En los últimos años, Oporto, al norte de Portugal, ha sido descubierta por miles de turistas que aún no se habían dado cuenta de la belleza de la ciudad “Invicta”, como es conocida, porque nunca se ha dejado vencer ni conquistar. A excepción de los turistas que ahora la invaden y se enamoran de sus rincones.
Los varios premios de turismo internacionales también sirvieron para poner la ciudad en el radar de los viajeros. En 2022, por ejemplo, Oporto fue considerado el mejor destino de ciudad del mundo por el World Travel Awards, también conocidos como Los Óscar del turismo.
Hay mucho para conocer y explorar en Oporto. Desde el topo de la Torre de los Clérigos hasta la zona de la Ribeira, donde pasan los barcos que te llevan a recorrer los seis puentes del río Duero. Pero no faltan lugares sorprendentes para descubrir fuera de Oporto.
Desde pueblos de esquisto hasta lugares abandonados, las opciones son muchas. Sin embargo, hay algo que los une: el aire pintoresco y la espectacularidad del paisaje que los rodea. Te dejamos algunas sugerencias de pueblos a menos de una hora en coche de Oporto para que puedas huir del bullicio de la ciudad.
1. Quintandona (Penafiel)
A tan solo 30 minutos en coche de Oporto hay un pueblo que sorprende a los amantes de los pueblos portugueses bien conservados. Quintandona es un pueblo de esquisto de la Ruta del Románico, en el municipio de Penafiel, restaurado con muy buen gusto.
Quintandona es un pueblo pequeño, con poco más de 60 habitantes, pero lleno de encanto. Casi todas las casas y muros están construidos en esquisto, lo que lo hace único en la región.
El azul brillante y las vidrieras de la capilla centenaria, la picota, las viejas lámparas que iluminan los callejones y los distintos hórreos son algunas de las razones por las que merece la pena perderse en Quintandona.
2. Trebilhadouro (Vale de Cambra)
Situado en las terrazas de la sierra de Freita, el pueblo de Trebilhadouro estuvo deshabitado durante varios años. Pero, tras ser recuperado para el turismo rural, hoy tiene una nueva vida.
Esta pequeña perla del municipio de Vale de Cambra es el lugar ideal para aquellos que quieren viajar en el tiempo y reponer energías a menos de una hora de Oporto. Mantiene la arquitectura original de una tierra de labradores, las trillas y los canastros. Es un lugar de paz que inspira largos paseos por la montaña.
3. Cabroelo (Penafiel)
El pueblo de Cabroelo está enclavado en un magnífico paisaje verde, con la sierra de la Boneca y el valle del río Mau al fondo. A poco más de 40 minutos en coche desde Oporto, este pueblo se encuentra en el municipio de Penafiel.
Las construcciones de granito, esquisto y madera atraen a los visitantes. En el centro, observa las casas tradicionales y fíjate especialmente en la casa Alves, de 1805, un ejemplo de arquitectura tradicional con su larga fachada. Pero es en lo alto del pueblo donde se encuentra uno de sus mayores tesoros: la capilla de San Mateus, un templo reconstruido en 1872, con un curioso altar barroco tallado.
La broa (tipo de pan de maíz elaborado tradicionalmente en Portugal) es uno de los alimentos típicos del lugar y por eso tuvo derecho a un museo. El Museo de la Broa está situado en la parte baja del pueblo, a orillas del arroyo Trunqueira. Aquí, además de conocer las distintas etapas de la elaboración de la broa, visita los molinos recuperados, distribuidos a lo largo del arroyo.
4. Pias (Cinfães)
El pueblo de Pias está situado a más de 150 metros de altitud, en el margen izquierdo del río Bestança y al sur del río Duero. Es un pequeño pueblo, que a lo largo de su historia se ha beneficiado de su ubicación junto a cursos de agua dulce.
Además del entorno natural, este lugar está lleno de tradiciones, donde destacan el folclore, la agricultura y la gastronomía. Con pocos habitantes hoy en día, se dice que el pueblo ha estado habitado durante muchos años. La proximidad del río y la construcción de un puente en la Edad Media habrían beneficiado la actividad agrícola en otros tiempos.
También destaca su patrimonio arquitectónico. En el centro del pueblo, servido por antiguas y pintorescas calles de losas de granito, encontramos un canal de agua que atraviesa todo el pueblo para regar las tierras agrícolas, un histórico reloj de sol, ermitas, dos capillas, varias casas solariegas y recientemente el Centro de Interpretación Ambiental del Valle Bestança.
5. Estorãos (Ponte de Lima)
Ya en el municipio de Ponte de Lima, a casi una hora en coche de Oporto, está Estorãos, un pueblo de la región de Minho con una riqueza singular. Las aguas claras y cristalinas del río con el mismo nombre provienen de lo alto de la sierra de Arga. Este es un elemento que marca el paisaje local. Las aguas del arroyo serpentean entre bosques y tierras de cultivo hasta llegar al pueblo.
Hay algunos atractivos especialmente encantadores, como el pequeño puente de piedra románico, que está cerca de un antiguo molino, que aún mantiene intacta una rueda de madera. El molino fue convertido en casa rural y puede reservarse en EscapadaRural para una pequeña escapada fuera de la ciudad con vista para la montaña y la playa fluvial.
Ângela Coelho
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