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Hacer un ranking siempre es complicado. No sólo porque hay que establecer un orden, sino porque además corres el peligro de que alguien se enfade. Así que pido perdón de antemano si alguno no está plenamente de acuerdo con este ranking personal de los pueblos más bonitos de Catalunya a los que ir con niños.
La selección está basada en mi criterio personal y humilde experiencia, como madre catalana de dos niños preciosos. Soy una enamorada de la Costa Brava y podría haber llenado el ranking básicamente de sus pueblos, pero he querido hacer un esfuerzo para proponer distintos paisajes y regiones de la geografía catalana.
Ya os avanzo que todos ellos son pueblos preciosos, en los que abundan las excursiones y actividades para hacer en familia y disfrutar al máximo de un fin de semana rural.
1. Cadaqués
Cadaqués es uno de los pueblos más bonitos de Catalunya y de la Costa Brava e incluso los niños lo saben. Les encantará correr por sus calles empedradas (ojo con los cochecitos si vais con bebé; mejor ir con mochila de porteo), contar las barcas de pescadores y bañarse en su tranquila bahía.
Dedicad medio día a una clase magistral sobre quién era Dalí y qué es el surrealismo. Seguro que tras la visita a la Casa-Museo de Dalí en Portlligat querrán dibujarse un bigote daliniano y dar rienda suelta a su inspiración pictórica.
2. Besalú
En Besalú vuestros hijos podrán jugar a ser caballeros por un día. Es un pueblo medieval precioso, de visita obligada si estáis por la zona. Cruzad el puente romano para entrar en su casco antiguo, lleno de tiendas locales de gastronomía y recuerdos.
Tras el paseo por sus calles, podéis bajar al río para hacer un picnic, jugar en el parque infantil o remojar los pies en el agua. ¡Las vistas de la villa romana con el puente, desde abajo y desde arriba son maravillosas!
3. Calella de Palafrugell
Calella es sin duda uno de los pueblos más bonitos y fotogénicos de Catalunya, también desde la mirada de los niños. Desde el mismo pueblo de Calella tendréis acceso a sus estupendas playas en las que podréis jugar, correr, bañaros y construir (o destruir) castillos de arena: playa del Canadell, el Portbo y Port pelegrí.
Si sois excursionistas, podréis hacer un tramo del Camino de Ronda desde Calella que sigue la costa mediterránea. El tramo que va hacia Llafranc es muy sencillo y recomendable para hacer con niños (20 min).
4. Camprodon
Y de la costa a la montaña: Camprodon es uno de los pueblos más bonitos del Pirineo Catalán. Cruzad el puente romano, observad los patos, lanzad piedras al río o jugad con las hojas de los árboles en el paseo Maristany y pasaréis un día estupendo en Camprodon con los niños.
En los alrededores de Camprodon podréis montar a caballo, ir de excursión por la montaña, subir a esquiar (o tocar nieve) en la estación de Vallter 2000 o ver animales salvajes en Molló Park. Todo ello, siempre rodeado de montañas y naturaleza.
5. Tossa de Mar
Valga la rima… ¡Tossa es preciosa! Pocos pueblos pueden presumir de tener un castillo y una muralla a primera línea de mar. Los niños se lo pasarán en grande: además de jugar o bañarse en la playa, podéis dar un paseo en barco con suelo de cristal para poder ver el fondo del mar.
Si es verano, podéis alquilar un patín acuático para tomar un poco de perspectiva o subiros a la barca “splash” para notar la adrenalina marina. Si tenéis varios días, muy cerca de Tossa encontraréis los parques acuáticos de Marineland, Water World y Gnomo Park.
6. Bagergue
El pueblo de Bagergue en Val d’Aran es la esencia de los Pirineos y el pueblo habitado más alto del valle. Apartado de las pistas de esquí y de los apartamentos masificados, es un pueblo tranquilo, natural y lleno de encanto. Aquí podréis hacer senderismo, escalada, rutas en 4×4 y también aprender cómo se hace el queso casero.
7. Santa Pau
Santa Pau es un pueblo medieval encantador, tranquilo y acogedor, rodeado de paisajes verdes, bosques, ríos y volcanes. No os perdáis el juego de pistas “La Mochila de Blanca” para toda la familia para descubrir lo puntos principales del pueblo y su pasado medieval.
En los alrededores inmediatos de Santa Pau hay muchas actividades recomendadas para hacer con niños (mayores y pequeños). Podréis pasear en carro de caballos por el bosque de la Fageda d’en Jordà, ir en bici o en segway, visitar una granja de yogures, volar en globo, pisar el cráter de un volcán y hacer mil y una excursiones.
8. Monells
En la preciosa plaza porticada de Monells apenas pasan coches y los niños juegan a pelota a sus anchas. Los mayores mientras tanto toman un vermut sentados en la terraza de un bar. En Monells el fin de semana pasa despacio, sin prisas y con mucha alegría. Es como si el estrés, la rapidez y el asfalto de nuestros días no existieran.
Monells es uno de los pueblos medievales más bonitos de Catalunya y muy cerca tenéis algunos más que merecen un paseo o dos: Madremanya, Palau-Sator, Cruïlles, La Pera, Peratallada y Pals. Si hace buen tiempo, las calas de la Costa Brava cerca de Monells son de obligada visita: Aiguablava, Sa Riera, Sa Tuna, Tamariu, entre otras.
