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Parece que los planes se acaban más allá de la ciudad, pero lo cierto es que a muy poca distancia de Barcelona hay paisajes, historias, museos y edificios singulares que atraparán la atención de los viajeros culturetas más sibaritas. Toma nota y agenda alguno de estos planes, te sacarán de la rutina.
Parque cultural de la montaña de sal: La sal de la vida
Todo lo que vemos, la imponente silueta del castillo sobre el cerro, la plaza de La Fira, la capilla de Santa Eulalia y los antiguos portales de las casas nobiliarias del bello centro histórico se debe a la sal. Y es que Cardona nació y creció alrededor de una gran montaña de sal en la que se ha trabajado hasta hace relativamente poco y que hoy se puede visitar.
El plan se vuelve singular tras descender a 86 metros de profundidad, hasta el interior de las galerías que los romanos comenzaron a trabajar y que muestran como si fuera el viaje de Verne al centro de la Tierra, las estalactitas, estalagmitas y vetas de distintos tonos como las que se ven en la Capilla Sixtina.
Museo del ferrocarril de Vilanova i la Geltrú: ¡Todos al tren!
Si hoy podemos llegar cómodamente en tren a Vilanova i la Geltrú es gracias a Francesc Gumà, un indiano que soñó con traer el ferrocarril hasta el municipio. Y no paró hasta lograrlo. Precisamente, al lado de la estación, como si fuera el anverso de la modernidad, está el museo histórico que se le dedica. Los trenes de ahora son mucho más rápidos, seguros y cómodos, pero no tienen el aire romántico de los antiguos ferrocarriles.
El Museo del ferrocarril ocupa las instalaciones originales del depósito de locomotoras de vapor de Vilanova i la Geltrú, unas edificaciones ferroviarias, en las que Francesc Gumà quiso ubicar en 1878 la que sería la gran estación en Vilanova. El museo abre de martes a domingo, pero los sábados hay visitas dinámicas que revelan algunos de los secretos del mundo del ferrocarril. Hay un billete combinado que incluye el tren de cercanías hasta llegar a Vilanova i la Geltrú.
VINSEUM, Museo de las culturas del vino de Cataluña: una historia de más de 2.800 años
Lo primero que llama la atención al alcanzar el Penedès son las extensiones de viñas. Y es que éste es uno de los principales destinos enoturísticos del país. Vilafranca del Penedès es su capital, así que valdrá la pena hacer un alto antes de emprender cualquier otra excursión para conocer la denominación de origen.
En Vilafranca del Pendès está el primer museo del vino abierto en España. El VINSEUM lleva contando la historia de las viñas y de las bodegas de la comarca desde hace más de 80 años. El arquitecto Santiago Vives fue el encargado de llevar adelante la reforma del antiguo Palacio Real de Villafranca, un edificio gótico de S. XIII con mucha historia encima. Recorriéndolo descubriremos que la primera viña catalana se cultivó aquí hace más de 2.800 años. No sólo de historia vive el museo, sino que diferentes actividades ponen atención a la actualidad enóloga.
Centro de interpretación de la aviación republicana y la guerra aérea (CIARGA): Memoria de la aviación
Cuando durante la Guerra Civil se perdieron los aeródromos de Aragón, el ejército republicano se replegó hacia el norte, por lo que desde finales de 1937 hasta inicios de 1939, el Penedès vio llegar a lo mejor de la aviación republicana que participó en las contiendas del Segre y del Ebro. Durante esa época se construyeron cuatro aeródromos militares, conocidos popularmente como el Vesper de la Gloriosa.
Para que esta historia de valientes y sufrimiento no se pierda, se fundó el CIARGA, el parque de la memoria, ante la Masía del Collado, el primer museo de este tipo del Estado español. Se trata de una construcción que imita aquellos antiguos hangares que vivieron frenéticas jornadas durante la confrontación bélica. El centro cuenta con una moderna museografía que combina piezas originales con proyecciones audiovisuales que entretendrá a toda la familia.
