Fresnedillas de la Oliva, con una población que no llega a los 2.000 habitantes y a 50 Km del centro de Madrid, salvaguarda muchas historias y varias piezas únicas que pertenecieron a los astronautas más conocidos. Fresnedillas siempre ha sido una bonita población con mucho medio natural y unas vistas excepcionales a la vertiente sur de la sierra de Guadarrama. Pero quizás, la razón por la que el municipio comenzó a conocerse de forma global fueron las estaciones y antenas que ayudaron en los Vuelos Espaciales Tripulados.
En los años 50 y bajo la carrera espacial, John F. Kennedy, el que fue presidente de los EEUU, anunció ante el Congreso y el Senado: “Creo que esta nación debe asumir como meta el lograr que un hombre vaya a la Luna y regrese a salvo a la Tierra antes del fin de la década”. Fresnedillas fue entonces uno de los lugares desde donde se ayudó a dar seguimiento y las comunicaciones con los astronautas que estaban en las misiones. Como curiosidad, las otras antenas se encontraban en Goldstone (California) y Honeysuckle (Australia).
Creación del museo y su “nueva localización”
Se decidió que Fresnedillas tendría un museo después de la buena acogida que tuvieron los actos de conmemoración del 40 aniversario del Apolo XI. La localidad instaló en 2009 una exposición que recordaba la hazaña espacial en la que tanto tuvo que ver y desde donde se recibió la información del Apolo que luego se retransmitió a Houston. Presidiendo el acto se encontraba la entonces presidenta regional, Esperanza Aguirre, quien visitó la exposición y quedó fascinada con todo lo que se vivió hace 40 años; así como Philip Liebrecht, representante de la NASA.
El primer Museo Lunar de España fue el de Fresnedillas y, aunque se trasladó a otro centro más grande en 2019, ya contaba con muchos objetos interesantes desde el principio. En el primer museo se exponían trajes, material original que se utilizó en la Estación de seguimiento y fotografías así como una pequeña zona de actividades. 10 años más tarde, el mismo museo decidió abrir sus puertas en la misma localidad pero cambiando de instalaciones para así poder acoger a un mayor número de personas. También cambió su nombre a Museo Lunar – Centro del Espacio y la Ciencia.
El actual Museo Lunar – Centro del Espacio y la Ciencia
Todo el mundo es bienvenido al museo: colegios, familias y adultos que estén interesados en la temática. No es necesario hacer una reserva para poder conocerlo en profundidad pero, si se quiere entrar en alguno de los muchos talleres o participar en varias de sus actividades programadas, entonces es necesario reservar.
La misión del museo es poder acercar a todo aquel que quiera a la ciencia, a los nuevos avances y descubrimientos, así como a la tecnología y exploración espacial. La experiencia ya comienza desde fuera, donde recibe a todos sus visitantes con una gran maqueta del cohete Saturno V, con el que los astronautas de seis vuelos llegaron a la Luna. Su interior también sorprende con varias salas donde se hace especial hincapié a la importancia de las comunicaciones, la antigua estación de Fresnedillas (con exposición de varios aparatos), maquetas, réplicas para la mejor comprensión, algunos meteoritos, libros, trajes y explicación de los materiales e importancia de los trajes espaciales, así como muchas otras curiosidades.
La Estación de Fresnedillas realizó el control y seguimiento de las comunicaciones del descenso y alunizaje de la nave Eagle (Apolo 11) y fue la primera en oír la famosa frase Houston, aquí Base de la Tranquilidad. El Águila ha aterrizado
Entre las peculiaridades y sorpresas se encuentra que “La Estación de Fresnedillas realizó el control y seguimiento de las comunicaciones del descenso y alunizaje de la nave Eagle (Apolo 11) y fue la primera en oír la famosa frase Houston, aquí Base de la Tranquilidad. El Águila ha aterrizado”.
También cuenta con varios objetos originales (la mayoría relacionados con las comunicaciones y misiones en las que se participó), periódicos de la época e incluso objetos como acondicionador de pelo que se llevaban los astronautas a los vuelos espaciales.
Para hacer la visita aún más interesante, aunque es bastante el personal que está en la misma localización para ayudar, existe la posibilidad de descubrir el museo con realidad aumentada. Para ello solo te tendrás que descargar la app Museo Lunar AR (asegurándonos de que en la miniatura aparece la palabra Fresnedillas de la Oliva) y sumergirte de lleno en ella. La aplicación es gratuita y se creó con el fin de que los visitantes interactúen con la exposición, recibiendo explicaciones de la mismísima astronauta Lili.
Ruta “Casas con Vida” en Fresnedillas
Pero la diversión no termina en el museo, la creatividad ha traspasado paredes y se ha adentrado en la población gracias a la artista Elena Parlange. Elena quería que las casas abandonadas del centro del pueblo volvieran a tener vida gracias a la pintura, el arte y sus costumbres. Gracias a Elena, Fresnedillas cuenta ahora con una ruta llena de obras de arte en fachadas, puertas y ventanas. Por supuesto, no podía faltar una relacionada con el espacio, las misiones y la luna, así como recrear la barbería, el ocio de los antiguos habitantes y plasmar con acrílico la esencia de los que la habitaron.
Elena cuenta en una entrevista realizada a Telemadrid que: “He pintado un total de 18 casas, he podido dar vida a espacios degradados y convertirlos en un recuerdo. Cada casa y pintura cuentan una historia, por ejemplo, esto fue una antigua hospedería y aquí se alojó Curro Jiménez”, cuenta a Telemadrid.
Para poder ir a conocer todas las obras de arte y no perderte ninguna solo has de visitar la página web de casasconvida.com, descargarte el plano de la ruta y disfrutar de cada pincelada y la gran cantidad de detalle que se aprecia en cada obra. La más grande es el conocido como Mural “La Vaquilla”, frente al Ayuntamiento. Un homenaje a las Fiestas de La Vaquilla donde en realidad la vaquilla es un hombre que simula ser una vaquilla.
Alba Feliz
Redactora, productora audiovisual y graduada en turismo y dirección hotelera. Creo firmemente que viajar abre la mente y permite conocer otras realidades que quizás desconocemos. Me apasiona la fotografía analógica (la de toda la vida) y darle una oportunidad a los destinos menos conocidos.
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