Pueblos de MasterChef: un escaparate de promoción turística
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04.06.2024
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Hace tiempo que MasterChef se consolidó como el talent show culinario más exitoso de la televisión española. No obstante, el programa acaba de cumplir doce años en el prime time de nuestra parrilla. Casi nada. Y acumula una legión de fans que no pierden detalle de cada una de sus ediciones, ya sea en el formato tradicional, el Celebrity, el Junior o los distintos especiales, como el de abuelos o el de Navidad.
Las pruebas de exteriores son uno de los momentos favoritos de esta incansable legión de seguidores. En cada episodio, MasterChef traslada sus cocinas fuera del plató para desarrollar una de las tres fases en que se divide cada entrega. La idea es que no resulte “claustrofóbico” un programa de tres horas de duración, “darle aire al formato, salir para que respire”, como explicaba en declaraciones a El Mundo Macarena Rey, CEO de la productora del concurso (Shine Iberia).
Además de dinamizar los episodios, las pruebas de exteriores sirven de escaparate para mostrarnos un rincón distinto de España cada semana. En muchas ocasiones, los escenarios de estas pruebas son pequeños pueblos del entorno rural, que aprovechan la repercusión del concurso para dar a conocer sus maravillas naturales, culturales y gastronómicas. De esta forma, atraen al turismo hasta sus calles y monumentos. “Todo el mundo está deseando que vayamos porque supone una promoción brutal para ellos», según apuntaba Rey.
Pastrana (Guadalajara), desbordada tras su aparición en MasterChef
En el caso de Pastrana (Guadalajara), la promoción casi resultó demasiado. Desde su aparición en MasterChef, este pueblo de menos de mil habitantes ganó tal número de visitantes que se vio desbordado por el turismo. “Se multiplicó la afluencia al pueblo y, tristemente, no teníamos capacidad ni recursos para acogerlos”, señalan desde la oficina de turismo de la localidad.
En la concejalía de Turismo y Cultura destacan que “aparecer en un programa de tanto prestigio y tantos seguidores es muy importante en términos de difusión de nuestro patrimonio y como publicidad en materia de turismo”. “Las gestiones para grabar en Pastrana se coordinaron desde la Junta de Castilla-La Mancha”, explican.
MasterChef acudió a Pastrana en la quinta edición del formato Celebrity, en 2020. El programa se rodó en el convento del Carmen, un lugar precioso y con mucha historia, fundado hace más de 500 años por Santa Teresa de Jesús. De hecho, en una de sus citas más célebres, la santa pareció adelantarse al evento. “Entre pucheros y ollas también anda Dios”, dijo.
«Entre pucheros y ollas también anda Dios»
Santa Teresa de Jesús
El convento fue restaurado recientemente tras muchos años de abandono. Está declarado conjunto histórico-artístico y se ha adaptado para acoger eventos y congresos. “Un lugar mágico”, según reconocía el chef Jordi Cruz, uno de los jueces del concurso, durante el transcurso del episodio.
Asimismo, como suele hacer en cada localización, MasterChef acomodó su menú para mostrarnos las excelencias de los productos locales. En esta oportunidad, puso especial atención a la miel de la Alcarria, la primera que tuvo Denominación de Origen Protegida en España. La miel fue protagonista del postre que los concursantes tuvieron que cocinar: ‘Manzana y albaricoque con miel de la Alcarria sobre base de galleta’. ¿A que suena delicioso?
Belmonte (Cuenca) y un viaje en el tiempo con MasterChef
Ya hemos explicado que MasterChef sirve de escaparate para que los pueblos del entorno rural den a conocer sus atractivos. Lo tienen claro en la Consejería de Turismo de Castilla-La Mancha, donde una de sus funciones destacadas es “la atracción de rodajes (…) como instrumento de generación de riqueza (…) y promoción de los recursos patrimoniales, naturales y paisajísticos y culturales”.
