Los pueblos reconstruidos casi desde cero después de la Guerra Civil

Hay muchos lugares en toda España que fueron arrasados durante la guerra civil española. Hablamos de localidades que fueron, en gran medida, destrozadas literalmente. Casas y todo tipo de construcciones que acabaron en el suelo, que ardieron o que fueron convertidas en unas ruinas inhabitables. Por supuesto, no fue lo peor que pasó durante la Guerra Civil, ni mucho menos, pero todas esas localidades tenían casi que empezar de cero tras ella. Como ayuda para conseguirlo se lanzó un plan de reconstrucción de zonas devastadas que estuvo activo casi dos décadas. Esta idea, que ya se había lanzado en otros lugares de Europa tras la Primera Guerra Mundial, fue el germen del renacer de pueblos que hoy son muy importantes.

El 1 de abril de 1939 se emitía el último parte de guerra, y con él se daba por concluida la lucha. De hecho, esa fue la última frase del cuerpo del breve mensaje de aquel parte: La guerra ha terminado. Comenzaban entonces muchos procesos de reconstrucción de todo tipo, algunos más complicados de visibilizar, como los procesos de cambio social, y otros que ocurrieron a la vista de todos, como la reconstrucción de los edificios y casas.

La Dirección General de Regiones Devastadas y Reparaciones

En agosto de 1939, cuatro meses después del final de la guerra, se creó la Dirección General de Regiones Devastadas y Reparaciones (en adelante, DGRDR), cuyo objetivo principal era reconstruir las localidades cuyos destrozos superaban el 75% de las construcciones. Este organismo no nacía de cero, sino que heredaba el trabajo de una entidad creada un año antes con un nombre muy parecido. Básicamente en lugar de Dirección General era un Servicio Nacional.

Estamos hablando que su foco eran lugares donde tres cuartas partes de las construcciones se habían perdido o habían sido dañadas de forma definitiva. Una verdadera salvajada. A veces la culpa había sido del bombardeo y de la artillería; en otras ocasiones había sido algún incendio, accidental o provocado; y en ocasiones las casas habían sido minadas y destruidas por las tropas que abandonaban el pueblo en su retirada.

Por supuesto, se trata de la época franquista, y por lo tanto tenemos que dar por hecho que algunos de los trabajadores que intervinieron en el proyecto eran presos, a los que se condenaba a este tipo de penas. Igualmente, también hay que descontar que la propaganda aprovechara una iniciativa, por otro lado necesaria, para hacer su papel. En este sentido se editaba por parte de la DGRDR una revista titulada Reconstrucción, que se ocupaba de comunicar su labor, acercando el ascua a la sardina del gobierno en todo lo que podía. Tanto es así que se decidió que esas localidades reconstruidas, y sus habitantes, se tomaran como adoptadas por el Caudillo.

Casi 250 localidades fueron reconstruidas

Además de las casas, también se reconstruían los edificios públicos, los monumentos y las iglesias. Aunque había un cierto trabajo de arquitectura, no era extraño que todas las casas, cuando se comenzaban casi desde cero, acabaran teniendo el mismo diseño y tamaño, creando así barrios uniformes llenos de construcciones iguales. Eran casas sin ningún lujo y pensadas en la mayoría de los casos para el entorno rural. No hay que olvidar que España necesitaba con urgencia que aquella gente se quedara en sus pueblos cultivando el campo y cuidando a los animales, para mantener así una economía tan dañada que apenas boqueaba.

La guerra alcanzó a todo el país, y por ello también tenemos pueblos que fueron parte de este plan por casi todo el territorio español. Lógicamente, aquellas zonas en las que el combate fue más constante y prolongado sufrieron más. Pero lo mismo se puede encontrar uno con símbolos del plan de zonas devastadas cuando camina por Andalucía, que por Aragón, por la Comunidad Valenciana o por Cataluña. Casi 250 localidades y más de 20.000 viviendas fueron reconstruidas gracias al plan. Además de 2.500 edificios públicos.

Decimos que se puede uno encontrar con símbolos del plan porque no es extraño que haya placas en algunas casas o plazas que hagan referencia a él. Señales que indican que el plan de reconstrucción fue el que impulsó tal barrio o un edificio que hoy es público. Incluso en las tapas de las alcantarillas hay veces que se dejó el recuerdo de la reconstrucción gracias a la DGRDR, como es el caso de Potes en Cantabria.

En algunos pueblos quedó en pie solo una casa

Lugares tan relacionados con el conflicto como Belchite o Brunete, donde hubo frentes de batalla, o Guernica, pasaron por la mesa de proyecto del plan de reconstrucción. En estos casos la destrucción era casi total y por lo tanto son lugares que podríamos decir que se planificaron y nacieron desde cero hace menos de un siglo. Hubo pueblos en los que casi nada quedó en pie. Fue el caso el caso de Llamazares, en León, donde tan sólo sobrevivió un molino.

Se reconstruyeron pueblos que hoy son pequeños o incluso han desaparecido, pero también hablamos de localidades muy importantes en nuestros días. Eso sin pasar por los contados casos de ciudades, que los hubo, como Lleida u Oviedo, a las que también alcanzó el plan de reconstrucción. Lugares tan relevantes hoy como Tortosa, Seseña, Torrent, Alcañiz, Sagunto, Majadahonda, Irún o Éibar, quedaron prácticamente arrasados por la guerra y pasaron por los planos y planes de la DGRDR.

Por cierto, estoy escribiendo esto desde una de esas localidades, Villanueva del Pardillo, que fue reconstruida gracias al plan de zonas devastadas. Es otro caso extremo, porque tan sólo quedó una casa en pie tras el conflicto, una casa enorme que hoy es un edificio público que sirve como biblioteca y centro cultural. Todo lo demás fue construido tras la guerra. Es más, la guerra se llevó por delante la iglesia y el ayuntamiento, y con ellos toda la documentación sobre la historia del lugar y de sus habitantes. Esas otras pérdidas de la guerra ningún plan las puede revertir. La pérdida de vidas, documentos e historia.

En 1957, casi 20 años después de la creación de la DGRDR, se dio oficialmente por finalizado su trabajo y se dictó su disolución. Las funciones que todavía tenía activas quedaron en las manos del Ministerio de la Vivienda.

Algunos de los pueblos reconstruidos después de la Guerra Civil

Algunos pueblos se reconstruyeron encima de sus ruinas. Otros, en cambio, se levantaron en las inmediaciones de la destrucción, dejando aún hoy en día visibles sus heridas.

Potes

Corbera de Ebro

Rodén

Guernica