7 paradas imprescindibles en el Norte de Cáceres

Escrito por

06.08.2020

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13min. de lectura

Templo de Augustóbriga, Campo Arañuelo. Por Diputación de Cáceres.

El norte de la provincia de Cáceres, con la ciudad de Plasencia como cabecera, cuya luz y color inmortalizó Sorolla en su obra “El Mercado”, ofrece al viajero, no sólo un entorno natural envidiable, sino un patrimonio histórico vivo que nos ayuda a entender nuestro pasado y nuestro presente.

Las fortalezas fronterizas de la Sierra de Gata nos recuerdan que este pacífico territorio fue también zona de enfrentamiento en entre musulmanes y cristianos. La arquitectura popular de Las Hurdes nos enseña cómo el ser humano se adapta a lo que la naturaleza le ofrece, las huellas romanas de Cáparra, el balneario de Baños de Montemayor y la Ruta Vía de la Plata, o del desafiante templo de Augustóbriga que sobrevivió a la inundación del embalse de Valdecañas rememoran nuestro pasado como parte de un imperio histórico.

El curioso puente sin río y la catedral sin columnas de Coria nos demuestran que el arte sobrevive a los desastres naturales y el conjunto histórico artístico de Granadilla en la península de embalse de Gabriel y Galán nos invita a seguir trabajando por mantener vivos nuestros pueblos.

Si hay un lugar donde reside la esencia de las cuatro estaciones, ese es el Norte de Cáceres. Allí, las refrescantes lluvias del otoño llenan los bosques de suculentas setas y convierten los valles en la paleta de un pintor: amarillos casi dorados, anaranjados vibrantes y apasionados rojos tiñen las copas de los árboles.

El invierno acumula nieve y detiene el curso de las cascadas con sus heladas para ofrecernos un espectáculo de quietud mientras en sus pueblos se rememoran tradiciones ancestrales como la de ahuyentar al bandido Jarramplas en Piornal lanzándole verduras. Al comenzar la primavera, la nieve se convierte en blancas flores de cerezos, un espectáculo natural tan precioso como efímero, mientras que, al acabar, las abejas ofrecen la deliciosa miel de Las Hurdes. Finalmente, el verano sabe a cerezas y picotas, mientras que las gargantas y pozas naturales se convierten en paradisíacos refugios contra el calor.

El norte de Cáceres, formado por una secuencia de sierras y valles, concentra un gran número de gargantas, piscinas naturales, cascadas y pozas que en verano se convierten en refrescantes zonas de baño, sin olvidar que muchos saltos de agua son lugares ideales para la práctica del barranquismo, actividad que puede practicarse en varias comarcas norteñas, como por ejemplo en el Valle del Jerte, con diferentes niveles de dificultad: Los Hoyos (ideal para principiantes), Las Nogaledas y Los Papúos (para expertos).

Otro de los atractivos del norte son los embalses donde pueden realizarse multitud de actividades acuáticas: Gabriel y Galán, Borbollón o Valdecañas. Es recomendable contratar una empresa de actividades para hacer de la visita a estas láminas de agua una experiencia inolvidable pues existe una oferta variada para todos los públicos.

Sierra de Gata

Sierra de Gata. Por Diputación de Cáceres.

Esta comarca, fronteriza con Portugal, cuenta con un idioma propio, cruce de leonés y galaico-portugués conocido como A Fala, declarado Bien de Interés Cultural.

Muchos de sus pueblos han logrado mantener la arquitectura tradicional, por lo que han sido declarados Conjuntos Históricos, como el caso de Robledillo de Gata o de San Martín de Trevejo, dos poblaciones que cuentan con piscina natural aunque no son las únicas: Hoyos, Hernán Pérez, Gata, Torre de don Miguel, Villasbuenas de Gata, Acebo, Eljas, son otras localidades que tienen la suerte de disponer de estas láminas de agua pero es la piscina de Descargamaría la más original al estar decorada con cerámica realizada por el artesano Andrés Amores.

Unos de los productos estrella de la zona es el aceite Gata-Hurdes DOP, extraído de la variedad manzanilla cacereña. Otros puntos fuertes de la gastronomía serragatina son el vino de pitarra, los quesos, las carnes de cabrito y las setas.

Las Hurdes

Las Hurdes. Por Diputación de Cáceres.

Situada al norte de la provincia de Cáceres, limitada por el río Alagón y las sierras de Francia y Gata, y al sur de las Batuecas salmantinas, se encuentra la hermosa comarca de Las Hurdes. Su peculiar paisaje es un laberinto de montañas, valles, bosques, ríos y saltos de agua.

La piscina natural de Pinofranqueado o Charco Morisco es la más grande de la comarca. Tiene merenderos y zona de paseo y está muy demandada. Si se visita la localidad en agosto, es posible coincidir con La Enramá, Fiesta de Interés Turístico de Extremadura que conmemora la tradición de emparejar temporalmente a los jóvenes del pueblo y que se remonta a más de cien años atrás. Las parejas surgen de un sorteo popular y cuando el novio visita a la novia en su casa, ésta le coloca en la solapa una enramá o ramillete de flores silvestres que ha confeccionado ella. Después pasean y bailan por la localidad.

