Qué ver en la Ribeira Sacra: de la espiritualidad al vino

Escrito por

25.09.2020

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7min. de lectura

Ribeira Sacra
Viñedos sobre el río Sil. Ribeira Sacra. Por Noradoa

Los jornaleros de la vendimia no daban crédito cuando algunas bodegas empezaron a ofrecer a los turistas “vivir la experiencia” de recoger uvas como una actividad más de su viaje hace unos años. Es decir, pagar por hacer un trabajo que no es precisamente fácil o liviano sino que exige esfuerzo físico y resistencia.

Evidentemente, los participantes no llegaban a ‘trabajar’, sino que se trataba más bien de una demostración de cómo es el proceso de fabricación del vino desde el auténtico origen. Pero cada viñedo tiene sus características y estas pueden ser casi opuestas. Por ejemplo, las viñas que crecen en el Penedés lo hacen de manera distinta a las de la Ribeira Sacra

Ribeira Sacra
Por Mimohe

Las singularidades geográficas de la Ribeira Sacra, territorio situado al norte de Orense y el sur de Lugo, hace que las cepas crezcan en pendiente, cuya inclinación puede llegar a los 40 grados. Los jornaleros tienen que enfrentarse a pequeños bancales escalonados que en algunos casos casi parecen verticales. A este tipo de cultivo se le llama viticultura heroica. No es para menos.

El vino que se elabora en esta zona tiene Denominación de Origen desde 1997. La mayor parte de la uva se destina a los tintos –se cultivan las variedades de mencía, brancellao y merenzao– aunque los blancos también tienen su lugar (un 20 % de la producción aproximadamente) –se elaboran con uva godello, albariño y treixadura–. Actualmente, hay unas cien bodegas en activo y, por supuesto, algunas de ellas se pueden visitar e incluso se puede hacer un cómodo recorrido por el territorio en el ‘viñobus’.

Pero esta parte de Galicia, en la que confluyen los ríos Sil y Miño, ofrece muchas más cosas además de caldos de calidad. Naturaleza, vistas impresionantes, monasterios y pueblos con encanto son algunas de las cosas por las que merece la pena visitarla.

Mirada a la Edad Media

San Esteban de Ribas de Sil monastery, Ribeira Sacra, Ourense, G
Monasterio de San Esteban de Ribas de Sil. Por avarand

Según la historia, sobre el siglo VI un grupo de monjes llegó a esta zona gallega en busca de un lugar adecuado para sus prácticas de silencio y recogimiento. Al ver semejante paraje, decidieron quedarse y poco a poco fueron construyendo sus monasterios e incluso poniendo en marcha los viñedos.

Ya ha llovido desde entonces, pero muchas de sus edificaciones aún siguen en pie. De hecho, son unos de los grandes atractivos de la visita: la ruta por los monasterios de la Ribeira Sacra; especialmente para los amantes del arte y la arquitectura. En la Ribeira Sacra se da una de las mayores concentraciones del románico rural de Europa

Aunque algunas de sus edificaciones se construyeron siglos antes de que el estilo empezase a desarrollarse en Galicia (siglo XI), las reconstrucciones que experimentaron a lo largo de los años terminaron por introducir elementos del románico. Es el caso del Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, uno de los más importantes y que ahora forma parte de la red de Paradores Nacionales aunque está permitido visitarlo sin ser huésped.

El Monasterio de San Pedro de Rocas es otro de los destacados, porque además de ser uno de los más antiguos de la comunidad –se estima que se cimentó en el año 573–, tiene la singularidad de haber sido excavado directamente en la roca. Según su lápida fundacional, que está en el Museo Arqueológico Provincial, los primeros en hacer uso de la construcción fueron siete hombres que decidieron retirarse allí para dedicarse a la oración. 

Y una curiosidad: en el camino que se tiene que recorrer para llegar hay un pequeño desvío que lleva a la fuente de San Benito. Existe una leyenda que dice que su agua hace desaparecer las verrugas si mientras se mojan se reza un Padrenuestro.

