La estación del ocre, de los atardeceres cada vez más precoces y de las noches al fresco. El otoño es perfecto para recorrer Cataluña: aún hace buen tiempo y la naturaleza comienza a transformarse.
En la montaña y en sus bosques podremos ver su mejor cara. Es tiempo de setas, de berrea, de baños de bosque, de rutas de senderismo y de disfrutar de la fauna salvaje.
Vacaciones en la naturaleza
Cataluña tiene una red de 184 espacios protegidos de gran valor ecológico. Entre ellos se pueden encontrar bosques de alta montaña, como el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, donde destacan las altas cumbres, los más de 200 lagos y ríos. El Parque Natural del Alto Pirineo o el Parque Natural Cadí-Moixeró, donde está uno de los picos emblemáticos de la región: el Pedraforca.
También hay bosques de ribera o marinos, como el parque de Aiguamolls de l’Empordà, con marismas; el Parque Natural del Delta del Ebro, con un rico ecosistema; o el del Garraf, junto al mar y lleno de colorido. Y espacios donde retirarse cerca de la ciudad, como la sierra de Collserola y el parque Natural del Montseny.
Durante el otoño, podrás ver cómo el verdor va dando paso a los tonos ocres y tierra.
Baños de bosque
Los baños de bosques son una práctica espiritual japonesa (Shinrin Yoku) que consiste en aprovechar los beneficios de la naturaleza para mejorar la salud, el bienestar y la felicidad. Abrazando a los árboles o sentándose junto a ellos podemos fortalecer el organismo, combatir el cansancio y el estrés, la ansiedad, la fatiga mental, el insomnio, la depresión, etc.
Un buen lugar para realizar esta práctica es en el Parque Natural dels Ports, en el corazón de la Reserva de la Biosfera Terres del Ebre. Un espacio con gran riqueza geológica, de fauna y de flora. La empresa de ecoturismo Ports Experience ofrece varios días de baños de bosque en Els Ports con alojamiento y gastronomía local incluida.
En la provincia de Girona también hay varios espacios naturales donde disfrutar de esta práctica terapéutica. Bany de Bosc Sèlvans ofrece baños por Les Graus, en Guardiola de Font-rubí; Can Fornaca, en Caldes de Malavella; el bosque de Salvador Grau, en Les Preses; Sant Grau, en Tossa de Mar; Serra d’Heures, en Sant Hilari Sacalm; Requesens, en La Jonquera; Torrenteres, en Vidrà; y Palau-sacosta, en Girona.
Recogiendo setas
El otoño es la estación perfecta para salir a recoger setas. En Pallars Jussà, Lleida, cada fin de semana de octubre se celebran jornadas micológicas que tienen como objetivo acercar a la comunidad al mundo de los hongos y setas.
Si quieres aprender a reconocer cada especie, en La Vall Fosca, a los pies del Parque Nacional Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, la Casa Leonardo ofrece “Escapadas entre bolets”. Una experiencia que consiste en recoger, junto a un guía experimentado, setas y hongos, reconocer cada especie y aprender sobre las que son venenosas y las que se pueden comer.
Acercarse a la fauna del Pirineo
El Pirineo catalán destaca por la gran riqueza de paisajes donde habitan variedad de animales salvajes.
Las especies más representativas de la alta montaña se pueden ver en Valls d’Àneu, donde viven especies amenazadas o en peligro de extinción como el quebrantahuesos, el oso pardo y el gallo salvaje. También hay linces, rebecos y búhos reales.
Para conocer más sobre la fauna salvaje del Pirineo podemos acercarnos hasta MónNatura Pirineus, un centro que ayuda a los animales en su reproducción, aclimatación para ser reintroducidos en su hábitat natural y en su alimentación.
En el Alt Àneu, en la Casas Sastrès, está el Centro de Interpretación del Oso Pardo. Una especie que, en 1990, estuvo a punto de extinguirse, pero que durante los últimos años ha podido recuperarse.
Para verlos, se puede visitar el Parque Natural Alto Pirineo, donde se realizan rutas guiadas hasta los puntos de observación de la fauna salvaje. Aquí se han encontrado gran variedad de ejemplares de osos pardos.
Otro de los espectáculos que no hay que perderse en el Pirineo catalán con la entrada del otoño es la berrea del ciervo. A mediados de septiembre comienzan los rituales de apareamiento en los que los machos comienzan a berrear para atraer a las hembras. Una celebración que se prolonga hasta el mes de octubre.
La sierra de Boumort, en Lleida, es ideal para presenciar este espectáculo. Algunas empresas que ofrecen salidas por la naturaleza con prismáticos, para no perderse detalle de los ciervos, son Salvatgines, Obaga Activitats y Outdoor Adventour.
Disfrutar del senderismo
Además de las numerosas rutas que ofrece el Pirineo catalán, durante el otoño en esta zona de Cataluña se puede disfrutar de varios festivales de senderismo.
Del 24 al 26 de septiembre se celebra el Alt Empordà Sea Walking, que combina paisajes de mar y de montaña con un programa repleto de actividades. Algunos de los recorridos discurren por el Parque Natural Cap de Creus, el Camino de Ronda y el paraje de Tudela, entre otros.
En el mes de octubre, del 9 al 12, tiene lugar en el Vall de Boí el Trek Festival, que propone rutas familiares para ver el cambio de los colores de la naturaleza; y la observación astronómica gracias a la calidad de sus cielos.
El Vall de Boí es uno de los valles prepirenaicos con más historia. Además de servir como puerta de entrada al Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, el valle cuenta con numerosas iglesias románicas.
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