10 de los pueblos más bonitos de Salamanca
Escrito por
07.09.2024
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Conocida por contar con la universidad más antigua de España (1218), por la que pasaron personajes ilustres como Miguel de Unamuno, Calderón de la Barca o Antonio Nebrija, entre otros; Salamanca es una ciudad universitaria Patrimonio de la Humanidad llena de vida, cultura e historia. Igual que el resto de la provincia, en cuyos valles y sierras podemos encontrar variedad de pueblos con un rico patrimonio y tradiciones que merecen al menos una escapada.
La provincia de Salamanca cuenta con parques naturales como Los Arribes del Duero y el de Las Batuecas y Sierra de Francia. Por ella discurren los ríos Duero y Tormes; y forma parte del recorrido de la Vía de la Plata, el Camino de La Lengua Castellana y la Ruta de Carlos V.
Estos son algunos de los pueblos más bonitos de Salamanca en los que podremos descubrir la típica arquitectura serrana, adentrarnos en castillos y fortalezas medievales, e incluso saborear su deliciosa gastronomía charra, entre la que destaca su chacinería (jamón y embutidos), el hornazo o la chanfaina salmantina.
Los pueblos más bonitos de Salamanca
La Alberca: un pueblo Monumento Histórico Artístico
Situado en la sierra de Francia, La Alberca fue el primer pueblo de España en ser declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1940. Sus estrechas calles peatonales (cerradas al tráfico gracias al consenso vecinal) y sus casas medievales con entramados de madera sobre la base de piedra han inspirado a numerosos artistas. Unamuno, Sorolla o Buñuel le declararon su amor a través de sus obras.
Hoy, podemos recorrer su casco histórico y conocer sus tradiciones gracias a los vecinos del pueblo, quienes realizan visitas teatrales. Entre su cultura destaca el Marrano de San Antón, la moza de ánimas, los bordados serranos y sus trajes tradicionales como el traje de vistas, único en el mundo por sus 8 kilos de joyas.
Mogarraz: el pueblo salmantino de los retratos
También en el Parque Natural Las Batuecas – Sierra de Francia está Mogarraz. Un pequeño pueblo de la provincia de Salamanca con un rico patrimonio arquitectónico medieval de influencia francesa conocido porque en las fachadas se pueden ver más de 800 retratos. Las imágenes, que corresponden a los vecinos de la localidad, fueron realizadas por el artista local Florencio Maíllo en 2012. Este se inspiró en unas fotografías de DNI realizadas en los años 60 por el fotógrafo Alejandro Martín a más de 300 vecinos.
Hoy, esta exposición al aire libre ya cuenta con más de 800 retratos, algunos de vecinos que ya no están. Y, aunque es un aliciente turístico y lo ha convertido en uno de los pueblos de Salamanca con más encanto, no es el único. En Mogarraz también se pueden ver cruceros, antiguas fuentes y bordados serranos. Podemos entrar en su Museo Etnográfico, en la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves y acercarnos a la ermita del Humilladero.
Candelario y sus batipuertas
Si Mogarraz es conocido por sus retratos, Candelario lo es por sus batipuertas, de donde son originarias. Casi todas las viviendas de este pueblo salmantino conservan su estructura tradicional de tres pisos y este tipo de puertas batidas que impedían la entrada a los animales.
Como curiosidad, este pueblo de montaña es de origen asturiano y está hermanado con Noreña. Su época de esplendor fue desde el siglo XVII hasta mediados del siglo XX, pues tuvo una industria chacinera muy boyante. De hecho, 103 casas eran también fábricas. En las batipuertas, además, se ataban los bueyes. Era como una especie de burladero, ya que el chorizo de Candelario mezclaba el cerdo y la res. La industria chacinera de Candelario era proveedora de la casa real y sus embutidos estaban distribuidos por toda España.
Miranda del Castañar: encanto medieval sobre un promontorio rocoso
Miranda del Castañar es otro de los pueblos con más encanto de Salamanca. Situado en el entorno natural de la Sierra de Francia, este pintoresco pueblo destaca por estar en un promontorio rocoso. En él encontraremos su imponente castillo, que ofrece espectaculares vistas. Declarado Conjunto Histórico Artístico, el casco antiguo de Miranda del Castañar nos transporta a la época medieval, donde las estrechas calles empedradas y las casas de piedra nos cuentan historias de siglos pasados.
Uno de los elementos más representativos es su muralla, de la que se conserva una parte y que refleja la riqueza del pasado histórico de la zona. Al pasear por sus calles, los visitantes pueden observar la plaza Mayor, donde se pueden ver casas con balcones de madera.
Durante el recorrido, no podemos dejar de mencionar la iglesia de Santa María, un magnífico ejemplo de la arquitectura románica y gótica que alberga en su interior un retablo barroco.
Sequeros: el pueblo de Salamanca que sirve de mirador
Sequeros es conocido como el balcón de la sierra de Francia. Está situado sobre el cerro del Mariscal, a unos 950 metros de altitud y, desde sus miradores, se ve toda la sierra, así como el pueblo de Béjar, Mogarraz y Molinillo, entre otros. Además de por la naturaleza que lo rodea, Sequeros llama la atención por su entramado urbano, con arquitectura típica de la zona en la que se pueden ver pasadizos, soportales, balconadas, etc.