Los amantes del senderismo disfrutarán realizando la ruta de  El Chorrituelo, en Ovejuela. A este salto de agua se llega a través de un recorrido de fácil acceso, a excepción de algún tramo un poco más estrecho, pero igualmente cómodo. El premio final es la bella cascada y la lámina de agua que espera al caminante, enmarcada por un entorno natural sorprendente.

Otra de las rutas más demandadas es la del Mirador de la Antigua, en Riomalo de Abajo. Las vistas que regala este entorno no se olvidan y dejan en el recuerdo el encanto de esta tierra, la fuerza y la magia que envuelve la comarca.

Además de la gastronomía, sobre todo las carnes de cabrito o la miel, otro atractivo de la comarca es la arquitectura popular o arquitectura negra, con pequeñas viviendas realizadas con pizarra, un material impermeable y abundante en la zona. El Gasco es una alquería que cuenta con bellos ejemplares y con el centro de interpretación de la Casa Hurdana, perfecto para comprender el modo de vida de los habitantes de esta tierra hace muchas décadas.

No hay que marcharse de Las Hurdes o de El Gasco, sin adquirir la artesanía típica de la zona: las pipas de brezo y las de piedra volcánica, flautas, bastones y las pequeñas casitas hurdanas realizadas en pizarra.

Tierras de Granadilla

Tierras de Granadilla. Por Diputación de Cáceres.

Esta comarca está ubicada a los pies de Las Hurdes y del Valle del Ambroz. Estuvo originalmente habitada por los vetones, y más tarde fue conquistada por los romanos, quienes tuvieron que vérselas con Viriato. De esa época es testigo Cáparra, la segunda ciudad en importancia de la Lusitania romana después de Mérida. Hay restos de esta cultura esparcidos por toda la comarca, que continuó desarrollándose en el medievo, cuando la Casa de Alba dio nombre al partido judicial de Granada.

La población medieval de Granadilla fue desalojada debido a la construcción del embalse de Gabriel y Galán aunque finalmente no se inundó. Hoy, parcialmente restaurada, es uno de los atractivos turísticos de la zona, al igual que la ciudad romana de Cáparra, en Oliva de Plasencia. Llama la atención el arco cuadrifonte que se mantiene en pie, así como restos de las termas, gimnasios, viviendas que muestran la importancia de este enclave. Cáparra viene siendo, desde hace unos años, uno los escenarios del Festival de Teatro Clásico de Mérida.

El embalse de Gabriel y Galán, bautizado así en honor al poeta salmantino afincado en esta tierra, permite realizar actividades acuáticas al mismo tiempo que disfrutar de un entorno privilegiado.

Valle del Ambroz

Valle del Ambroz. Por Diputación de Cáceres.

Esta coqueta comarca rebosa belleza por todos los rincones. Enclavada en las últimas estribaciones de la Sierra de Gredos, su medio natural es impresionante: en poco más de veinte kilómetros se pasa de la dehesa extremeña a los paisajes de alta montaña. Sus frondosos bosques, praderas y huertos ofrecen un bello espectáculo. El agua y la nieve son protagonistas, con cumbres nevadas hasta principios de julio, como atestigua el nevero de La Garganta. Las piscinas naturales aseguran el refresco en el verano.

La piscina natural de Casas del Monte es una de las más bellas de la provincia, por eso mismo, también es una de las más populares.

Si se busca algo más íntimo, las pozas de las Charcas Verdes de Hervás reciben al bañista con agua cristalina. Este espacio está ubicado a mitad del camino de La Chorrera, una de las cascadas extremeñas más sorprendentes.

Hervás es naturaleza y patrimonio. El Barrio Judío está declarado Conjunto Histórico y pertenece a la Red de Juderías de España. Todos los años, en el mes de julio, el pueblo se implica en la representación y puesta en escena de la obra teatral Los Conversos, un evento cultural que nació en la década de los 90 del pasado siglo XX y que homenajea a aquellos judíos que fueron obligados a marchar de su pueblo en 1492. Por supuesto, el escenario es la propia judería.

Las piscinas naturales de Abadía o de Gargantilla son también buenas opciones para un baño refrescante y reparador.

En el apartado gastronómico no hay que marchar del Ambroz sin probar las carnes a la brasa, muy famosas en Hervás, los dulces hebreos, el hornazo o el zorongollo, esto último, una sabrosa ensalada de pimientos asados.

En esta comarca también destaca la artesanía. Conserva los viejos oficios y aún cuenta con artesanos que elaboran con sus manos cestas de castaños, objetos de mimbre, muebles artesanales, etc. No hay más que pasear por Hervás o por Baños de Montemayor para apreciar y adquirir algunos de estos productos.

Valle del Jerte

Valle del Jerte. Por Diputación de Cáceres.

En este territorio se encuentra la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos, zona natural protegida y rodeada de una exuberante vegetación. El agua, en su proceso de erosión, ha excavado pilones o pozas perfectas para zambullirse mientras se disfruta de este impresionante paisaje.

