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Ciudad Real es una de las provincias de España más desconocidas a nivel turístico. Pero si tenemos tiempo y ganas, somos amantes de los paisajes genuinos y nos apasionan la historia y la cultura, no nos arrepentiremos de visitarla. En los pueblos de Ciudad Real podremos encontrar auténticas joyas de incomparable belleza que bien merecen nuestra visita. El auténtico carácter manchego y el rastro del Quijote nos acompañarán en nuestro recorrido. ¿Te vienes a Ciudad Real?
Alcázar de San Juan, el Corazón de La Mancha
Ubicada a unos 100 kilómetros al noreste de la capital de provincia, Alcázar de San Juan es conocida como ‘El Corazón de La Mancha’. Está situada en una ruta de paso utilizada por las diferentes civilizaciones que han habitado la península ibérica y que, lógicamente, han dejado su huella en la localidad: podemos encontrar yacimientos prehistóricos, vestigios celtíberos, mosaicos romanos y huellas musulmanas.
No obstante, es en la Edad Media cuando Alcázar de San Juan logró su mayor esplendor. De esta época de la historia datan, por ejemplo, la iglesia de Santa María la Mayor y el Torreón del Gran Prior, que es quizás el edificio más emblemático de la villa. Es muy destacable su patrimonio religioso, ya que cuenta con tres iglesias declaradas Bien de Interés Cultural, entre otros atractivos. El municipio acoge también más de una decena de museos: del vino, del ferrocarril, de la cerámica o del traje manchego, por ejemplo.
Como ocurre en muchos pueblos manchegos, el espíritu cervantino y quijotesco está muy presente en Alcázar de San Juan. Así, pasear por las calles alcazareñas nos permitirá ir descubriendo estatuas, azulejos y calles que nos evocarán al genial autor y su más célebre obra. Los famosos molinos de viento, en los que podremos asistir a una molienda tradicional, o el museo Casa del Hidalgo, que ahonda en la vida de estos personajes históricos que inspiraron a Miguel de Cervantes, nos permitirán adentrarnos en la atmósfera de la novela española más universal.
Almagro y su corral de comedias, un teatro sin igual en el mundo
Uno de los pueblos de Ciudad Real de parada obligada en nuestra ruta es Almagro, considerada como la cuna del teatro en España. No obstante, en este pintoresco pueblo podemos encontrar una muestra de arquitectura civil única en el mundo. El Corral de Comedias de Almagro data del siglo XVII, mantiene su estructura original y continúa programando representaciones.
Tras haber acogido en su momento las obras de los grandes autores del Siglo de Oro español, el teatro reabrió en 1954 y fue declarado Monumento Nacional al año siguiente. En la actualidad es la sede, junto a otros edificios de la localidad, del festival internacional de Teatro Clásico más importante del mundo. En Almagro también podemos encontrar el interesante Museo Nacional del Teatro, aunque actualmente se encuentra cerrado por reformas (reabrirá en 2025).
Pero el Corral de comedias no es el único atractivo que nos ofrece Almagro. Es muy destacable su plaza Mayor porticada en colores turquesa, el auténtico epicentro de una localidad cuyo casco histórico está declarado como conjunto histórico-artístico. En él podemos encontrar distintos edificios de carácter religioso muy interesantes, como la iglesia de San Bartolomé, la antigua universidad y convento de Nuestra Señora del Rosario, o el convento de Santa Catalina, hoy convertido en parador nacional. Completan el conjunto patrimonial de Almagro distintas casas solariegas y palacios familiares que vale la pena descubrir con calma a lo largo de nuestro recorrido por el pueblo.
Almadén, un pueblo con un gran patrimonio minero
Almadén es una localidad manchega que posee un gran patrimonio industrial, herencia de su carácter minero. Está situada cerca de las provincias de Córdoba y Badajoz. Aquí funcionó desde la época de los romanos una de las minas de mercurio más importantes del mundo. Estuvo en explotación durante dos milenios, hasta que cerró en 2002. Poco más tarde, en 2011, la Unión Europea prohibió el uso del mercurio por el peligro de envenenamiento que conlleva. Se calcula que alrededor de un tercio de todo el mercurio que ha utilizado la humanidad en la historia proviene de las minas de Almadén.
