La llegada del frío es un acontecimiento muy esperado por un gran número de gente. Las bajan temperaturas dan inicio a la Navidad -aunque este año el tiempo haya sido más cálido de lo habitual- y es el momento más ilusionante para todos aquellos amantes de los deportes invernales.
Con las primeras grandes nevadas, las estaciones de esquí se llenan de esquiadores queriendo disfrutar de una o varias jornadas sobre las pistas blancas. Sin embargo, no todo es actividad física. Cuando la estación cierra contamos con distintas opciones recreativas como visitar poblaciones cercanas. Incluso, podemos alojarnos en estas para descansar después de una dura y divertida jornada esquiando.
Estos son algunos de los pueblos cerca de estaciones de esquí en España que podemos visitar.
Vielha
Entre las múltiples opciones que encontramos por todo el territorio, la primera parada la realizamos en Cataluña. Concretamente en Vielha.
Gracias a su arquitectura características de montaña con viviendas de piedra, madera o tejados de pizarra, Vielha nos ofrece la típica estampa pirenaica catalana. Su casco antiguo, además, forma parte del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.
Con el paso del tiempo el municipio se ha convertido en uno de los puntos más importantes del esquí en invierno, por lo que recibe miles de visitantes cada año gracias a su cercanía con la estación de Baqueira-Beret.
Su zona montañosa de los alrededores permite realizar otras actividades como la bicicleta o el turismo de aventura. Algunos también deciden descubrir la zona a bordo de un todoterreno con el que pueden disfrutar de la localidad cuando no se encuentran esquiando.
Artíes
Sin abandonar Cataluña encontramos otro de los mejores pueblos cercanos a la estación de esquí de Baqueira-Beret, un referente mundial del invierno en Lleida que está a unos siete kilómetros del pueblo de Artíes.
Esta localidad de la Val d’Aran cuenta con todo tipo de atractivos entre los que destaca la arquitectura. Así, podemos ver la iglesia de Santa María que es considerada Monumento Nacional en cuyo altar se conservan todavía pinturas murales de los siglos XII al XVIII.
Benasque
Desplazándonos a Huesca encontramos Benasque. Esta localidad está a algo más de siete kilómetros de la estación Aramón Cerler y es una parada obligada para disfrutar de la naturaleza salvaje en los Pirineos. A unos 1.500 metros de altitud podemos conocer un bonito pueblo que todavía conserva su casco antiguo de forma intacta.
Además, en él existen construcciones románicas o palacetes nobiliarios que envuelven la localidad de un aura mística. Sin embargo, en invierno se transforma en todo un centro neurálgico del esquí gracias a su fantástica ubicación y comodidades.
Órgiva
Pero no solamente encontramos pueblos cerca de estaciones de esquí en los Pirineos. El sur de España también cuenta con una gran oferta de esquí, por lo que Sierra Nevada resulta una muy buena opción. Órgiva, por ejemplo, es un municipio de la Alpujarra granadina más que recomendable si deseamos esquiar en esta zona. Cabe destacar que la mayoría de su población es extranjera que fueron amantes de la filosofía hippie.
La localidad cuenta con una iglesia parroquial, Nuestra Señora de la Expectación, con dos torres gemelas que fascinan a los visitantes. Además, el 20 de enero la población celebra las fiestas patronales en plena temporada alta, por lo que resulta una gran opción si deseamos complementar nuestra jornada esquiando.
Güéjar Sierra
Güéjar Sierra es otro de los pueblos cerca de estaciones de esquí y es una de las mejores opciones en el sur del país. Está a unos 25 kilómetros de las pistas y esta localidad de Sierra Nevada cuenta con todo tipo de atractivos de montaña. Desde ella surgen muchas de las rutas senderistas más recomendables de la zona, por lo que es una idea excelente si deseamos combinar ambos deportes.
Una gran experiencia es recorrer alguna parte del tramo del antiguo tranvía. Todavía hoy en día se pueden visitar los túneles y algunas de las estaciones se han reconvertido en lugares perfectos para disfrutar de una jornada veraniega gracias a las pozas de agua o la gastronomía de la zona.
Piedrafita de Jaca
Volvemos a Huesca, concretamente a una localidad cercana a la estación de esquí Aramón Formigal-Panticosa. Piedrafita de Jaca es una de las mejores localidades para visitar tras una jornada descendiendo montañas. Una pequeña pero acogedora iglesia es la mayor exposición arquitectónica en el municipio.
Además, la localidad se encuentra en el Parque Faunístico Lacuniacha, donde gracias a su imponente naturaleza se pueden realizar todo tipo de excursiones. Incluso es posible observar ciervos, lobos y osos que habitan este imponente enclave.
Puebla de Lillo
Muy cerca de la estación de esquí de San Isidro, a unos 15 kilómetros, está Puebla de Lillo. Dedicado tradicionalmente a la minería y al talco, se trata de uno de los pueblos con más historia y encanto de los Picos de Europa leoneses, en el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre.
Entre su patrimonio arquitectónico encontramos su iglesia parroquial y un torreón del siglo XIV. En este último actualmente está la Casa del Parque Regional de Picos de Europa, aunque en sus orígenes fue una torre de vigilancia, una cárcel y sede del ayuntamiento.
Junto a la iglesia de Puebla de Lillo también se conserva un antiguo hospital de peregrinos que recuerda a los vecinos que, durante la Edad Media, por allí también pasaban los peregrinos del Camino de Santiago. Hoy el hospital es una casa rural conocida como el Hospital del Caminante I y II, y su arquitectura reúne elementos de hasta cinco siglos distintos.
Albert Martinez
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muchas gracias me encanta, preciosos pueblos.