Un paseo a pie por su casco histórico nos llevará a conocer su popular teatro León Felipe, en homenaje al poeta zamorano que vivió aquí su niñez. En el centro encontraremos la torre del concejo, donde se reunían antiguamente los vecinos para tomar decisiones importantes. También la iglesia de El Robledo, donde descansan los restos de Simón Vela, el francés que encontró la imagen de la virgen de la Peña de Francia. Y, ya a las afueras, está la ermita del Cristo de las Batallas; así como los antiguos humilladeros.
Ciudad Rodrigo y su muralla medieval
Ciudad Rodrigo está considerado como uno de los pueblos más bonitos de Salamanca, ya que todavía conserva la muralla medieval que rodea la villa. Levantada en el siglo XII, aunque fue remodelada posteriormente, cuenta con 2 kilómetros de perímetro y siete puertas de entrada. Entre ellas encontramos el castillo de Enrique II, hoy convertido en parador turístico y en el que destaca su torre del Homenaje.
En su casco urbano, declarado Conjunto Histórico Artístico, encontramos su imponente Plaza Mayor, rodeada de edificios señoriales, casas nobiliarias y un considerable número de palacios. La catedral, construida entre los siglo XII y XVI, es el templo más importante de la villa y mezcla diferentes estilos. Aunque si por algo se conoce a Ciudad Rodrigo es por sus Carnavales, que atraen cada año a estudiantes y a gente de diferentes zonas de Castilla y León.
San Felices de los Gallegos: un pueblo en la frontera
En el Parque Natural de Arribes del Duero, casi en la frontera con Portugal, está San Felices de los Gallegos. Un pequeño pueblo medieval en el que también destaca su castillo del siglo XIII, la torre del Homenaje, así como parte de las murallas que pertenecieron a la fortificación. Debido a su situación, junto a la frontera, el pueblo estuvo bajo el control portugués hasta el siglo XIV, que volvió a ser castellano. En el interior de la fortificación hay un aula donde podemos saber más sobre la ruta de fortificaciones en la frontera hispano-portuguesa.
Otros edificios de interés son la ermita del Divino Cordero, cuya imagen de Jesús Nazareno tiene mucha importancia para los locales y vecinos de la zona; la iglesia de Nuestra Señora Entre Dos Álamos; la torre de las Campanas, una de las construcciones más antiguas de la villa junto con el castillo; así como una escultura vetona del burro de San Antón.
Ledesma: un pueblo amurallado junto al Tormes
A solo 30 minutos de Salamanca ciudad, también a orillas del río Tormes, está Ledesma. Un pequeño pueblo amurallado que fue un importante núcleo de comunicación entre los territorios del norte y este de León durante la Edad Media. No obstante, sus orígenes son muy anteriores. En sus extremos aún podemos visitar partes de la antigua calzada romana, una de sus joyas patrimoniales declaradas Bien de Interés Cultural junto con el puente Mocho, la fortaleza, la iglesia de Santa María La Mayor y la de Santa Elena.
En su casco antiguo hay diferentes casonas y palacios, muchas de ellas levantadas en el siglo XV. Aquí también está el antiguo hospital de San José, donde se puede ver un conjunto de esculturas de la Sagrada Familia sobre su puerta de entrada. Cruzando el río Tormes, además, encontramos varios de sus puentes que se han convertido en la imagen más conocida de la villa.
San Martín del Castañar y la arquitectura serrana
San Martín del Castañar está considerado uno de los pueblos bonitos de Salamanca porque parece haberse quedado congelado en el tiempo. Más concretamente en el Medievo, a la que corresponde su castillo, las murallas y el arco apuntado de la entrada. Desde la torre del Homenaje podemos obtener buenas vistas de la sierra de Francia, donde se asienta el pueblo.
Además de su arquitectura tradicional serrana, que ha hecho que su casco urbano esté declarado Conjunto Histórico Artístico desde 1982, en él hay un puente romano, restos de la antigua calzada romana, lápidas romanas y ermitas, como la del Humilladero. En el parque de San Martín del Castañar hay una piscina natural apta para el baño que se vuelve indispensable durante los meses de calor.
Alba de Tormes: historia y tradición
Ubicado a orillas del río Tormes, Alba de Tormes es otro de los pueblos más bonitos de Salamanca y un destino imperdible para los amantes de la historia. Está estrechamente relacionado con la figura de Santa Teresa de Jesús, quien fundó en sus cercanías el convento de La Anunciación en el que hoy está enterrada. No obstante, no es la única figura que destaca en el pueblo. Es importante mencionar que, aunque los orígenes del pueblo se remontan a la Edad Media, la influyente casa de Alba transformó la villa en una pequeña corte.
Por ello, uno de los principales atractivos de Alba de Tormes era el castillo de los duques de Alba, una fortaleza que data del siglo XV. De él hoy solo quedan en pie algunas ruinas, como la torre del Homenaje, donde hay una exposición de arte con frescos que antiguamente decoraban sus paredes.
También destaca la iglesia de San Juan Bautista, con su espectacular retablo mayor y elementos góticos que muestran la riqueza del patrimonio artístico local. Otros lugares de interés son el puente medieval, la plaza Mayor, la plaza de toros, la iglesia de San Pedro y la de Santiago.
Redacción ER