Para conocer las minas, que se habilitaron y se abrieron al público en 2006, es posible realizar visitas guiadas al Parque Minero de Almadén. Desde 2012, las minas de Almadén están declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. También se pueden visitar otros edificios relacionados como la Academia de Minas o el Real Hospital de Mineros. Otro punto de interés destacado en la localidad es su antigua plaza de toros hexagonal. También posee distintos edificios monumentales de carácter religioso.
Argamasilla de Alba, ¿cuna del Quijote de Cervantes?
Argamasilla de Alba es una de las localidades manchegas que se atribuye ser la cuna del Quijote, aunque en este tema siempre ha habido controversia. El caso es que Argamasilla se promociona como #ElLugar del cual el Quijote no quería acordarse y en el que Miguel de Cervantes comenzó a escribir su célebre obra. Se supone que lo hizo en la cueva de Medrano, en los bajos de la Casa de Medrano, donde el autor estuvo preso. Tras años de abandono y estando en una alarmante situación de deterioro, el ayuntamiento decidió rehabilitar el edificio a finales del siglo pasado para convertirlo en biblioteca municipal, sala de exposiciones, auditorio y oficina de turismo.
Otro elemento muy destacado del patrimonio arquitectónico de Argamasilla de Alba es el castillo de Peñarroya, situado en su término municipal aunque a unos 12 kilómetros del centro del pueblo. Es una de las fortificaciones mejor conservadas de los caballeros hospitalarios y está situado junto al embalse de Peñarroya, en la puerta de entrada al Parque Natural de las Lagunas de Ruidera.
Calzada de Calatrava, un pueblo de cine en Ciudad Real
A menos de 40 kilómetros al sur de la capital de provincia encontramos Calzada de Calatrava. La localidad es famosa por ser el pueblo natal del cineasta Pedro Almodóvar y dispone de un centro cultural en el que se ubica el Espacio Almodóvar, donde se expone vestuario y atrezo de algunas de sus películas. Además, desde aquí parte la Ruta Cinematográfica de Pedro Almodóvar, que recorre varios pueblos manchegos siguiendo las huellas del director.
El centro neurálgico de Calzada de Calatrava es la plaza de España, donde se ubica el ayuntamiento y que cada Semana Santa acoge el popular Juego de las Caras, el único juego profano que está permitido en Castilla La-Mancha. Durante esta celebración, el municipio puede llegar a quintuplicar su población. Otros puntos de interés destacados de Calzada de Calatrava son la iglesia de la Asunción, en el casco urbano, el castillo de Salvatierra, ubicado a las afueras del pueblo y que está declarado como Bien de Interés Cultural, o el antiguo silo convertido en centro de arte al aire libre, cuya fachada está pintada por el artista urbano Okuda San Miguel.
Campo de Criptana y los molinos contra los que peleó el Quijote
Si queremos seguir las huellas de Miguel de Cervantes y el Quijote, tenemos una parada ineludible en Campo de Criptana. Este pueblo de unos 12.000 habitantes destaca por su conjunto de diez molinos tradicionales de viento perfectamente conservados, que están declarados Bien de Interés Cultural. Los expertos sitúan aquí uno de los pasajes más célebres de la literatura universal: la lucha del ingenioso hidalgo contra los gigantes imaginarios. De hecho, Campo de Criptana es conocida también como Tierra de Gigantes.
Del conjunto de diez molinos, tres conservan su maquinaria original y uno de ellos se pone en funcionamiento cada sábado. Seis de los restantes han sido restaurados y acondicionados como museos de diferentes disciplinas. Uno de ellos está dedicado a la actriz y cantante Sara Montiel, natural de Campo de Criptana. El último molino se utiliza como oficina de turismo. Por otro lado, la localidad también cuenta con un Centro de Interpretación del Molino Manchego.
