convertirse en corresponsal de guerra.
Hastiada de su matrimonio, del que nunca habló muy bien debido a las ausencias de su marido, De Burgos decidió estudiar a escondidas hasta que obtuvo el título de maestra. Tenía plaza en Guadalajara, pero cuando decidió marcharse de casa con su hija (la única que sobrevivió de los cuatro hijos que tuvo) se fue a Madrid con la intención de escribir.
Publicó numerosos libros, a favor de las libertades de las mujeres, del derecho al divorcio, el sufragio femenino y el feminismo. En 1903 obtuvo su primer contrato en la redacción de Diario Universal. En 1909 fue enviada, primero a Málaga y luego a Melilla, como primer corresponsal de guerra para cubrir el Desastre del Barranco del Lobo.
Con la Segunda República, De Burgos vio parte de sus sueños cumplidos. Se afilió al Partido Republicano Radical Socialista, al que también perteneció Clara Campoamor, una de las mujeres claves para conseguir el sufragio femenino. De Burgos murió en octubre de 1932, un año antes de poder ir a las urnas y ejercer su derecho a votar.
5. Clara Campoamor: la victoria del sufragio femenino
Gracias a ella, desde 1933, las mujeres españolas podemos votar.
«Tenéis el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros, pero no tenéis el derecho natural fundamental, que se basa en el respeto de todo ser humano, y lo que hacéis es detentar un poder; dejad que la mujer se manifieste y veréis como ese poder no podéis seguir detentándolo (…)». (Clara Campoamor, en el Congreso de Diputados el 1 de octubre de 1931)
Clara Campoamor fue una de las primeras mujeres en ejercer la abogacía en España, defendió los derechos de la mujer e impulsó el sufragio femenino. En 1931, después de haber sido proclamada la II República, fue elegida diputada del Partido Radical por Madrid (entonces las mujeres podían ser elegidas, aunque no electoras).
Formó parte del consejo para elaborar la Constitución de la nueva República, donde luchó para que no hubiera discriminación de género y que se aplicase el sufragio universal. Por aquel entonces se creía que las mujeres no estaban preparadas, pues podían dejarse influenciar por la iglesia y votar a la derecha.
El debate se llevó a las Cortes, donde Campoamor se enfrentó a Victoria Kent, quien estaba en contra del voto femenino. El 1 de octubre de 1931, ganó con 161 votos a favor frente a los 121 en contra y en España se aplicó el sufragio universal, que se hizo efectivo en las elecciones de 1933.
6. María Domínguez, la primera alcaldesa por elección
Especificamos lo de la primera alcaldesa por elección popular porque, en realidad, la primera mujer en tomar posesión de una alcaldía en España fue Matilde Pérez Mollá en 1924. Fue alcaldesa de Cuatretondeta, en Alicante, aunque no fue escogida por los electores, sino que ocupó el cargo gracias al gobernador de Alicante, Cristino Bermúdez de Castro, durante la dictadura de Primo de Rivera.
Sus pasos los siguieron otras mujeres: Concepción Pérez Iglesias, en Portas (Pontevedra); y Petra Montoro Romero, en Sorihuela del Guadalimar (Jaén), ambas en 1925; Benita Mendalio, en Bolaños de Campos (Valladolid), en 1926; y Dolores Codina, en El Talladell (Lleida), en 1927.
Pero, la primera mujer en ganar democráticamente unas elecciones a la alcaldía fue María Domínguez, quien en 1932 –durante la Segunda República– se puso al frente del Ayuntamiento de Gallur, en Zaragoza.
María Domínguez nació en Pozuelo de Aragón en una familia humilde, se dedicó a trabajar en el campo y como ama de casa, por lo que muchos de sus conocimientos fueron adquiridos de forma autodidacta. A los 18 años, la familia le obligó a contraer matrimonio con un hombre que la maltrató durante años y del que acabó huyendo.
Para poder mantenerse, Domínguez trabajó como criada, modista, periodista –el diario El País publicó algunos artículos suyos sobre los derechos de la mujer, el maltrato y el divorcio– y profesora. Al pueblo de Gallur llegó para establecerse allí con un nuevo amor con el que constituyó la UGT. En aquella época escribía en el semanario Vida Nueva sobre movimientos obreros, derechos y necesidades. En 1932 fue elegida para llevar el Ayuntamiento de Gallur; un trabajo que dejaría un año después.
María Domínguez fue fusilada por las tropas franquistas en 1936.
7. Concepción Rodríguez: la minería también es cosa de mujeres
Tras casi 10 años de lucha, en 1992 Concepción Rodríguez logró que el Tribunal Constitucional fallase a su favor: las mujeres también podían ser mineras.
Esta asturiana, hija y hermana de mineros, aprobó en 1986 las pruebas de Hunosa para ser minera de interior. En la convocatoria hubo también otras mujeres que superaron las pruebas con éxito, pues en ellas no se especificaba que estuviera excluído el género femenino.
Sin embargo, tras los resultados, la hullera rechazó el ingreso de todas ellas. La decisión estaba amparada por la Carta Social Europea de 1961, que prohibía a las mujeres el trabajo en el interior de las minas.
Concepción Rodríguez no se conformó con el no y denunció los hechos. Fue una larga lucha, en la que contó con el apoyo femenino de diferentes sectores. Uno de ellos fue el de Lucía Ruano, una abogada especializada en derechos de la mujer.
Finalmente, el Tribunal Constitucional determinó que la decisión de prohibir la entrada de las mujeres a la mina incumplía el artículo 14 de la Constitución: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.
Actualmente, no solo hay mujeres que trabajan en la mina, sino que también las dirigen. La ovetense Isabel Martínez fue la primera mujer en España en dirigir una mina en Barcelona con más de 280 trabajadores.
Sabemos que en esta lista faltan muchas otras mujeres que también han logrado allanar el camino: Concepción Arenal, Mariana Pineda, María Zambrano, Elena Maseras, Federica Montseny, Margarita Salas, Josefina Castellvi, Tarsy Carballas, Lilí Álvarez, Ruth Beitia…
Por ellas, por las que ya no están y por nosotras ¡Feliz 8 de marzo!
Laura Fernández
Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.
¿ Quién se puede olvidar de Dolores Ibarruri ?
(PASIONARIA)
Hola Francisco.
No, nadie se ha olvidado de La Pasionaria, esta es solo una selección personal de 7 mujeres que nos han inspirado. No hay espacio para todas las que hay en la historia.
Gracias