Cuando se busca Riópar, en Albacete, en realidad en Google Maps acaban saliendo dos municipios:
Riópar el nuevo, en la llanura, donde están todos los servicios necesarios para la vida moderna. Y el original, el Riópar viejo, encaramado en un cerro.
Lo que ocurrió es que en 1774 se abrieron las Reales Fábricas de San Juan, con lo que los pobladores del antiguo pueblo iniciaron un pequeño éxodo buscando mejorar sus vidas con el trabajo en la fábrica. Como resultado, Riópar viejo quedó completamente despoblado en 1995 y actualmente se ha convertido en una pedanía turística a las puertas del Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima.
Nacimiento río Mundo
La razón por la que todo el mundo viene aquí. Y no es para menos, no todos los días se puede echar un vistazo donde nace el mundo. El espectáculo es soberbio y ya desde el mismo aparcamiento, las enormes paredes de roca calcárea que se ven por encima de los árboles adelanta el espectáculo próximo. El acceso es cómodo, se sube por un sendero perfectamente delimitado.
Se recorre algo menos de un kilómetro hasta tocar las pasarelas desde las que se ve la cascada: allí, en medio del silencio, se escucha el rugido proveniente del reventón del río Mundo, una enorme cascada de más de 100 metros de altura de espectacular belleza catalogada como uno de los fenómenos naturales más hermosos de nuestro país.
Excursión a la cueva de Los Chorros
Pero lo mejor lo encontraremos al seguir el camino hasta la cueva. Y es que la cueva de los Chorros (a 1.520 metros de altitud) brinda un espectáculo único en España. Sobre todo, al inicio de la primavera cuando llega el deshielo. Entonces, la fuerza con la que sale el agua al exterior desde la cueva kárstica es excepcional.
Lo mejor es contactar con el Ayuntamiento de Riópar y solicitar un guía para hacer la ruta del Paraje del Chorro hasta la cueva. Eso sí, descubrir los secretos de su interior no es para todos los públicos. Solo está reservado para unos pocos cualificados y requiere ciertos conocimientos en materia de espeleología o experiencia en montañismo.
El reventón: el mejor momento para visitar el nacimiento del río Mundo
No es lo mismo un momento que otro, por lo que dependiendo del mes en el que visitemos el nacimiento del río Mundo, la experiencia variará. La mejor época del año es la de lluvias, o coincidiendo con la primavera y el deshielo de las montañas. Es entonces cuando se produce el fenómeno del reventón, que hace referencia a la poderosa explosión de agua en que se convierte el nacimiento en esa época del año.
Por contra, si la visita cae en época de sequía, apenas se podrá observar en la cascada unos pocos hilos finos de agua. El entorno, eso sí, seguirá siendo igual de hermoso y no hará falta llevar chubasquero a la visita.
Visita industrial: La Real Fábrica de Bronce de Riópar
¿En plena naturaleza vale la pena invertir algo de tiempo para hacer turismo industrial? Eso es lo que se pregunta mucha gente. La respuesta siempre es la misma: no solo vale la pena, sino que visitar el Museo Fábricas de San Juan de Alcaraz en Riópar nuevo es totalmente imprescindible.
En las salas que ocupan las antiguas dependencias de las fábricas, que cerraron completamente en 1996, se puede seguir la historia de cómo se originó la nueva ciudad y por qué aquí precisamente. Carlos III entregó en 1774 la concesión de una licencia para fabricar objetos de bronce y latón al ingeniero austriaco Juan Jorge Graubner.
Riópar viejo o cómo desconectar del todo
Una carretera estrecha y llena de curvas desemboca en Riópar viejo. Y es extraña la sensación de estar en un pueblo en el que prácticamente todas las casas de piedra se han convertido en alojamientos para el turismo rural; sin embargo, la tranquilidad y la desconexión están aseguradas. Las calles están bien cuidadas y es muy agradable pasear por sus cuatro calles empedradas.
El pueblo tiene como máximas atracciones un castillo al que le quedan 5 torres en ruinas y donde hay algunas tumbas aisladas, un cementerio moderno junto a la iglesia del Espíritu Santo que data del siglo XV y un mirador desde el que disfrutar de la puesta del sol mientras imaginas que estás en el rincón más aislado del planeta.
Más senderismo
Quienes tengan ganas de caminar más deben mirar hacia el cerro del Padroncillo, un conocido punto de referencia de la villa de Riópar. Hay que llegar primero al parking del puerto del Arenal (1.136 mts), pasado acceso de carretera del nacimiento del río Mundo. Eso sí, no es apto para todo el mundo y lo mejor es hacerlo con un guía de la zona que lo conozca bien. Se trata de un sendero circular de unos 9 kilómetros que regala formidables vistas del entorno de la villa de Riópar, el valle del río de la Vega, así como los sistemas montañosos circundantes, como el gran Calar del Mundo, dentro del Parque Natural de los Calares del Mundo
A la rica comida…
Se haya subido o no hasta el cerro del Padroncillo, llega la recompensa de la gastronomía albaceteña, rica en embutidos tradicionales como sus chorizos, sus morcillas y sus lomos. Muy agradables de comer son, sobre todo en otoño o en invierno, las migas. Y siempre es una garantía el cordero, el rey de las carnes aquí, servido en algún buen asador de la zona. Para los más valientes queda probar el atascaburras, gracioso nombre para un plato invernal compuesto esencialmente a base de patatas machacadas con bacalao, ajo y aceite de oliva.
José Alejandro Adamuz
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