Pero los molinos de viento no son el único punto de interés del pueblo. El albaicín criptano, en el camino de bajada desde la sierra de los Molinos hacia el centro histórico, es perfecto para pasear por sus calles estrechas y empinadas repletas de casas encaladas. Tiene mucho encanto. Ya en el núcleo urbano de Campo de Criptana, encontraremos otros tesoros ocultos a simple vista como sus fuentes de agua manantial de la sierra o un conjunto de casas-cueva. El pueblo cuenta también con un nutrido programa cultural con eventos durante todo el año.
Daimiel, un parque nacional único y mucho más
Cuando pensamos en Daimiel irremediablemente nos viene a la mente el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Se trata de un enclave único, un oasis de agua en mitad de La Mancha de una gran belleza natural y con un valor ecológico incalculable, que ha estado recientemente en peligro debido a la crisis climática. El acceso a las Tablas de Daimiel es gratuito, bien de forma libre o con visitas guiadas, que se pueden reservar en su página web oficial.
Solamente el parque ya justifica una visita a este pueblo, pero Daimiel tiene mucho más que ofrecer. Por ejemplo, un yacimiento arqueológico de 4.000 años de antigüedad como la motilla del Azuer, la única visitable de España, o dos iglesias que son Bien de Interés Cultural, como la de Santa María la Mayor y la de San Pedro Apóstol. También está declarada como Bien de Interés Cultural la posada de Borondo, del siglo XVI. Por último, en la plaza de España, punto de encuentro para el ocio de los daimieleños que también tiene interés arquitectónico, podemos encontrar un olivo milenario al que se rinde homenaje cada enero en la Fiesta del Olivo.
Fuencaliente, cruce de caminos hacia el sur con muchos atractivos
Fuencaliente es un pequeño municipio de Ciudad Real, de unos 1.000 habitantes, situado junto a la frontera con Córdoba. Tradicionalmente era un lugar de paso obligado y cruce de caminos hacia el sur de la península. El pueblo está construido entre peñones en las faldas de La Serrezuela y posee un pintoresco entramado de callejuelas, cuestas empedradas y casitas blancas. Uno de los pueblos indispensables de Ciudad Real, un lugar con mucho encanto en el que perderse paseando para descubrir rincones llenos de magia.
Entre los lugares de interés de Fuencaliente destacan las numerosas fuentes de agua natural que salpican el pueblo. Cuenta también con un balneario de aguas termales en el centro de la localidad. En los alrededores podemos encontrar distintos miradores desde los que apreciar el pueblo con magníficas vistas, además de varios yacimientos de la época romana y varios conjuntos de pinturas rupestres repartidos por el valle, que están declarados Bien de Interés Cultural. Es también un destino certificado Starlight.
Manzanares, uno de los pueblos de Ciudad Real con mayor legado histórico
Una de las localidades manchegas donde mejor se puede apreciar el legado histórico de esta tierra es sin duda Manzanares. La ciudad de unos 18.000 habitantes alberga distintos edificios de gran interés y un patrimonio histórico muy relevante. Destaca en primer lugar el castillo de Pilas Bonas o Manzanares, que data del siglo XIII y está declarado Bien de Interés Cultural. También goza de esta distinción la iglesia de la Asunción, ubicada en pleno centro de Manzanares.
Otros edificios reseñables de Manzanares son la ermita de la Vera Cruz o el monasterio de las Monjas de Clausura. Entre las muestras de arquitectura civil destacan el edificio del ayuntamiento y el del gran Teatro de Manzanares, con su colorida fachada, además de distintas casas nobiliarias y solariegas. De todas ellas, una de las más valoradas es la pequeña Casa del Santo, un claro ejemplo de arquitectura popular manchega del siglo XVII que se ha logrado conservar casi intacta y que fue restaurada recientemente.
