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Para pasar un fin de semana medieval rodeado de un paisaje natural de impacto, una escapada a Segura de León es una apuesta segura. Situado en la comarca de Tentudía, perteneciente a la provincia de Badajoz, se trata de un pueblo que conserva numerosas muestras de lo que hace siglos sucedió en su territorio, cuando las guerras eran frecuentes y había que levantar murallas y torreones para defenderse del enemigo. Pero, además, es un lugar perfecto para los aficionados a la arquitectura relacionada con la religión, los que buscan placeres gastronómicos y quienes disfruten de las actividades al aire libre. Y, en general, para cualquiera que quiera pasar unos días alejado del estrés de la ciudad.
La historia de Segura de León se remonta a 1248, cuando los cristianos derrotaron a los árabes. Desde esa fecha, el pueblo estuvo vinculado a la Orden de Santiago hasta 1278. Aunque gana importancia cuando Pelayo Pérez de Correa, Gran Maestre de Santiago, concede el fuero de población en 1274. Según dice una leyenda, el nombre de Tentudía proviene de la petición que Pelayo Pérez Correa le hizo a la Virgen María en vista de que estaba a punto de perder una batalla de reconquista.
El sol comenzaba a ponerse y si se hacía de noche, los cristianos perderían la ventaja que llevaban por el momento. Así, el protagonista se puso de rodillas y rogó: “Santa María, detén tu día”. La Virgen cumplió su deseo y el sol se mantuvo hasta que los cristianos derrotaron a sus enemigos. Para darle las gracias, Pérez de Correa ordenó construir una ermita en honor a la salvadora en la comarca a la que también dio nombre.
Viernes tarde
Después de dejar los equipajes en el hospedaje, lo mejor es dar una vuelta por el pueblo para conocer su encanto tranquilamente. Sus casas de una sola planta, que en la parte posterior suelen tener un corral o un patio, suelen estar pintadas de blanco y las calles son estrechas y empinadas. Antiguamente, las rúas solían estar empedradas pero ahora el suelo está adoquinado por lo que es más fácil caminar por ellas.
El centro neurálgico del pueblo es la Plaza de España, donde se encuentra la casa del Ayuntamiento, situada en un edificio del siglo XVI. En el suelo de este lugar de la localidad, donde los fines de semana se emplaza el mercado, está trazado con cuarcitas blancas y negras el antiguo escudo heráldico de la población. Es obra del pintor Antonio Casquete de Prado. Asimismo, en este espacio también se pueden ver tres series de arcadas, que dejan entrever que en el pasado toda la plaza estaba porticada.
En el centro del pueblo también se pueden observar las casas señoriales como la del Gobernador, que data del siglo XVI y en cuya fachada se puede ver una ventana superior que llama la atención por la decoración de su dintel. Además, también se pueden visitar los restos de la judería, que no son muy abundantes pero aún quedan.
Después del paseo, llega el momento de sentarse en alguna terraza del centro o en el interior de alguno de sus restaurantes y disfrutar de la gastronomía del lugar. El producto estrella es el cerdo ibérico, cómo no (se cría en los bosques y campos de los alrededores alimentándose de los mejores productos que ofrece la naturaleza). Uno de sus platos más conocidos es el guarrito frito: se trata de carne de cochinillo pero con un adobo basado en el pimentón, que es lo que le da un toque peculiar. Y, atención, porque las ancas de rana también son populares.
Sábado
El día de inmersión en la Edad Media. Se puede empezar por muchos sitios pero, sin duda, el principal representante de esta época en la localidad es el castillo, levantado sobre unas rocas conocidas como marrales. Por su ubicación elevada, la fortaleza se puede ver desde puntos lejanos. Según la información de turismo de Segura de León, este edificio: “Fue construido de nueva planta por la Orden de Santiago en el siglo XIV. Alonso de Cárdenas, último maestre de la Orden, fue comendador mayor entre 1450 y 1474 e hizo del castillo su palacio”.
El edificio aún conserva dos torres principales llamadas Miramontes y de los Alcaides así como la torre del homenaje, que tiene tres plantas coronadas por 24 almenas. Los visitantes pueden buscar también el grabado de la espada y venera de la Orden de Santiago en uno de sus sillares o fachadas. En el interior del castillo se conserva una capilla, una mazmorra y dos aljibes de los que brota agua de lluvia o de manantial. El castillo es uno de los Bienes de Interés Cultural que tiene el pueblo.
La siguiente visita puede ser al convento de San Benito, construido por los franciscanos entre 1477 y 1480. Se conserva en muy buenas condiciones y en su interior se puede ver la hospedería, la iglesia, el claustro e incluso algún dormitorio, entre otros lugares interesantes. Asimismo, la iglesia acoge reliquias dentro de su capilla mayor como un retablo de principios del siglo XIII y una talla de la Virgen de la Concepción. Pero quizá lo más llamativo es la imagen del Cristo de la Reja del siglo XVI, situado –cómo no–sobre una reja a 7 metros de altura. No hay que irse sin conocer el claustro mudéjar donde a veces se organizan actividades relacionadas con la fiesta mayor.
Después de una parada para comer y descansar, se puede visitar la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, otro de los dos Bienes de Interés Cultural que tiene el pueblo. Se accede a ella subiendo 11 escalones de granito y en su fachada hay una inscripción que pone 1299. Según el Ayuntamiento, en su interior hay: “13 retablos, más de 40 esculturas, más de 20 lienzos, 7 vidrieras, gran órgano barroco y una gran colección de bordados y platería”.
Los más interesados en los edificios religiosos pueden hacer una ruta para visitar las tres ermitas de Segura de León: la de la Virgen de los Remedios (donde también está el cementerio), la de nuestra señora de las Angustias y la de San Roque. Para terminar la jornada y si la meteorología lo permite, una opción ideal es la de acercarse al monumento del Sagrado Corazón de Jesús, situado en el cerro de la Piedra Gorda. Desde allí se obtienen unas vistas espectaculares del paraje natural que rodea al pueblo así como de los amaneceres y los atardeceres.
Domingo
La mañana del último día se puede aprovechar para conocer algunas de las rutas de senderismo que parten de Segura de León. Una de ellas es la ruta circular sierra de la Martela, que empieza y acaba en la Plaza de España. Su recorrido es de 14 kilómetros, su grado de dificultad es moderado y su tiempo de duración de tres horas y cuarto aproximadamente.
Otra es la de los molinos harineros, que llega a Higuera pasando por la Cañada Real Soriana. La distancia es de 22 kilómetros (solo ida) y su grado de dificultad es moderado. Y la tercera es la ruta circular que va de Segura de León a Fuentes de León, de casi 24 kilómetros y unas cinco horas de duración. En su recorrido se puede ver el convento de San Benito, entre otros lugares de interés.
Para despedirse del pueblo, nada mejor que un par de tapas de jamón ibérico y queso de cabra extremeño para irse con el paladar contento. Una manera excelente de decir hasta luego, porque el buen sabor de boca deja ganas de regresar.
Carmen López
Soy periodista y escribo sobre cosas que importan en sitios que interesan desde hace más de una década.
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