Cardona en un fin de semana: un castillo medieval y una montaña de sal
Escrito por
14.07.2023
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Hacer una escapada a Cardona, un pueblo perteneciente a la comarca del Bages en Barcelona, supone adentrarse en la historia medieval. Tanto por sus calles empedradas como por su imponente castillo, uno de esos lugares que gustará tanto a los amantes del medievo, como a los que disfrutan de la arquitectura y las maravillas de la naturaleza.
En este municipio catalán también se puede hacer una visita a un parque muy especial. Y es que un fin de semana da para mucho, entre otras cosas para conocer qué ver en Cardona.
Qué ver en Cardona un viernes por la tarde
Lo mejor que se puede hacer al llegar a Cardona es dar una vuelta por el casco antiguo de la ciudad. No es muy grande, por lo que el paseo puede ser calmado, sin que las prisas tengan protagonismo. La visita puede partir desde la plaza de la Fira, donde se encuentra el Centro Cardona Medieval, que se creó en 2005 para explicar el nacimiento y crecimiento de la villa. Quienes lo deseen pueden solicitar información acerca de itinerarios guiados y otras actividades.
El inicio de este casco histórico se remonta al siglo XI, que fue cuando se comenzó a erigir el urbanismo alrededor del mercado que tenía lugar a los pies del castillo. El recorrido por sus rúas pasa por la iglesia de Sant Miquel, que data del mismo siglo y es de estilo gótico (de hecho, lo que más se destaca de su arquitectura es su nave gótica), ya que se remodeló en el siglo XIV y su consagración se realizó en el año 1397.
Asimismo, también se puede ver el portal mayor de Graells, una de las puertas de entrada de la muralla que rodeaba la villa. Es la única que se mantiene en pie de las cuatro que se habían construido. Como dato, hay que mencionar que, en 1992, el Centro Histórico de Cardona fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional.
Al llegar la noche, lo mejor es buscar un restaurante por la zona y disfrutar del encanto medieval del pueblo. Después, a descansar que el día siguiente será movidito.
Sábado en Cardona
¿Qué mejor manera de pasar un sábado que adentrándose en una mina? Lo que antes suponía un trabajo ahora es también una manera de conocer mejor el planeta que se habita. Así, el Parque Cultural de la Montaña de Sal es uno de los principales atractivos de Cardona tanto por lo espectacular del paisaje, como por la cantidad de información que se adquiere en la visita. Incluso los menos interesados en la geología disfrutarán de la experiencia.
El caso es que en el pueblo hay “una gran montaña de sal pura que crece a medida que se va extrayendo”, según explicó el abogado y escritor Aulus Gel·li a Marco Porcio Catón en el siglo II. Según explican desde el apartado de Patrimonio de la Generalitat: “Se trata de una depresión del terreno en forma de elipse alargada y una superficie de 100 hectáreas con unas características geológicas y naturales únicas”. La minería al aire libre se realizó desde el Neolítico y en 1900 comenzó la extracción, después de que el ingeniero Emili Viader i Solé descubriese las sales potásicas.
La actividad de las minas terminó en 1990, pero ahora es posible visitar las instalaciones y descubrir la grandeza de la montaña de sal a través de visitas guiadas. Se realiza un recorrido a 86 metros de profundidad por el interior de las galerías, que se abrieron en 1997.
Además de apreciar el yacimiento geológico que supone este lugar, con sus vetas y diversidad de materiales, también se puede observar la maquinaria industrial que ya es arqueología y que fue diseñada y construida por Alstom.
Por otro lado, en el edificio del pozo minero que lleva el nombre de Albert se puede ver un homenaje audiovisual titulado Alma minera a los trabajadores de estas explotaciones, algunos de los cuales perdieron su vida.
Después de esta visita, hay que reponer fuerzas y para ello, la gastronomía de la zona es perfecta. Embutidos con pan de coca, escalivada, butifarras, canelones, escudella i carn d’olla, calçots con salsa romesco (en temporada) o la esqueixada de bacallà son algunos de los platos típicos catalanes que hay que probar. Y para beber, vino de la tierra, que nunca falla. ¡Y crema catalana de postre!
Un buen plan para por la tarde es conocer el castillo de Cardona, una de las joyas que atrae a muchos de los que se acercan al pueblo. Su construcción data del año 886, gracias a la iniciativa de Wifredo el Velloso, que tuvo la idea para proteger el dominio de las tierras obtenidas de al-Ándalus.
Posteriormente, entre los siglos XI y XV fue el lugar de residencia de los señores de Cardona. La familia había hecho mucho dinero y, por lo tanto, adquirido mucho poder gracias a la explotación de la montaña de sal además de estar emparentados con miembros de las monarquías europeas. Dicha posición hizo que pasaran a la historia como los ‘reyes sin corona’.
La superficie del edificio abarca 62.000 metros cuadrados. A día de hoy destacan los restos de la torre de la Minyona, que fue la más alta de la fortaleza en su momento y la colegiata de San Vicente, ejemplo del románico lombardo catalán y que se encuentra en su interior. Y después de esta lección de historia, seguramente haya ganas de retirarse al hospedaje a descansar.
Domingo de ruta por Cardona
La mañana del último día de la visita es un buen momento para conocer el entorno natural de Cardona. Por un lado, están las conocidas como ‘Rutas saludables’ que se pueden realizar a pie o corriendo (hay cuatro opciones) y también ‘Los caminos de la historia’, que son otras sendas de senderismo y ciclismo que dirigen el camino por lugares destacados.
Por ejemplo, la vía salaria “nos traslada a los parajes por donde discurría el antiguo camino ganadero que cruzaba el término de Cardona en busca de los pastos de verano de las montañas”; y la ruta de los molinos de sal sigue “la huella de la historia de las piedras de los tres antiguos molinos hidráulicos donde se molía la sal de Cardona”.
Una buena manera de despedirse del pueblo hasta la siguiente visita.
Carmen López
Soy periodista y escribo sobre cosas que importan en sitios que interesan desde hace más de una década.
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Me gustaría recibir información de cómo funcionan ustedes. Si tienen oficina en valencia…cómo se apunta alguna excursión…ect…
Agradecería que me informasen, gracias
Begoña
Para visitar las minas en montaña de sal se puede ir directamente ahora o hay que reservar, vamos para ver el pueblo y nos gustaría conocer las cuevas.