El Hierro no es famoso por su playas. Sí lo es, en cambio, por sus maravillosos charcos naturales esculpidos por la madre naturaleza. Rincones repartidos a lo largo de todo el litoral isleño que se encuentran resguardados de la furia atlántica, donde puedes disfrutar de un magnífico y relajado baño mientras, si así lo deseas, practicas snorkel. Hoy te hablamos de cinco de las piscinas naturales más bonitas de la más occidental isla canaria.
Pozo de las Calcosas
El Pozo de las Calcosas es una pequeña bahía natural protegida por un acantilado que tiene el privilegio de contar con una de las piscinas naturales más espectaculares de El Hierro.
Un tranquilo pedacito de océano perfectamente delimitado donde pasar un rato de lo más agradable casi en la intimidad. Además, si el oleaje está calmado, se permite, incluso, el baño en mar abierto.
Cierto es que hay que descender por unas escaleras empinadas -que luego hay que subir- pero el esfuerzo merece muchísimo la pena.
Como curiosidad, en esta bahía aún hay un puñado de casas construidas como se hacía antaño, cuando se levantaban viviendas con tejado de colmo y material vegetal. Cultura y disfrute marino en un solo lugar.
Charco Manso
Situado a 15 minutos en coche de Mocanal, el Charco Manso es un auténtico regalo de la naturaleza. Una amplísima área de baño de intenso color verde esmeralda flanqueada por zonas rocosas con formas de lo más caprichosas que contienen la fuerza de las aguas atlánticas permitiendo así zambullirse en cualquier época del año.
Una vez se ha recorrido la serpenteante carretera que desciende por la pared de la montaña, llegar a él es muy fácil. Tan solo hay que recorrer unos pocos metros de senda perfectamente acondicionada.
Para completar la experiencia, la zona cuenta con un chiringuito donde saborear la gastronomía herreña -aceptan tarjeta de crédito- y baño.
La Maceta
La piscina natural de La Maceta es algo así como la niña bonita de El Hierro. Es de las más concurridas de la isla por su fácil acceso, su ubicación -en el litoral de El Golfo-, sus espléndidos atardeceres y, cómo no, por ser lo más parecido a una gran infinity pool natural. En realidad, siendo más precisos, más que una gran piscina natural, es el conjunto de varias piscinas unidas.
Justo al lado hay un restaurante, baño y, precisamente desde aquí, parte una maravillosa y cómoda ruta de senderismo que recorre el litoral que une este lugar con la zona de Las Puntas. Más que recomendable.
Charco Azul
El Charco Azul es uno de los lugares más populares de la isla y que más expectación despierta. Y es que, además de ser un rincón donde bañarse plácidamente mientras contemplas la fuerza del Atlántico embistiendo las rocas, tiene la particularidad de estar cubierto parcialmente por un techo de roca; dando la sensación de bañarse en una cueva.
La zona de baño es bastante reducida y su nombre le viene por la tonalidad que adquiere el agua con el reflejo de los rayos del sol. Un llamativo y precioso tono que oscila entre el azul y verde turquesa.
El espacio cuenta, además, con tres zonas habilitadas con listones de madera para hacer aún más cómodo y placentero el momento de tumbarse al sol. Para llegar hasta él hay que descender un buen trecho de escaleras zigzagueantes y empinadas pero, como ya estarás imaginando, el premio final es más que digno del esfuerzo.
Tamaduste
La piscina natural de Tamaduste es una de las zonas de baño más disfrutables de toda la isla. Un auténtico privilegio de la costa herreña de aguas cristalinas y arena volcánica.
La zona está perfectamente acondicionada para el baño, cuenta con acceso para personas de movilidad reducida y es una de las mejores opciones si se va con niños por su tranquilidad. Además cuenta con varias sombrillas, ducha y hasta pequeñas canoas.
Eso sí, no hay ningún restaurante ni baño en ella. Para tomar algo, se debe ir a los restaurantes que están en el interior del pueblo de Tamaduste.
Elísabet García
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