Entre la cordillera Cantábrica y el mar Cantábrico nos encontramos con una tierra de extensos valles, altas montañas y unas playas prácticamente vírgenes. Se trata de Cantabria, una región de diferentes tonalidades de verde salpicada de pequeños localidades con carácter propio y una gastronomía exquisita.
En este listado os mostramos algunos de los pueblos más bonitos de Cantabria: desde las villas marineras, pasando por la arquitectura modernista y por las aldeas tradicionales de alta montaña.
Potes
Es un clásico entre los listados de los pueblos más bonitos de Cantabria, pero es que míralo. No puede faltar. Potes es la villa de los puentes y de las torres. Y bueno, eso es parte de lo que allí podemos encontrarnos. Situado a los pies de los Picos de Europa, la villa se caracteriza por su carácter medieval y por estar abrazado por montañas y el característico verdor del norte.
Como curiosidad, su casco histórico está declarado Bien de Interés Cultural y, en 2020 fue seleccionado entre otros 10 pueblos como la Capital del Turismo Rural.
Comillas
Conocido como el pueblo modernista de Cantabria, Comillas cuenta con uno de los edificios más bonitos diseñados por Gaudí: La villa Quijano o, como se le conoce popularmente, El Capricho. Data del siglo XIX y actualmente es un museo.
Aunque su fama de villa modernista no se reduce solo a esta colorida mansión. Otros edificios de este estilo arquitectónico son la Universidad Pontificia de Comillas, para la que trabajó Lluís Doménech i Montaner; el palacio de Sobrellano, obra de Joan Martorell; y el propio cementerio.
Bárcena Mayor
Situado en el interior de Cantabria, Bárcena Mayor es el típico pueblo de montaña: con pequeñas casas de piedra de dos plantas y estructura de madera. Desde 1979, además, su casco histórico está declarado Conjunto Histórico Artístico.
Barcena Mayor está situado en el Parque Natural Saja-Besaya, por lo que es ideal para hacer rutas de senderismo o disfrutar de la montaña. Algunas de las más populares son el sendero de Fuente Clara y el camino hacia los Tojos.
Santillana del Mar
De ella se dice que es la villa de las tres mentiras, pues ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Sin embargo, esto no es del todo cierto, ya que su municipio sí tiene playa: Santa Justa. Y su ermita incrustada en las rocas es una pasada.
De estilo medieval, Santillana del Mar fue nombrada Capital del Turismo Rural en 2019. En ella no hay que dejar de dar un paseo por sus pedregosas calles, como la de Juan Infante; visitar su plaza Mayor, donde están las torres del Merino y de Don Borja, así como la casa del Cura, una de las más fotografiadas por estar llena de flores. La colegiata de Santa Juliana, el palacio de los Valverde y el Museo del Barquillero son otros de los puntos más recomendados.
Vega de Pas
Vega de Pas es una de las tres villas pasiegas. Las otras dos serían San Pedro del Romeral y San Roque de Riomera. Es de origen medieval y en su arquitectura destacan las casonas montañesas con balconadas. En el valle también se pueden ver las típicas cabañas con tejado de pizarra que son utilizadas por los pastores durante la muda o la trashumancia.
Este pueblo es perfecto para desconectar, ya que es uno de los pueblos más bonitos de Cantabria, pero también de los más tranquilos. Aquí debemos degustar los populares sobaos y la quesada, hechas con mantequilla pasiega. Para conocer más su cultura y tradiciones se puede visitar el Museo Etnográfico.
Cabuérniga
En Cabuérniga podremos conocer la Cantabria más rural. Y es que aquí, en otoño, aún baja el ganado tudanco de la montaña y desfilan por el pueblo en la popular “pasá”. Está encajado entre montañas, entre un espeso manto de vegetación del valle homónimo, que a su vez pertenece a la Reserva del Saja y Parque Natural de Saja-Besaya.
Además de varias rutas de senderismo, Cabuérniga está cerca de alguno de los puntos de interés más populares de Cantabria, como las cuevas de El Soplao, las cascadas de Lamiña, la cueva Chufín, la Fuentona, etc.
Mogrovejo
Solo con mirar la imagen no hay duda de que Mogrovejo tiene que formar parte de los pueblos más bonitos de Cantabria. Esta villa medieval, situada en el municipio de Camaleño sobre un alto dominante, parece abrazada por montañas. Recuerda un poco a Heidi, ¿verdad? Bueno, pues es que en la película Heidi, la reina de la montaña este era el pueblo de Pedro.
Su principal atractivo es su arquitectura, con un estilo de montaña tradicional lebaniego con construcciones de varas unidas por manteado de barro. Entre los edificios más emblemáticos está la torre medieval del siglo XIII, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, así como algunas casonas como la de Vicente de Celis.
Liérganes
Situado entre dos elevaciones conocidas entre los locales como “las tetas de Liérganes”, por su peculiar forma, este pueblo está declarado de Interés Histórico-Artístico Nacional, es una de las mejores concentraciones de arquitectura clasicista de los siglos XVII-XVIII.
En su casco antiguo podemos ver las típicas casonas, palacios como el de Rañadan o el de Cuesta-Mercadillo, el puente nuevo, la iglesia de San Pedro o la capilla del Humilladero, entre otras joyas. Una leyenda muy famosa en Liérganes es la del hombre-pez que, según dice, en el siglo XVII, uno de sus vecinos (Francisco de la Vega) cayó al río Miera y fue localizado años después en la bahía de Cádiz.
San Vicente de la Barquera
Volvemos a la costa, a una villa marinera que irradia encanto y conocida por muchos como el pueblo natal de David Bustamante. En su casco antiguo podemos encontrar un castillo y los restos de una muralla. Populares son también sus playas como la de El Rosal, San Vicente, El Tostadero, etc.
Como villa marinera, en San Vicente de la Barquera tiene muy buena acogida la procesión del Carmen (16 de julio), así como la procesión marítima de la virgen, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional.
Cartes
Por último, en el listado de los pueblos más bonitos de Cantabria no podía faltar Cartes. Una villa medieval declarada Bien de Interés Cultural y Conjunto Histórico que conserva su antigua arquitectura del siglo XV y XVIII. Entre sus maravillas no hay que perderse una visita al torreón, el puente de piedra por el que antaño cruzaba el Camino Real y que salva el paso por el río Besaya.
Cartes también es lugar de peregrinación, sobre todo con la celebración de San Cipriano, Fiesta de Interés Turístico Regional. A continuación de Cartes también podemos visitar Riocorvo, cuyo casco urbano también fue reconocido como Conjunto Histórico.
Redacción ER
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