Como en el caso de Pastrana, desde la junta también gestionaron y patrocinaron la aparición de Belmonte en MasterChef. De hecho, muchas localidades castellanas han acogido pruebas del programa gastronómico más visto de la televisión: Toledo, Cuenca, Guadalajara, el parque Puy du Fou, Sigüenza, Brihuega y Almagro, además de las mencionadas.
En Belmonte, localidad que recientemente acogió la X edición de Coetur, MasterChef nos propuso un viaje en el tiempo. Los concursantes retrocedieron hasta el año 1480 para organizar un banquete y contribuir a lograr la paz tras la Guerra de Sucesión, ya que el Marqués de Villena, señor del castillo, no aceptaba la derrota. La música amansa a las fieras pero más lo hace el estómago lleno, así que finalmente los aspirantes lograron su propósito, gracias a un menú con productos e ingredientes, una vez más, de la zona. Los cocinaron tal y como se hacía en la época, a fuego vivo, sin cocina eléctrica ni utensilios del siglo XXI.
De esta forma, gracias a su aparición en MasterChef Celebrity 4 (2019), el castillo de Belmonte logró difundir entre la numerosa audiencia del talent una de sus principales especialidades: la recreación histórica. Entre sus atractivos turísticos, el castillo ofrece visitas teatralizadas, nos traslada a diversas épocas históricas, gracias a sus recreaciones, e incluso organiza un campeonato mundial de combate medieval.
Chinchón (Madrid) vivió “una revolución” con la llegada de MasterChef
Chinchón se ha convertido en los últimos años en uno de los destinos más populares para las escapadas rurales. Pero no lo era tanto en 2016, cuando acogió la primera prueba de exteriores en el estreno de MasterChef Celebrity. Aquello supuso “una auténtica revolución” en el pueblo madrileño, una promoción “que funcionó como un tiro”, según recuerda Julio César González, informador turístico de la localidad.
González fue uno de los comensales que probaron los platos de los concursantes, quienes volvieron a cocinar productos típicos como potaje de vigilia, callos con setas, estofado de ciervo o pisto con huevo. “Comer no es que comiéramos muy bien, supongo que porque era el primer programa y todavía estaban aprendiendo”, rememora.
El banquete se celebró en la famosa Plaza Mayor de la localidad, despejada de terrazas y cerrada a la circulación. “Hubo gente del pueblo que se disgustó, pero solo fue un día”. Valió la pena, porque “la plaza lució espectacular, que era lo que nos interesaba”. A partir de entonces, Chinchón notó un gran aumento en la afluencia de visitantes. Muchos de ellos reconocían que habían conocido el pueblo gracias a MasterChef. “Nos vino genial”, sentencia González.
En el caso de Chinchón, fue la productora la que se puso en contacto con el pueblo para negociar su presencia en el programa. El Ayuntamiento corrió con los gastos de producción y se hizo cargo de un cánon. En otros casos, como hemos contado, son los gobiernos autonómicos o regionales los que asumen este peaje. “Una inversión que compensa”, según González, ya que el episodio llegó a los tres millones y medio de audiencia: tres millones y medio de visitantes potenciales. “A ver con qué inserción publicitaria en los medios se consigue esa repercusión”.
Platos de MasterChef servidos por estudiantes en Guadalupe (Extremadura)
En su octava temporada (2020), MasterChef visitó el pueblo de Guadalupe, en Extremadura, para rodar en un monumento que, aunque ya tenía previamente una bien ganada fama, también vio aumentar sus visitantes. El Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, declarado Patrimonio Mundial de la Unesco, se considera el segundo lugar de peregrinación en España. Aquí fue donde Cristóbal Colón se encomendó a la virgen antes de emprender su viaje.
Es decir, una de las maravillas más visitadas de Cáceres, que vio aumentada su exposición pública gracias al concurso culinario. En este imponente escenario, los aspirantes se enfrentaron a una prueba muy adecuada al entorno: tuvieron que cocinar recetas monacales con productos típicos de la tierra.
