El invierno arranca, oficialmente, cuando llegan los primeros copos de nieve. Llega ese momento de recogimiento, de estar al lado de la estufa de leña, de pasar más tiempo en casa. Pero también de salir a explorar paisajes de ensueño. Esos pueblos de interior que son tan bonitos durante todo el año, adquieren un toque especial cuando sus tejados, campanarios y callejuelas quedan cubiertos por un manto blanco.
Las nevadas son una buena excusa para visitar –o revisitar- pueblos rurales. Así que hemos preparado una lista con los pueblos donde más nieva en España, para ayudarte a descubrir cuáles son los destinos más “blancos” y bonitos en estas fechas.
Antes de ir, es importante tener en cuenta los avisos meteorológicos y hacer caso a las recomendaciones de las autoridades: primero, no ir en caso de que haya previsión de fuertes nevadas para no quedaros atrapados en el pueblo o en la carretera y, segundo, evitar las masificaciones que son tan incómodas para la vida de los habitantes del territorio. En todo caso, siempre hay que intentar ser lo más respetuoso posible con las personas que viven y trabajan en las zonas de interior, intentando ocasionar las menores molestias posibles.
Llánaves de la Reina (León)
A 1.420 metros de altitud se encuentra este pequeño pueblo de apenas 10 habitantes que sería el que más nieve recibe de media en el estado español: unos 59 días anuales estaría cubierto por la nieve, habiendo temporadas en las que ha alcanzado… ¡86 días! (como en el año 1993-1994).
El espesor suele alcanzar, en sus nevadas más intensas, los dos metros, aunque hay registros de que han llegado hasta los seis metros. Está en el municipio de Boca de Huérgano, en León, ya en el límite con Cantabria. Los vecinos suelen quedarse incomunicados cuando nieva, así que si os aventuráis a visitarlo este invierno, no os olvidéis de las cadenas en el coche. Aprovechad el viaje para ver el mirador de Llesba, en el puerto de San Glorio, y el pozo Butrero.
Bronchales (Teruel)
Este bonito pueblo de la sierra de Albarracín está a 1.569 metros sobre el nivel del mar, así que no es difícil encontrárselo nevado en invierno. Un destino perfecto para hacer rutas con raquetas de nieve o simplemente jugar a hacer muñecos y lanzarnos bolas. Su entorno boscoso, cuando está teñido de blanco, es excepcional.
Griegos (Teruel)
No salimos de la sierra de Albarracín, así que en el mismo viaje invernal podemos visitar Bronchales y Griegos (están a una media hora en coche el uno del otro). Este pueblo está todavía a mayor altitud, a 1.601 metros, en los Montes Universales. Le rodea un precioso paraje de bosques de pino silvestre y praderas de alta montaña, en las que podemos hacer senderismo y, si hace falta, usar raquetas de nieve.
Canfranc (Huesca)
Si por algo es conocido este pueblo de Huesca es por su estación de tren que, tras muchos años abandonada, hoy se ha recuperado con un hotel de lujo y con la vuelta de los trenes que transportan a pasajeros. Pero hay mucho más: bonitos bosques pirenaicos, hacer la ruta de los búnkeres, conocer las casetas de bóveda o de falsa cúpula, ver la torreta de fusilería o, simplemente, pasear por sus calles y entre sus edificaciones con tejados a dos aguas. Con nieve, todo esto es de postal navideña.
Benasque (Huesca)
Pueblo por excelencia del Pirineo aragonés, siempre da gusto pasear por sus animadas calles, ya que siempre suelen estar llenas de montañeros que disfrutan de las rutas de los alrededores en verano y, por supuesto, en invierno, ya sea con los esquís, con las raquetas de nieve o escalando en hielo. Con nieve, Benasque y su entorno (recordamos que está a las faldas del Aneto) está precioso.
Salardú (Lleida)
Un destino de lo más pintoresco para ver un pueblo nevado en el interior de Catalunya, concretamente en el Pirineo de Lleida. La preciosa Val d’Aran nos espera con este municipio que tiene una plaza Mayor muy bonita con típicas casas aranesas, callejuelas con pendiente y la iglesia románico-gótica de Sant Andreu de Salardú, con un campanario octogonal y que está declarada Monumento Histórico-Artístico. Por cierto, está cerca de las pistas de esquí de Baqueira-Beret.
Taüll (Lleida)
Nos vamos a otro pueblo del Pirineo catalán que, si es encantador durante todo el año, todavía lo es más en invierno cuando le abraza el manto blanco de la nieve. No es fácil ver Taüll de esta guisa, ya que está a 1.510 metros de altitud, en la Vall de Boí. Si algo destaca en sus calles es la preciosa iglesia de Sant Climent de Taüll, donde está el conocido Pantocrátor, obra clave del románico catalán.
Roncesvalles (Navarra)
Seguro que lo conoces por ser el punto de partida habitual de los peregrinos que inician el Camino de Santiago llamado “francés”. En euskera y también oficialmente se le conoce como Orreaga. Está en la frontera con Francia, a 923 metros de altitud, y es habitual que brinde parajes nevados en invierno. Apenas tiene 20 habitantes y su pequeño núcleo urbano está presidido por la Real Colegiata de Santa María de Roncesvalles, de visita obligatoria.
Sotres (Asturias)
Se trata del pueblo más alto de Asturias y es uno en los que es más habitual ver nieve por estas tierras. Está a 1.050 metros de altitud, en el municipio de Cabrales, así que no dejaríamos pasar la oportunidad de comprar un buen queso de la zona. Desde aquí, además, podréis admirar el impresionante Picu Urriellu (también conocido como Naranjo de Bulnes), símbolo de los Picos de Europa y que adquiere un halo mágico cuando está nevado.
Argüeso (Cantabria)
Cerramos la lista con un municipio de la Hermandad de Campoo de Suso muy pequeño, con menos de 100 habitantes, en pleno valle del Híjar. Sus casas están a entre 1.000 y 1.200 metros de altitud, así que la nieve suele ser compañera habitual en invierno. En el paisaje destaca el castillo de San Vicente, imponente sobre un alto escarpado. Para pasear sin prisas y dejarse perder por su casco urbano y estrechas callejuelas.
Morella (Castellón)
Este precioso pueblo del interior de Castellón es de los que más suele lucir nevado en la zona. Enero es el mes que más copos suele recibir y cuando los espesores son bastante contundentes. Junto al Parque Natural de la Tinença de Benifassà, el entorno, Morella y su castillo son estampas espectaculares (también) con nieve.
Raquel Andrés
Periodista y aventurera. Colaboradora en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. En mi mochila nunca falta saco ni esterilla. Ah, también soy un intento de baserritarra.
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No es correcto. Sotres no es el pueblo más alto de Asturias, sino que es el cuarto.
El más alta es La Raya, fronterizo con León en el Puerto de San Isidro, con 1.560 metros de altitud.
Le sigue Leitariegos, en el puerto de mismo nombre, con 1.525 metros, en Cangas del Narcea, y Santa Maria del Puerto, en Somiedo, está a 1.486 metros.
Gracias por el artículo.
Arandojo, Tuiza de arriba, Brañas de abaxo, Brañas de arriba y Acebos también están a mayor altitud que Sotres.
Saludos
Con respecto a los pueblos conas nieve hay dos que suelen estar más tiempo con nieve que son maraña y pueblos de alrededores y la cuenta en León los dos