Colonia Güell: el laboratorio del Modernisme
Casi escondida entre titanes del turismo internacional, en Santa Coloma de Cervelló aguarda una joya cultural. El plan se lo debemos a Eusebi Güell, uno de los hombres más relacionados con todo lo que tuvo que ver con la cultura del siglo XIX. Fue el gran mecenas de Antoni Gaudí, y con él contó también para este otro proyecto: una colonia industrial que nació con ambición radical de novedad. Tras más de 120 años, la colonia Güell se ha convertido en lugar de peregrinación de los sibaritas del modernismo.
Aquí se encuentra una de las obras menos conocidas de Gaudí. Y sin embargo, la cripta Gaudí fue fundamental para toda su posterior obra. Tal como dijo el propio arquitecto, si se hubiese finalizado habría sido ‘una maqueta monumental de la Sagrada Família’. Antes de ver este pequeño laboratorio del modernismo, hay que pasarse por el centro de interpretación de la Colonia Güell, para poner rostro y voz a las vidas e historias que hicieron posible esta joya industrial.
Museo del cemento Asland de Castellar de n´Hug: arqueología industrial
Su aire industrial es de esas bellezas extrañas que atraen. De hecho, es uno de los destinos industriales favoritos de los amantes de las ruinas. Aunque no todo son ruinas, aquí está el sorprendente museo del Cemento Asland. Para llegar a él se puede hacer en coche, pero la opción más interesante es hacerlo con el tren del cemento.
Hay que ir hasta la población que ve nacer el río Llobregat. Fue ahí, en medio de los bosques de Castellar de n’Hug, donde el industrial Eusebi Güell levantó la fábrica Asland, la primera de España en producir cemento portland, que era mucho más rápido y resistente para trabajar en las obras que los conglomerados que se utilizaban entonces. La fábrica era un imponente conjunto de edificios modernista con estructuras de hierro forjado y bóveda catalana. Los edificios se construyeron de forma escalonada para aprovechar la fuerza de la gravedad y minimizar así costes de energía.
Museo de Arte de Cerdanyola: Las damas de Cerdanyola
Si cuando hablamos de modernismo nos quedamos con los edificios más famosos como La Pedrera, la casa Batlló o el hospital de Sant Pau, corremos el riesgo de perdernos otras joyas que son básicas en la historia de esta corriente estética. Como por ejemplo, los vitrales modernistas del Tríptico de las Damas, declarados Bien Cultural de Interés Nacional por la Generalitat.
En los paneles realizados hacia 1910 para la residencia del Sr. Evarist López, actual sede del Museo de Arte de Cerdanyola (MAC), dominan los colores verdes, la sencillez de líneas y la riqueza de detalles. Las damas bien están en un bosque, como aparecen alimentando unas ocas o se columpian con ligereza en el jardín. Están consideradas como uno de los ejemplos más destacables del arte del vidrio modernista en Cataluña y son un icono de la ciudad. Te las puedes llevar a casa en forma de camisetas, postales o incluso en los típicos imanes de nevera que regalas a la familia a la vuelta de un viaje.
La Farga – Museo del cobre: no todo va a ser plástico
Conforme se llega a Les Masies de Voltregà, en la comarca de Osona, se divisa dominando el conjunto, el Santuario Nuestra Señora de La Gleva. Vale la pena hacer un alto para observar una de las muestras más bellas del barroco del Berguedà, pero tendremos que cruzar el pueblo para llegar a un museo único en todo Europa, el Museo del Cobre (MCU).