Por último, Manzanares también posee una buena oferta museística en la que destaca el Museo del Queso Manchego.
Puerto Lápice, un coqueto pueblo que sorprende a sus visitantes
Uno de los pueblos con mayor embrujo de la provincia de Ciudad Real es Puerto Lápice, situado muy cerca del límite con Toledo. El origen de esta población lo encontramos en las ventas que se fueron estableciendo en el enclave, ya que es un punto natural de paso. El pueblo está construido sobre piedra lapícea, de ahí su nombre.
La localidad sorprenderá a sus visitantes con su preciosa plaza Mayor o de la Constitución, una curiosa construcción a dos alturas con soportales y columnas de madera, pintadas en almagre, que recuerda a los corrales de comedias. Una buena opción es pasear por sus calles descubriendo las continuas evocaciones al Quijote. De hecho, Puerto Lápice se menciona cuatro veces en la obra de Cervantes, que sitúa en una de sus ventas la escena en la que el hidalgo es armado como caballero. Otros puntos de interés destacados son la calzada romana, el puente romano y tres molinos de viento manchegos restaurados, que podemos encontrar a las afueras del pueblo.
San Carlos del Valle, el Vaticano manchego
Nuestra penúltima parada en la ruta por Ciudad Real nos lleva hasta San Carlos del Valle, conocida como el Vaticano manchego. El sobrenombre le viene por su monumental iglesia del Cristo del Valle, la construcción que sobresale por encima de cualquier otra y que marca el perfil de San Carlos desde la distancia. Su construcción data del siglo XVIII y es de estilo barroco tardío. Está declarada Bien de Interés Cultural.
La iglesia está ubicada en la plaza Mayor de la localidad, que fue proyectada por el mismo arquitecto, Juan Alejandro Núñez de la Barrera. Esta plaza destaca también por su belleza arquitectónica, tiene un bonito suelo empedrado y está rodeada de pilastras de piedra que soportan galerías con balaustradas de madera. También en la plaza encontramos otro edificio digno de mención: la hospedería municipal de San Carlos del Valle, construida sobre un edificio rehabilitado que abrió sus puertas en 2015, que completa un patrimonio arquitectónico más que interesante.
Villanueva de los Infantes y su imponente patrimonio monumental
Finalizamos nuestro recorrido por Ciudad Real en Villanueva de los Infantes, localidad de unos 5.000 habitantes que es la capital de la comarca del Campo de Montiel, una de las regiones de la provincia. Se trata de una villa monumental, uno de los mayores exponentes del renacimiento y el barroco manchegos, que está declarada Conjunto Histórico-Artístico.
El centro neurálgico del pueblo es su plaza Mayor, que data de principios del siglo XVII. En ella se ubican la iglesia de San Andrés y la Casa Rectoral, dos de los edificios más destacados de su patrimonio arquitectónico. Además, un recorrido por sus calles nos permitirá realizar un viaje en el tiempo hacia la época de la hidalguía, e ir descubriendo con paciencia más de un centenar de casas señoriales con ricas portadas y escudos heráldicos en piedra. La casa del Arco o la casa del Caballero del Verde Gabán son algunas de las más afamadas muestras de arquitectura tradicional en pleno centro de la población.
Villanueva de los Infantes es un punto de interés muy relevante para los amantes de la literatura. Aquí podemos encontrar también las huellas del Quijote, ya que un estudio reciente de la Universidad Complutense sitúa este pueblo tradicional como el punto de partida de las aventuras del hidalgo (ya sabemos que en este tema hay controversia). Además, fue un importante foco cultural durante el Siglo de Oro. Uno de los grandes representantes del movimiento, Francisco de Quevedo pasó aquí sus últimos días, en el convento de Santo Domingo, donde todavía se conserva su celda.
Miguel Perez
Me encanta el fútbol, leer, viajar, descubrir nuevos destinos y contártelos
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