9. Castellar de N’Hug
Si no os asustan las carreteras con curvas, Castellar de N’Hug es un pueblo pequeño y encantador para descubrir un fin de semana. Estaréis rodeados de montañas y tendréis unas vistas impresionantes sobre el Pirineo. Desde Castellar podréis hacer la mítica excursión a las fuentes del río Llobregat, preciosa para hacer con niños.
También tenéis cerca el Tren del Cemento, que hace un recorrido turístico entre la Pobla de Lillet y Clot del Moro (en Castellar). Además, la estación de esquí de La Molina está a solo media hora. Ideal para tocar nieve o esquiar en invierno; y para apuntarse a unas tirolinas en su Parc d’Aventura el resto del año.
10. Les Cases d’Alcanar
Situado en la frontera entre Catalunya y Castellón, Les Cases d’Alcanar es un pueblo marinero tranquilo, acogedor y con aire mediterráneo. Sus playas son de aquellas en las que hay que andar para que cubra el agua, por lo que resulta ideal para ir con niños pequeños.
Podréis observar las barcas de marineros y probar el pescado fresco que traen cada día. Sus paellas marineras son también deliciosas.
Estaréis al lado del Delta del Ebro, lugar ideal para ir en bicicleta, navegar en barca por el río (hasta la desembocadura) o aprender cómo se cultiva el típico arroz del Delta.
11. Montblanc
Montblanc es otro de los pueblos medievales más bonitos de Catalunya. Cada 23 de abril se celebra la fiesta de la leyenda de Sant Jordi con visitas teatralizadas, pero el resto del año el pueblo sigue viviendo dentro de la leyenda: desde estatuas del dragón, hasta un parque infantil tematizado sobre Sant Jordi y el dragón (detrás de la iglesia de San Miguel), pasando por un auténtico castillo. Aunque sin reyes ni princesas.
En los alrededores de Montblanc encontraréis numerosas excursiones para hacer con los niños, como: el paseo por el río Francolí o la ermita de Sant Josep y la cascada del valle.
12. Solsona
Solsona es siempre un buen plan; no solo es un pueblo medieval encantador, sino que además tiene un folklore muy activo, siendo uno de los pueblos con más fiestas organizadas en toda Catalunya. No os perdáis su Fiesta Mayor en septiembre, su Carnaval en febrero o el encuentro de Gigantones en julio.
En los alrededores de Solsona encontraréis además un montón de lugares para ir de excursión con los niños: el centro geográfico de Catalunya, el salí de Cambrils, el embalse de la Llosa del Cavall, el Zoo del Pirineu, el parque lúdico de Port del Compte…
13. Horta de Sant Joan
Picasso pasó dos temporadas en Horta de Sant Joan y su huella sigue vigente en este bonito pueblo de Terres de l’Ebre. La zona de Horta está llena de fuentes, pozas y ríos para bañarse en verano (la Fontcalda tampoco está lejos). Para los más aventureros también hay visitas guiadas de espeleología y escalada.
Si sois fan del cicloturimo, desde Horta podréis explorar la Vía Verde de la Terra Alta, ideal para ir en bicicleta sin prisas, sin tráfico e inmerso en la naturaleza.
14. Banyoles
Banyoles es encantador pero su lago lo es todavía más. La vuelta al lago (a pie, en trenecillo o en bicicleta) es una de las excursiones más típicas para hacer con niños en Catalunya. Se trata de un sendero llano, muy sencillo y agradable, apartado del tráfico, con el que daréis la vuelta al lago, pudiendo parar para dar un chapuzón o retomar fuerzas.
15. Tivissa
El pueblo de Tivissa está construido sobre una colina y rodeado de naturaleza y campos de cultivo de Terres de l’Ebre. Un buen lugar para una escapada con niños algo mayores ya que la región ofrece actividades como piragüismo en el río Ebro, vías ferratas y barranquismo.
Una vía ferrata recomendable para hacer con niños cerca de Tivissa es la del Barranco de la Foig, que puede hacerse en 2-3 horas. Si preferís una excursión a pie más sencilla, no os perdáis la excursión a la ermita de Sant Blai.
16. Agramunt
Si a vuestros hijos les gustan los dulces, en Agramunt serán felices. Es tierra de turrones, dulces y chocolates, y allí las meriendas van a ser con un extra de azúcar. En los alrededores de Agramunt abundan las excursiones sencillas, con poco desnivel y mucho campo para correr y perseguir mariposas.
También encontraréis casas rurales con granja, campos de cultivo y ríos. Puede ser un buen lugar para hacer una escapada más campestre y pasar un fin de semana en el campo, con las botas y el sombrero de paja.
¿Añadiríais o quitaríais algún pueblo? Podéis dejar vuestra opinión en los comentarios.
Roser Goula
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Sin duda falta Pals
En las casas no hay foto y merece ser puesta porque es un sitio encantador, en la misma zona encontramos Paüls en donde los niños podrán ser niños y jugar por sus calles o en la olaza respirar aire natural y por supuesto ir a Sant Roc de excursión y pícnic, te lo recomiendo es uno d los pueblos pequeños con más encanto! Un abrazo
Falta Beget poblet encantador de la Garrotxa