En esta ocasión, además de servir como promoción turística, la grabación de MasterChef supuso una gran oportunidad para un numeroso grupo de estudiantes, ya que fueron los alumnos de servicios de restauración de tres institutos extremeños los encargados del servicio. “Una experiencia muy positiva para los alumnos en su proceso de formación”, según nos han contado desde el IES Santa Bárbara de Plasencia. También participaron estudiantes procedentes de Badajoz y Valencia de Alcántara.
Frigiliana (Málaga) exhibe en MasterChef un producto único: la miel de caña
Como estamos viendo, los pueblos intentan aprovechar el altavoz de difusión de MasterChef para dar a conocer esas maravillas que los hacen especiales. También lo hizo Frigiliana, una de las localidades con más encanto de la Costa del Sol, situada en la comarca de la Axarquía. Este pueblo blanco de calles empedradas posee un espectacular casco histórico, que se asoma al Mediterráneo desde el parque natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Pero, además, produce un alimento único en el mundo: la miel de caña.
Así, no podía ser otro el protagonista de la prueba de exteriores que acogió durante la grabación de MasterChef 8. La única fábrica de miel de caña en activo de la Europa continental está en Frigiliana: el Ingenio Nuestra Señora del Carmen, en pleno casco urbano del pueblo. Esta factoría lleva “casi cuatro siglos de dulce historia” produciendo jugo concentrado de caña de azúcar (así es como la Unión Europea autoriza a denominar este producto). La conocida como miel de caña es un edulcorante muy versátil y con numerosas propiedades beneficiosas, que quedaron de relieve en la emisión.
Para Miel De la Torre, la empresa que se encarga de fabricar este producto, su aparición en MasterChef “supuso un boom de llamadas y mails” solicitando información, tal y como nos cuenta Javier Mesa De la Torre, su jefe de ventas. En esta ocasión, fue precisamente Javier quien se puso en contacto con la productora del programa para hablarles de las maravillas de Frigiliana y de la miel de caña: “Les encantó la idea, vinieron a visitarnos y decidieron grabar aquí”.
“Para nosotros fue una gran ayuda para dar a conocer nuestro producto, las peculiaridades que lo hacen tan especial y sus aplicaciones. Además, pudimos contribuir también a dar repercusión al pueblo”, recuerda.
Altamira y El Soplao (Cantabria), escenarios didácticos en MasterChef Junior
En la versión protagonizada por los más pequeños, MasterChef nos suele enseñar su vertiente más didáctica. El objetivo es que los niños, además de formarse en el mundo de la cocina, visiten lugares de España de los que puedan llevarse un aprendizaje. Y hacerlo, además, de forma divertida. Es lo que ocurrió en la semifinal de MasterChef Junior 8, que se celebró en Santillana del Mar, el Museo de Altamira y la cueva El Soplao.
Los jóvenes concursantes pudieron visitar estos magníficos emplazamientos cántabros de la mano del programa. La cueva de El Soplao, descubierta a principios del siglo XX y abierta al turismo desde el 2005, está considerada una de las grandes maravillas de la geología, una cavidad única. Además, en ella se desarrolla una importante labor de investigación y divulgación. Muy cerca, encontramos un yacimiento de ámbar del período cretácico único en el mundo.
Los niños también conocieron el Museo de Altamira, con la neocueva que acoge la reproducción de sus famosas pinturas rupestres, Patrimonio de la Humanidad desde 1985. Y visitaron la preciosa villa medieval de Santillana del Mar, con sus numerosos edificios históricos. Esta localidad fue la Capital del Turismo Rural en 2019. Una oportunidad para los escolares y también para la región, que aprovechó MasterChef como “la mejor plataforma para exhibir nuestra tierra”, según explicó entonces su consejera de Turismo, Marina Lombó.
Un buen resumen de lo que supone para los pueblos de España aparecer en MasterChef lo hace la propia consejera: “Representa una oportunidad especial de mostrar a millones de espectadores las peculiaridades y calidad de la gastronomía de la comunidad, además de enseñar los paisajes y la diversidad de recursos con los que contamos”.
Miguel Perez
Me encanta el fútbol, leer, viajar, descubrir nuevos destinos y contártelos
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