La Fundación La Farga creó este museo corporativo en la torre modernista que ocupó la familia Lacambra, fundadora de la metalurgia. En él aguarda un itinerario sorprendente de cerraduras de puerta, campanas, piezas del teléfono, canales de agua y más productos fabricados con cobre. También algún que otro tesoro de arqueología industrial, como un documento de 1926 de cuando el Rey Alfonso XIII visitó la compañía para otorgar a su fundador un título nobiliario. Toda una ‘rareza’ documental que muestra cómo era la empresa entonces. El espacio que despierta más interés es una pasarela desde la que observar el proceso industrial de trabajo en directo de la metalurgia.
Casa museo Lluís Domènech i Montaner: un trono modernista
A Canet de Mar se le conoce por varios motivos: por celebrar el mítico festival de música Canet Rock, por sus muestras de modernismo y, ahora también, por formar parte del selecto grupo de escenarios de Juego de Tronos: el castillo de Santa Florentina se convirtió en la Casa Tarly. Pero aunque sea cierto que la población se ha popularizado recientemente por ello, hablar de Canet es, sin duda, hablar de modernismo.
Y es que Lluís Domènech i Montaner, una de las grandes estrellas de este estilo arquitectónico, tuvo en Canet su base familiar. Y su casa y estudio alberga hoy la Oficina de Turismo y la Casa Museo. La Casa Domènech es uno de sus cuatro edificios que se pueden ver en el municipio. También se puede visitar su tumba, curiosamente, muy sencilla y falta de los ricos diseños que él utilizó en vida para sus proyectos.
Museo molino papel de Capellades
De Igualada a Capellades dejaremos vigilante el castillo de Claramunt atrás. Se alza imponente en la sierra de la Guardia, dominando el territorio, en el margen derecho del río Noya. El mismo río que corre paralelo a la carretera es el que alimentó los molinos de papel en los siglos XVIII y XIX, cuando Capellades fue uno de los principales centros productores de papel de Cataluña.
El reflejo del antiguo molino del pueblo en la gran balsa da la bienvenida al visitante, recordándole aquellos otros tiempos en los que el mundo digital no era más que el sueño de algún escritor visionario. El edificio es la sede actual del Museo del Molino de Papel de Capellades. Esa misma balsa movía con 12 millones de litros de agua a los molinos. Hoy el museo queda como memoria de todo aquello, pero no sólo eso, también funciona de verdad: enseña las técnicas de producción de papel del pasado, y sigue produciéndolo con esas mismas técnicas. La mitad de los ingresos del museo provienen precisamente de la venta de ese papel.
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viendo esto ¡que pena me da no tener, con lo bonita que es esa región de España, ese país, o esa nación, como lo quieren presentar una parte de sus habitantes, con la inseguridad que actualmente hay no tenga ninguna gana de ir a verlo
a pesar de sus ciudades, sus playas. sus paisajes, pero como no cambien no tengo pensamiento de volver por esa zona
que vergüenza todo lo visto en estos últimos meses en Barcelona
yo nunca había visto en mi vida nada parecido, incendiando todas las calles y lo mas curioso es que parecía el mundo al revés, los policías retrocediendo, recibiendo pedradas, dándoles estacazos, atacando a los helicopteros y eran los manifestantes los que atacaban y diciendo que en este pais no hay democracia
sin embargo en Francia con los chalecos amarillos y Alemania esas protestas han durado dos dias, era la policia la que intentaba poner orden como deben de hacerlo, esas manifestaciones han durado dos dias
pero para mi en este momento es que me da pena no poder visitar esas ciudades
decirles que una hija que estuvo hace un par de meses de visita en Barcelona,tenian un hotel cerca del centro de la ciudad y cuando volvieron al hotel despues de cenar, se encontraron con que les habian robado en el hotel, actualmente lo tienen denunciado
lo dicho ¡¡¡una pena¿¿
Hola Toledo !
puedes quedarte en tu casa…no te necesitamos para nada, ni a ti ni a nadie con tus ideas…es por eso que preferimos quedarnos con nuestras ciudades, playas y paisajes y evitar ser visitados por ciudadanos como tu. Que te vaya muy bien en tu país perfecto,
saludos…