San Esteban de Ribas de Sil monastery, Ribeira Sacra, Ourense, G
Monasterio de San Esteban de Ribas de Sil. Por avarand

Otro de los más visitados es el de Santa María de Xunqueira de Espadanedo. Data de la época medieval, de la que conserva la iglesia que tiene tres naves con ábsides semicirculares. En los siglos siguientes se irán erigiendo otras partes como la hospedería y la portería y nada más comenzar el siglo XIX se levanta su fachada actual, ya que la anterior se había derrumbado.

Monforte de Lemos, capital de la Ribeira Sacra, encantará precisamente a los amantes de lo que tenga que ver con la Edad Media. En ella todavía se pueden ver fragmentos de la muralla, dentro de cuyo recinto se encuentra el casco antiguo de la ciudad. El Puente Viejo (siglo XVI) pasa por encima del río Cabe y lleva al convento de Santa Clara, que se fundó en 1622. En su interior se encuentra una colección de textiles, piezas de pintura, esculturas y demás objetos recopilados por los Condes de Lemos durante su virreinato en Nápoles en el siglo XVII.

Es imposible no fijarse en su torre del Homenaje, ya que mide 30 metros y desde la que se puede ver toda la ciudad. Dentro de la ruta de ‘lo visitable’, también se incluye el Palacio Condal, donde vivían los Condes de Lemos, que ahora también es un Parador así como el Monasterio Benedictino de San Vicente del Pino. 

La mencionada torre no es el único lugar de altura desde el que otear el horizonte. De hecho, otro de los reclamos que tiene la zona son los numerosos miradores del Cañón del Sil. Un aviso para las personas con vértigo: algunos están muy altos. Por ejemplo, el conocido como Balcones de Madrid está a unos 600 metros de altura del río. Su nombre viene de los tiempos en los que los hombres iban de barquilleros a la capital: sus mujeres subían a este punto a despedirles y verles marchar. En Parada de Sil hay una estatua dedicada a ellos.

El mirador de Cabezoás es uno de los más elevados y, además, cuenta con una pasarela suspendida encima del Cañón que permite una panorámica impresionante. El llamado Pena do Castelo está al lado de la ermita de San Amaro y a unos 600 metros de altura. Desde él se ve la orilla sur del Cañón del Sil y también los viñedos. Y para ver el Monasterio de Santo Estevo desde otra perspectiva, se puede subir al Mirador Penedos do Castro y disfrutar de una vista privilegiada. 

Surcar las aguas de la Ribeira Sacra

canyon seen from above with a ship sailing leaving a wake in its wake in the canyon of the river Sil in the Ribeira Sacra, Lugo, Galicia Spain
Por Javier

El espectáculo visual que ofrece la Ribeira Sacra se puede gozar desde las alturas, pero también desde su parte baja. Tanto el Miño como el Sil se pueden navegar en catamaranes e incluso disponen de zonas de baño. El primero tiene dos embarcaderos: el de Belesar, en el pueblo Chantada y el de Os Peares, situado en Carballedo. Un buen sitio para bañarse es la playa fluvial de A Cova, en donde también se pueden practicar deportes acuáticos.

En la parte del Sil hay cuatro embarcaderos: Abeleda en A Teixeira, Santo Estevo en Nogueira de Ramuín y los de Os Chancís y Doade en Sober. Para darse un buen chapuzón, la playa fluvial de San Clodio también ofrece actividades culturales en su anfiteatro y posibilidades de practicar disciplinas como la pesca (debido a la crisis de la COVID-19, es recomendable consultar si los embarcaderos y las zonas de baño están abiertas antes de ir).

Más información | Ribeira Sacra

Perfil Carmen López, periodista

Carmen López

Soy periodista y escribo sobre cosas que importan en sitios que interesan desde hace más de una década.

Comentarios

  1. José 5 de septiembre de 2021 a las 10:58 - Responder

    Una verdadera maravilla

  2. jose 24 de septiembre de 2021 a las 09:55 - Responder

    Ls riviera Sacra

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