Aragón es el destino perfecto para realizar una escapada navideña. En sus montañas se puede disfrutar de nieve de calidad para aprender o practicar algunos deportes de invierno como el esquí.
Las ciudades se llenan de luces y de ambiente navideño donde degustar algunos de los platos más deliciosos de la gastronomía aragonesa. Y, si se viaja en familia, no hay que perderse una escapada a Teruel, donde los niños podrán viajar a la época de los dinosaurios y entrar en contacto con los animales.
Estos son algunos de los motivos por los que realizar una escapada navideña a Aragón:
El ambiente navideño de Zaragoza
La capital de Aragón es perfecta para vivir el ambiente navideño. La plaza del Pilar se convierte en el centro de la fiesta gracias a su gran oferta cultural. Como cada año, parte de la superficie se cubre de casetas donde venden adornos para el árbol, figuras para el belén y dulces. Algunas son perfectas para degustar las delicias gastronómicas de Zaragoza en la misma plaza. En Nochevieja, algunas de ellas abren hasta el final del cotillón.
Uno de los grandes atractivos de la plaza del Pilar, que atrae a cientos de visitantes cada año, es su belén gigante. Con unos 1.000 metros cuadrados de superficie, está considerado como el belén más grande de España. La entrada es gratuita y en él se organizan visitas guiadas.
Los más activos también pueden disfrutar de patinar sobre hielo o descender en trineo gracias a la pista y la rampa que se montan para la ocasión en una de las zonas de la plaza. En el escenario hay espectáculos, villancicos y conciertos durante toda la Navidad. El cotillón de Nochevieja y la Cabalgata de Reyes son algunos de los eventos que más gente atraen.
La deliciosa gastronomía aragonesa
La cocina de Aragón destaca por su gran variedad y la calidad de sus productos, procedentes de sus campos y tierras. Algunos de sus platos más populares son el ternasco de Aragón o el jamón de Teruel, que cuentan con Denominación de Origen; igual que el melocotón de Calanda, la cebolla Fuentes de Ebro, algunos de sus vinos y el aceite.
Durante la época navideña es posible encontrarse por la calle puestos de castañas. En el Pirineo, además, la cena típica de Nochebuena cuenta con una torta navideña, que se compone de pastelitos de calabaza, bellotas dulces, peras asadas, nueces, higos secos y orejones.
Entre los dulces, los más conocidos son las frutas de Aragón: frutas confitadas cubiertas de chocolate. Aunque hay muchos más: la trenza de Almudévar, las castañas de mazapán y el pastel ruso, en Huesca; los suspiros de Amante, las pastas del Maestrazgo y las almojábanas de Albarracín, en Teruel; y los adoquines del Pilar, el turrón guirlache y las tortas de balsa de Caspe, en Zaragoza.
El Bajo Aragón y la Sierra del Moncayo son dos zonas idóneas para el cultivo de viñedos y olivos. Aquí se elaboran algunos de los aceites más ricos de la Península ibérica, con Denominación de Origen. No hay que dejar de probar la olivada del Bajo Aragón, un paté de oliva negra delicioso.
También sus vinos gozan de gran de calidad y popularidad. Entre los distinguidos con la Denominación de Origen están los vinos de Somontano, Cariñena, Campo de Borja y Calatayud.
Montañas y nieve
Aragón es el paraíso de aquellos que practican deportes de invierno como el esquí, el esquí de fondo, el snowboard, pasear con raquetas o descenso en trineo. Desde los Pirineos aragoneses hasta Teruel, se puede disfrutar de seis estaciones de esquí y de ocho espacios nórdicos donde hay un montón de escuelas para aprender a practicarlos.
Algunas de las estaciones más conocidas están en Huesca: Formigal-Panticosa, Candanchú, Astún, además de Aramón Cerler. Aunque, si estás en Teruel, también puedes disfrutar de la nieve en Javalambre y Valdelinares.
Todas ellas cuentan con pistas para todos los niveles, cafeterías, opción de alquilar el equipo de última generación y escoger entre una gran variedad de actividades de après-ski. La época navideña es ideal para visitarlas, ya que algunas de ellas cuentan con eventos especiales como la presencia de Papá Noel y de los Reyes Magos con una cabalgata especial.
Para los que prefieren disfrutar del esquí nórdico o de fondo y del de montaña, el Pirineo aragonés cuenta con varias pistas como las de Llanos del Hospital, Fanlo-Valle de Vió, Pineta, Panticosa Resort, Candanchú, Oza-Gabardito, Lizara y Linza. Para realizar el de montaña, la mejor zona del Pirineo son los macizos de Posets y Maladeta, donde también se puede probar el esquí telemark, una modalidad en la que el descenso se realiza con el talón libre.
Teruel en familia
Teruel es la provincia perfecta para viajar con niños, ya que cuenta con un montón de actividades y rincones donde los más pequeños se lo pasarán en grande.
Uno de los lugares imprescindibles es Dinópolis, un parque temático que explica cómo se creó el Universo, su evolución y cómo era la vida de los dinosaurios. El recinto cuenta con diferentes salas interactivas y está dirigido a toda la familia, desde los 3 años. Aquí se encuentra el museo paleontológico más grande de España.
Durante la época navideña no hay que perderse una visita a la popular Feria de Navidad que se organiza en el Palacio de Congresos, en Teruel ciudad. Tampoco a la plaza del Torico, donde se levanta el árbol de Navidad o la plaza del Seminario, donde está el belén viviente.
Los alrededores de Teruel también tienen mucho que ofrecer a los más pequeños. En ellos hay numerosas granjas escuelas donde pueden entrar en contacto con los animales de la zona y aprender cómo son sus cuidados.
Algunos de los pueblos donde más disfrutarán las familias son Albarracín, donde está el Museo del Juguete con una exposición de juguetes de diferentes épocas; Mora de Rubielos y Rubielos de Mora, donde se puede visitar el castillo y hay varios restaurantes con toboganes y piscinas de bolas; y Puertomingalvo y Cantavieja, dos localidades que pertenecen a la asociación de Los pueblos más bonitos de España y desde donde parten numerosas rutas de senderismo donde adentrarse en los bosques para recoger setas.
Para los que prefieran las rutas con niños en bicicleta, Teruel cuenta con la Vía Verde de Ojos Negros, una pista muy fácil de 148 kilómetros con pocos desniveles. Las estaciones de esquí de Javalambre y Valdelinares, además, son perfectas para iniciarse en el esquí.
Laura Fernández
Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.
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