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Conocer un municipio puede ser una experiencia maravillosa. A menudo viajamos para poder descubrir nuevos enclaves que nos permitan saber cómo se vivía siglos atrás en el lugar. España cuenta con muchos lugares que conocer y que, además, han sido relevantes en el curso de la Historia.
Tarragona, por ejemplo, jugó un papel clave en la llegada de los romanos a la península ibérica. La antigua Tarraco fue una de las ciudades más importantes del Imperio por lo que toda la zona que la rodea cuenta con gran encanto. Además, la zona dispone de múltiples atractivos como sus pequeños municipios rodeados de naturaleza o la costa mediterránea. Por ello, a continuación, repasamos los mejores pueblos medievales de la provincia.
Santes Creus
El primer pueblo en esta lista si deseamos conocer una parte trascendental de la Historia de Cataluña es Santes Creus. Este pequeño municipio integrante de la Ruta del Císter se encuentra rodeado de naturaleza. La localidad es un claro ejemplo de la importancia de la zona en los siglos pasados y su oferta cultural es muy amplia. En Santes Creus podemos visitar el Real Monasterio de Santa María, una abadía del siglo XII donde se encuentran enterrados algunos personajes históricos tan relevantes como el Rey Pere III de Aragón o su hijo Jaume II.
Además, la localidad cuenta con múltiples rutas para conocer la zona haciendo senderismo u otros deportes como la bicicleta. Su tamaño, incluso, permite pasar unos días de desconexión gracias a la gran tranquilidad que se vive en las calles del municipio.
Prades
Sin abandonar la Ruta del Císter encontramos otro de los pueblos medievales en Tarragona más populares: Prades. A más de 900 metros de altitud sobre el nivel del mar, esta localidad ofrece unas vistas inigualables de la zona gracias a su ubicación. Además, el municipio cuenta con la gran particularidad de sus edificaciones rojizas que lo distinguen del resto.
En esta localidad, como en el caso anterior, podemos descubrir un pedazo muy importante de la Historia de España y Cataluña. En esta pequeña villa medieval se pueden visitar algunos edificios con grandes mezclas arquitectónicas como el castillo de origen árabe o la iglesia de Santa María, de estilo gótico. En ella todavía se conserva un documento del Papa Celestino III de 1194 donde se menciona la edificación. La naturaleza también rodea todo el municipio permitiéndonos distintas opciones deportivas.
Miravet
En el siguiente municipio las vistas también son todo un referente. Miravet es uno de los pueblos medievales en Tarragona situado a orillas del río Ebro con un imponente castillo del siglo XII en los más alto que nos permite visualizar la zona desde un punto estratégico siglos atrás.
Además, el enclave dispone de una fortaleza y un convento que nos traslada cientos de años al pasado. En el municipio, gracias a su ubicación, podemos también realizar todo tipo de actividades acuáticas que al mismo tiempo nos permiten descubrir este pueblo y sus alrededores.
Pratdip
Algo más desconocido que los anteriores, pero con un gran encanto encontramos Pratdip. Este pequeño municipio de la sierra de Llaberia cuenta con un gran atractivo. Sus casas se mimetizan con la piedra que rodea la localidad convirtiendo el enclave en un sitio mágico. El municipio, además, colinda con una ladera que todavía hoy conserva una torre de vigilancia desde donde podemos observar toda la zona de forma privilegiada.
Sus pequeñas calles con monumentos como la iglesia de Santa María nos trasladan a una época pasada cuya mezcla de estilos góticos o románicos componen un lugar muy especial y tranquilo en la comarca.
Poblet
No hemos abandonado por completo la Ruta del Císter. Esta se nutre de distintos pueblos increíbles como los mencionados anteriormente, además de Poblet. Rodeado de viñedos este municipio medieval es uno de los más bonitos de toda la zona de Tarragona.
Pero es su atractivo cultural el que lo ha convertido en un referente. A las afueras del municipio encontramos el monasterio de Santa Maria de Poblet, del siglo XII y declarado Patrimonio Humanidad de la UNESCO. Todo ello conforma un enclave excelente donde también podemos conocer la zona en bicicleta o caminando gracias a sus múltiples opciones.
Montblanc
Montblanc es otra de las paradas obligatorias. Este municipio medieval también pertenece a la tan conocida ruta con un casco antiguo perfectamente restaurado. Sus calles empedradas nos permiten dar un paseo por el pueblo mientras disfrutamos de una arquitectura muy especial.
No podemos dejar pasar la visita a la iglesia de Santa María de Montblanc cuya plaza esta formada por cantos dorados de varios colores que forman figuras geométricas. Además, los alrededores de la muralla permiten otro paseo, aunque en este caso con la naturaleza como protagonista.
Margalef
Si deseamos tranquilidad y naturaleza por encima de todo debemos viajar a Margalef. Con una población de unos 100 habitantes conforma uno de los enclaves más asombrosos de la provincia gracias a sus calles entre las rocas. La localidad es uno de los lugares de referencia para los escaladores debido a la gran cantidad de opciones.
La ermita de Sant Salvador ofrece, además, unas vistas espectaculares de la zona. Tras realizar una ruta de curvas, que se puede realizar a pie o en coche, encontramos este enclave que complementa a la perfección nuestra visita a este pequeño municipio.
Siurana de Prades
Rodeado de acantilados, a 700 metros de altura, encontramos el último de esta lista de pueblos medievales en Tarragona: Siurana de Prades. Este municipio es el elegido por muchos como uno de los más bonitos de todo el país gracias a las vistas y opciones que ofrece.
Su fortaleza de origen andalusí del siglo XI fue una construcción defensiva de gran importancia para esta civilización. Hoy en día se puede visitar como el resto de las edificaciones antiguas que permiten viajar cientos de años atrás. Siurana se encuentra enclavado en la sierra de Gritella, por lo que las opciones naturales son innumerables. Tampoco podemos dejar de visitar uno de los monumentos de interés más famosos de la zona, la iglesia de Santa María, de la época románica que fue construida entre los siglos XII y XIII.
Albert Martinez
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