A este lugar se accede realizando una ruta de senderismo, agradable y motivadora, pues el río queda a un lado y acompaña al senderista en su caminata. Éste puede escuchar su descenso mientras aumentan las ganas de llegar hasta el paraje de Los Pilones, el sitio perfecto para el baño.

Pero el Valle del Jerte también es cereza. En junio y julio tiene lugar La Cerecera, un evento que coincide con la época de recogida de las cerezas y que ofrece numerosas actividades relacionadas con esta fruta que cuenta con Denominación de Origen Protegida (en adelante DOP).

Como no podía ser de otra forma, la gastronomía de esta comarca gira alrededor de la cereza y de su variedad más deseada, la Picota. Salsas, postres, mermeladas, licores, bombones… son buenas opciones, al igual que las truchas a la jerteña, exquisitas y únicas.

La Vera

La Vera. Por Diputación de Cáceres.

La comarca verata también sorprende porque encierra una gran variedad de paisajes, desde los campos de cultivo de pimientos, con los que elaborar el famoso y único Pimentón de La Vera DOP, hasta los bosques frondosos en zonas más montañosas del valle. Además, La Vera está salpicada de gargantas y piscinas naturales que hacen disfrutar del baño a todos los que visitan estos espacios.

A continuación se mencionan algunas de ellas: la piscina natural de la Garganta de San Gregorio, en Aldeanueva de la Vera; la Garganta de Alardos, en Madrigal de la Vera; la piscina natural de la Garganta Gualtamino y el Chorro del Diablo, en Villanueva de la Vera; la piscina natural en la Garganta de Cuartos, en Losar de la Vera; la piscina natural Charco de la Máquina, en Guijo de Santa Bárbara… todas ubicadas en entornos donde la naturaleza es la protagonista y crea espacios envolventes, tranquilos y relajantes.

La Vera también es gastronomía y su recetario gira en torno al Pimentón de La Vera DOP y a sus pimientos secos o choriceros. Los pimientos fueron introducidos por Cristobal Colón en España, tras el Descubrimiento de América. Este producto lo depositó en el Monasterio de Santa María de Guadalupe y fueron los frailes jerónimos los primeros en cultivarlos.

Después, los pimientos llegan a Yuste y el pimentón se convierte en un buen conservante de carnes y embutidos. En breve, pasaría al recetario cacereño y no hay plato que no se enriquezca con este alimento que cuenta con propiedades antioxidantes y potencia el sabor de todos los guisos por su característico sabor ahumado: las migas veratas, las patatas revolconas, el frite… no serían lo mismo sin el oro rojo, convirtiéndose el Pimentón de la Vera DOP en auténtico protagonista.

Campo Arañuelo

Campo Arañuelo. Por Diputación de Cáceres.

La comarca se extiende desde las tierras fértiles del Tiétar y Tajo hasta Monfragüe. Caminar por esta comarca permite ver paisajes de montañas, dehesas y campos de cultivos que están regados por arroyos y embalses. Algunas localidades pertenecen al Parque Nacional de Monfragüe y Reserva de la Biosfera, como Casas de Miravete, Romangordo, Toril o Serrejón. En Toril, es interesante visitar el Centro de Interpretación “Pórtico de Monfragüe” y en Romangordo, el Ecomuseo del Tío Cáscoles ejemplo de vivienda tradicional de la zona.

En Romangordo se encuentra la Casa de los Aromas, un Centro de Educación Ambiental. En el Centro de Interpretación y en el Taller de las Esencias se explican las plantas aromáticas y medicinales y se pueden crear esencias y jabones artesanales.

Para aquellos aficionados al golf, hay dos campos en la comarca, uno en Talayuela y otro en la Isla de Valdecañas, rodeada por el embalse, una lámina de agua que invita a navegar y practicar actividades acuáticas.

Redacción ER

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Comentarios

  1. Marco 13 de agosto de 2020 a las 23:45 - Responder

    La ciudad romana de Cáparra pertenece una parte al término municipal de Guijo de Granadilla y la otra a Oliva de Plasencia. En el artículo únicamente se sita Oliva de Plasencia.

  2. Julia 4 de septiembre de 2021 a las 08:40 - Responder

    En el artículo, al hablar de la Vera, se la cita como Valle, y no lo es.

  3. Elisa Cruz 23 de febrero de 2023 a las 19:26 - Responder

    En el Valle del Ambroz no se menciona a Baños de Montemayor, un pueblo con mucho encanto en plena Vía de la plata, con un balneario y Termas Romanas que tiene su origen en el siglo I, declarada Bien de Interés Cultural BIC y con aguas mineromedicinales muy famosas por sus efectos embellecedores y calmantes, es la primera Villa Termal de Extremadura. Un pueblo con mucha historia y gran tradición balnearia.

  4. Sofía 24 de marzo de 2023 a las 19:03 - Responder

    Es cierto que el norte de Cáceres es belleza por su naturaleza y por sus pueblos, pero todo el que venga a nuestra provincia no debería perderse las grandes localidades como Trujillo, Plasencia, Coria, Guadalupe o la Capital, Cáceres. Muy bonita la entrada que le han dedicado a esta mágica tierra desconocida para muchos.

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