Llega San Valentín y con él, los días más románticos del año. Y aunque dicen que el amor se tiene que celebrar durante los 365 días del año (opinión con la que estamos muy de acuerdo), la verdad es que es un buen momento para que las parejas celebren su amor a lo grande, y ¿qué mejor que haciendo una escapada?
Sin duda alguna, en España se pueden encontrar muchos lugares con historias de amor convertidas en leyendas. ¡Aquí tienes 5 destinos que te encantarán!
Teruel (Aragón)
Arrancamos nuestro viaje en tierras aragonesas. Y es que en la lista de pueblos más románticos de España, no puede faltar Teruel, escenario de la trágica historia de amor entre los dos jóvenes turolenses Juan Martínez de Marcilla e Isabel de Segura. ¿A quién no le suenan los famosos “Amantes de Teruel”? Podríamos considerarlos como los Romeo y Julieta españoles, pues también pertenecían a dos clases sociales muy diferentes y su romance terminó con un dramático final.
Si decides pasarte por allí, déjanos contarte que en la cripta de la iglesia de San Pedro de Teruel, encontrarás el mausoleo con los restos de los dos amantes. Un dato: Las figuras de los dos sarcófagos se cogen de la mano, unidos para toda la eternidad. ¿Puede ser más bonito? Y ojo porque desde 1996, Teruel celebra una recreación medieval teatralizada de Las Bodas de Isabel Segura. ¡Una auténtica maravilla!
Luarca (Asturias)
Dejamos Aragón para irnos hasta Asturias, más concretamente a la localidad de Luarca, para contarte la leyenda de Cambaral. Sí… es otra dramática historia de amor, en este caso, protagonizada por un malvado pirata llamado Cambaral y una joven doncella. Al parecer, la llegada a Luarca de unos malvados piratas (liderados por Cambaral), no fue muy bien recibida, ya que eran conocidos por su absoluta crueldad. Tras los distintos abusos de estos hombres, el señor de La Atalaya decidió tenderles una trampa y capturó al pirata Cambaral.
Tras ser encarcelado y estar herido de gravedad, la hija del señor de la fortaleza fue a curarle las heridas, haciendo que naciese el amor entre ellos. Pero aquí tampoco acabó bien la cosa: La pareja planeó su huida juntos, pero este acto de rebelión no fue bien visto por el padre de ella, quien acabó cortándoles la cabeza a los dos y lanzándolas a las aguas del puerto. Esta trágica historia desembocó en lo que actualmente se conoce como el Puente del Beso, creado en su honor y que se puede visitar si decides pasarte por Luarca.
Pedraza (Segovia)
¿Eres fan de los castillos encantados? En ese caso, ya tardas en visitar el Castillo de Pedraza. Esta joya medieval que se encuentra a una hora de Madrid, es sin duda, uno de los destinos preferidos de turismo rural. Cuenta la leyenda que el señor del castillo estaba totalmente enamorado de una joven, pero su amor no era correspondido ya que ésta amaba a otro.
Y aquí llega la parte trágica: al parecer, loco de celos, el noble decidió acabar con la vida de los dos jóvenes. Según han solido comentar los lugareños, algunas noches de luna llena aparecen dos misteriosas figuras con coronas de fuego que merodean por los alrededores del castillo. ¿Te imaginas ir y verlo?
El Parque de Garajonay (La Gomera)
¡Viajamos a las Islas Canarias! ¿Qué tal si hacemos una visita a la isla de la Gomera? Y es que el Parque Nacional de Garajonay pone nombre a esta bonita leyenda que habla de Gara, una princesa gomera, y Jonay, un príncipe tinerfeño. Al parecer, ambos se enamoraron durante un encuentro entre los menceyes de La Gomera y de Tenerife.
En esta historia también, las familias de ambos no veían con buenos ojos su relación, lo que provocó que los jóvenes decidiesen escapar y refugiarse en los montes más altos de La Gomera. La familia de Gara no tardó en encontrarlos, pero la pareja optó por morir juntos a vivir separados, y de esta manera, afilaron una lanza por ambos extremos, apoyándose en ella y juntándose hasta la eternidad. ¡Increíble!
En la actualidad, el Parque Nacional de Garajonay es un espacio natural protegido que se extiende por más del 10 % de la superficie de la isla de La Gomera. En 1986, la Unesco lo catalogó Patrimonio de la Humanidad, lo que lo convierte en una zona a visitar obligatoria.
Peñíscola (Castellón)
Aish… y hablando de pueblos románticos, llegamos a Peñíscola. Y es que, su pasado medieval ha dado lugar a multitud de leyendas, como la del Papa Luna, que según se cuenta, perdió su anillo papal mientras huía del castillo templario. Pero en esta ocasión, nos queremos centrar en la preciosa historia de Justa y su amor por la tierra natal.
Justa fue una mujer cuya familia pasaba por muchas penurias, por lo que decidió aprenderse la historia de Peñíscola y compartirla con los visitantes a cambio de la voluntad. Con el dinero obtenido, Justa y su marido se construyeron una preciosa casa y ojo al detalle… la decoraron con conchas del mar, en homenaje al Mediterráneo. Hoy en día, se conoce como La Casa de las Conchas y se ha convertido en uno de los emblemas de Peñíscola. ¡Te encantará!
¡5 destinos, 5 leyendas para disfrutar del amor a lo grande!
Redacción ER
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Sobre los sarcófagos de los amantes de Teruel no llegan a cogerse de la mano: incluyen numerosos símbolos que aluden a la leyenda. Ella por ejemplo lleva los pies desnudos, siendo símbolo de pureza. Así como él tiene la mano en el pecho, como corresponde a un personaje valiente. Los dos parecen girarse para mirarse, pero no lo consiguen. Al igual que se tienden la mano, pero no las llegan a unir, como imagen contundente de que su amor era imposible.
Una historia bonita , que acaba bien , es la del tejo y el olivo de Santa María de Lebeña ( Cantabria )
Y la leyenda de los Amantes de Graus, que acaban bien (para ellos) y por eso no es conocida.
Los elementos más destacados del Palacio de los Mur, en Graus (Huesca) son los dinteles con inscripciones sobre las puertas. En estas inscripciones puede leerse con letras entrelazadas “Rodrigo ama a Marica”. Para otros estas inscripciones tan solo reflejan el nombre del noble “Rodrigo de Mur y Marca”.
De entre todas las versiones de esta historia-leyenda destaca sobremanera una que cuenta que Rodrigo padre obligaba a casar a su hijo, también llamado Rodrigo, con Margarita Solano, hija de una adinerada familia. Pero Rodrigo a quien verdaderamente quería era a María (Mariíca es el diminutivo en el dialecto grausino), una de sus sirvientas. Por eso, el día que debía celebrarse el compromiso y con toda la gente reunida en el palacio, Rodrigo hizo descubrir la inscripción que había tallado en los dinteles. Margarita al leerla salió avergonzada y Rodrigo, a pesar de la desaprobación de su familia, se casó finalmente con María.