Playas de España en las que se puede ver y sentir la historia

Hay un lugar en Cádiz donde uno puede estar a la vez en la playa y contemplar la historia. O en Alicante, o en Gerona. Puede estar en playas unidas a batallas que ganó España, como la que comenzó en la playa de Doniños en La Coruña; o batallas que perdió, como la de Trafalgar, en Cádiz. Aquí os dejamos algunas de las playas de España con historia.

El yacimiento de Baelo Claudia y la playa de Bolonia

En la playa de Bolonia, en Cádiz, está el yacimiento de Baelo Claudia: una antigua villa romana con vistas al mar. Los restos incluyen todo tipo de edificios e infraestructuras, y se puede imaginar sin esfuerzo cómo eran allí las cosas hace nada menos que 20 siglos.

Junto a esta playa gaditana se mezclan la naturaleza y la historia. Baelo Claudia fue levantada sobre un asentamiento fenicio y tuvo mucha relevancia entre los siglos I a.C. y II d.C., dentro de la Bética romana. El comercio marítimo que se movía por la zona convirtió a la ciudad en un punto estratégico y el salazón y el garum, la omnipresente salsa romana, unidos a la propia importancia administrativa de la ciudad, elevaron su status dentro del Imperio Romano.

En el yacimiento podemos ver una muralla, edificios, un foro, templos, acueductos, palacios… Y todo esto, como decíamos, rodeado de naturaleza y a unos pocos metros del mar.

Los viveros romanos de los Baños de la Reina

Entre las playas de España con historia, sin abandonar la época romana ni los yacimientos arqueológicos podemos visitar en Calpe, Alicante. Una antigua piscifactoría romana cuyos restos quedaron separados de la tierra por un terremoto, pero hace unas décadas ya que se volvió a trazar la unión, añadiendo tierra.

Aunque hablamos de restos romanos, en realidad en el lugar se han ido superponiendo civilizaciones desde hace 5.000 años. Lo más llamativo es que han quedado pequeñas termas y algunos viveros de la época romana donde se pueden distinguir perfectamente las balsas, unidas al mar, donde se criaban los peces. Estas estructuras excavadas en la roca se meten en el mar, o más bien el mar se mete en ellas.

Trafalgar, una playa y una batalla

La playa de Trafalgar, en Barbate, Cádiz, tiene un faro que se encendió por primera vez en julio de 1862 y que es característico de esta playa. Antiguamente, donde está el faro los romanos tenían un templo y, como la historia es un hilo continuo, sobre él los árabes levantaron una torre de vigilancia. Una atalaya que más tarde sirvió para controlar los ataques de piratas berberiscos.

Desde ese lugar tan especial, el 21 de octubre de 1805 quizás se podría haber visto una de las batallas navales más famosas de la historia de España: la batalla de Trafalgar, donde los españoles y los franceses, con Napoleón en el poder, se enfrentaron a la flota inglesa comandada por el mítico Nelson. Hablamos de una enorme batalla naval con unos 60 barcos y miles de muertos.

Pérez Galdós le dedicó a la batalla de Trafalgar la primera novela de los Episodios Nacionales. Y no es el único autor que ha novelado aquella fecha, nefasta para España. Nefasta para nosotros y buena para los británicos, que por eso tienen una plaza con el nombre de Trafalgar en Londres. Eso sí, los vencedores también pagaron su precio. Lo más destacado de ese precio fue la muerte de Horatio Nelson, un mito dentro de la marina británica.

Durante los días y semanas posteriores a la batalla fueron llegando a la costa gaditana, incluida esta playa de Trafalgar, restos de los barcos hundidos en el enorme combate naval. Velas, maderos, aparejos… Y también llegaron personas. Estos restos siguen en aquella costa, por lo que meter los pies en el agua es algo especial, es un baño con historia.

La playa de Doniños, donde desembarcaron los ingleses en Ferrol

Cambiando de punto cardinal en el mapa de la península Ibérica llegamos a Ferrol. Allí tuvo lugar en agosto del año 1800 la batalla de Brión, también conocida como la batalla de Doniños. En ella los británicos trataron de atacar a la fen la zona de Ferrol a flota española y desembarcaron en la playa de Doniños principalmente, ya que algunos bajaron a tierra por la playa de Sanjurjo, al norte del anterior arenal.

En las primeras horas del día 25 de agosto, los vigías españoles vieron casi 100 velas entre la calima, aunque finalmente serían más de 100 los barcos que los británicos colocaron en la zona para atacar. No fue un desembarco ligero, sino que llegaron a 10.000 los británicos que pusieron el pie en tierras gallegas, comenzando por esta playa.

Los españoles enviaron tropas por tierra a la zona y desembarcaron infantes de marina de sus barcos. La batalla, que duró dos días, parecía favorable a los ingleses, que podía poner en peligro a Ferrol. Pero la dura resistencia española y el miedo de los atacantes a que llegaran refuerzos, obligó a los ingleses a ordenar la retirada de los soldados hacia sus barcos. De haber conseguido su objetivo, el golpe a la flota española hubiera sido terrible, porque el arsenal y la flota en Ferrol eran más que importantes para el bando español.

Grecia y Roma se juntan en Empúries

Cruzando de nuevo el mapa viajamos en el espacio y en el tiempo, porque volvemos a la época romana y además llegamos hasta la griega. En el yacimiento de Empúries (Ampurias), en L´Escala (Girona), nos encontramos casi unidos restos griegos, del antiguo Empòrion, y restos romanos, de la ciudad de Emporiae, que nació a partir de un asentamiento militar. Todo esto con el mar como marco, lo que nos permite disfrutar de un entorno impresionante.

De nuevo comprobamos lo importante que era (y es) en la vida de los seres humanos las playas y la costa. Para el comercio y para que la vida floreciera. En el yacimiento griego de Empúries, muy cercano a la playa de Sant Martí, se puede ver restos de muchos edificios: desde una factoría de salazones, santuarios, a alguna escultura y el trazado de la ciudad.

Los griegos se establecieron allí en el siglo VI a.C. y, en torno al año 200 a.C., un campamento militar romano ocupó la zona. Con el tiempo las construcciones griegas y romanas llegaron a ser un único lugar. De nuevo, una visita a los restos junto al mar y la playa son un paseo metafórico y literal por la historia. De la época romana, por no repetirnos, habría que destacar la domus de los mosaicos, que es una muestra maravillosa de la forma de construir y ornamentar las viviendas de los romanos.