La provincia de Segovia es uno de los destinos más sorprendentes que podemos visitar en invierno. En esta época la nieve es bastante habitual en su capital y en sus pueblos de interior. Podemos visitar esta bonita tierra todo el año, claro, pero durante el invierno tiene ese toque especial al quedar cubiertos por el siempre mágico manto blanco sus monumentos históricos, sus plazas y calles empedradas y sus pueblos de ensueño. ¿Te apetece conocerlos con ese aspecto de estampa invernal?
Si no sabes por dónde empezar, toma nota de esta lista con los 10 pueblos más bonitos de la provincia de Segovia que vale la pena visitar en invierno. Déjate llevar por su belleza y encanto. Eso sí, no te vamos a engañar: tendrás que abrigarte bien porque las temperaturas medias son bastante bajas en esta provincia de interior. Y es que Segovia es una tierra naturalmente de invierno.
Pedraza
Es una típica villa medieval que nos hará viajar al pasado, con calles empedradas, casitas con terrazas de forja y flores y una Plaza Mayor porticada, con pilares y madera. Y lo mejor de todo: solo se puede entrar al pueblo a través de la Puerta de la Villa. A su lado, podemos visitar un museo en el recinto que antes funcionaba como cárcel.
El mayor emblema es el castillo de Pedraza, que se asienta sobre una fortaleza árabe del siglo XIII que se volvió a hacer en el siglo XVI. ¡Imagínate todo esto cubierto por un precioso manto blanco!
La Granja de San Ildefonso
Si ha nevado, una visita a este pueblo nos adentrará de lleno en un paisaje de cuento. Está a los pies de la Sierra de Guadarrama, que en invierno suele tener bastante nieve. Su gran atractivo turístico es el Palacio Real, de estilo barroco y que data del siglo XVIII, y sus jardines, con 26 fuentes monumentales inspiradas en la mitología. El complejo es enorme: ocupa casi 150 hectáreas, por lo que a menudo se le conoce como “el Versalles español”.
Si hay algo típico de La Granja de San Ildefonso son sus judiones, una especie de alubia de gran tamaño que se usa para elaborar platos segovianos tradicionales como estofados o cocidos. Una buena excusa para calentar el estómago y reponer fuerzas.
Sepúlveda
Nos vamos a un pueblo donde no es solo bonito su núcleo urbano (que, por cierto, es Conjunto Histórico-Artístico), sino también su entorno: está junto a las Hoces del Duratón y su centro de interpretación. Hay que ver las ruinas del viejo castillo de Fernán González, con una curiosa espadaña; el Santuario de la Virgen de la Peña, con un mirador de las Hoces; el Museo de los Fueros de Sepúlveda; o la antigua cárcel del pueblo, que hoy es un museo y alberga la oficina de turismo.
Coca
Si te gustan los castillos, y más en invierno, cuando quedan envueltos por ese aire melancólico y mágico que transmite el frío y la nieve, no te puedes perder el municipio de Coca. Su fortaleza se erigió en el siglo XV y es de estilo gótico-mudéjar; llama la atención su enorme foso (¡ojo los que tengáis vértigo!).
Como curiosidad te diremos que es uno de los poblamientos continuados –que no se han abandonado nunca- más antiguos de España. Por aquí pasa el Camino de Santiago, cuyos peregrinos crearon, en su día, el Hospital de Nuestra Señora de la Merced. En las afueras de la localidad puedes visitar el yacimiento romano de los Cinco Caños.
Ayllón
Seguimos por otra fantástica villa medieval segoviana que se hizo conocida por tener hasta 7 iglesias en su municipio. Hoy han desaparecido la mayoría y solo una (Santa María la Mayor) mantiene la actividad de culto. Otra, la de San Miguel Arcángel, se ha reconvertido en oficina de turismo y espacio para eventos culturales. Como dijo Unamuno: ¡Renovarse o morir!
Otros planes para hacer en este coqueto pueblo son cruzar el río a través del puente romano y ver el “Arco”, que es la única puerta que sobrevive en la actualidad de la antigua muralla.
Maderuelo
Este invierno te recomendamos ir a este pueblo de la provincia de Segovia que te sorprenderá porque está rodeado por el embalse de Linares. Cuando baja el nivel del agua –no pasará en esta época del año-, todavía se puede ver el pueblo que ahogó, Linares del Arroyo, y el Puente Viejo que le unía a él.
El entorno de Maderuelo es perfecto para dar un paseo, ya que está junto al Parque natural de las Hoces del río Riaza.
Fuentidueña
Nos gusta este pueblo por su espectacular panorámica, por la belleza de su paisaje, por su configuración, porque en invierno es todavía más alucinante. Está entre el río Duratón y una colina en la que permanecen las ruinas de la antigua muralla. Para tener las mejores vistas, recomendamos subir por la carretera de Calabazas.
Hace un tiempo Fuentidueña se hizo famoso en las redes sociales por sus “casitas de hobbits”, que en realidad son bodegas que hoy ya no se utilizan como tales, pero que son curiosas de visitar.
Navafría
Nos adentramos en un precioso pueblo de montaña que es fácil ver nevado en invierno, ya que está a casi 1.200 metros de altitud, en el corazón de la Sierra de Guadarrama. Además de visitar sus joyas arquitectónicas y culturales –como la Plaza del Mayo, la iglesia de San Lorenzo o El martinete de Navafría, un taller preindustrial que hoy es un museo etnográfico-, también podemos acercarnos a tesoros naturales como la cascada de 20 metros El Chorro.
El Espinar
Se trata del segundo municipio más extenso de la provincia de Segovia, que cuenta con un rico patrimonio natural, ideal para los amantes de la naturaleza. Se sitúa en la falda norte de la Sierra de Guadarrama y forma parte de la Reserva de la Biosfera del Real Sitio de San Ildefonso – El Espinar.
El Espinar cuenta con un hide para observar y fotografiar la naturaleza, así como un observatorio de aves. Además, el municipio cuenta con un observatorio astronómico desde donde comienza la Senda de los Pastores, que es una de las pocas rutas en España con el Certificado Starlight. Esta senda forma parte de la red de miradores estelares de Segovia, ubicados a lo largo de la Cañada Real Soriana Occidental en su paso por la provincia.
Cuéllar
Es el más grande de todos los pueblos de Segovia que hemos visto, ya que ronda los 10.000 habitantes. Destaca su fortaleza y su muralla. Lo más curioso es que su imponente castillo medieval, construido entre los siglos XI y XVIII -el edificio más importante del municipio-, no es un espacio pasivo que únicamente recibe visitas (que también): es un instituto en el que dan clases a diario centenares de alumnos de Secundaria y Bachillerato.
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Raquel Andrés
Periodista y aventurera. Colaboradora en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. En mi mochila nunca falta saco ni esterilla. Ah, también soy un intento de baserritarra.
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He echado en falta, en los pueblos más bonitos de Segovia, Riaza.
Hola, Manuel: gracias por tu comentario. La verdad es que la provincia de Segovia tiene tantos pueblos de extraordinaria belleza que nos ha sido muy difícil elegir solo 10. 🙂 Y sí, ¡Riaza es precioso!
Segovia (vecino próximo de mi pueblo) Madrid es la guinda de la tarta de una tierra preciosa sobria y recia como es Castilla León hay pocas comunidades tan diversas y bonitas como ella yo la Amo!!!