Los bosques siempre han estado envueltos en un aura mágica o, al menos, eso nos inculcaron desde la niñez y suelen ser la respuesta a la pregunta sobre cómo ver brujas. Los bosques son el escenario de historias fantásticas, leyendas y de numerosos cuentos infantiles (y no tan infantiles). En ellos viven David el gnomo y los siete enanitos, hay duendes y hadas, los animales hablan y, escondidas, también hay brujas, aunque no siempre son malvadas.
De estas leyendas se nutren también los Pirineos, la cordillera que sirve de frontera natural entre España y Francia. Según la mitología, esta zona montañosa fue creada por Hércules como mausoleo para su amada Pyrene, quien fue asesinada allí mismo por Gerión, un monstruo de tres cuerpos y tres cabezas. La joven fue enterrada entre el valle de Benasque y el Val d’Aran, y las piedras que se utilizaron para su sepulcro son las que dieron forma a esta cadena montañosa.
Pero Pyrene no es la única que ha habitado el Pirineo durante todo este tiempo. En el Val d´A’ran (Lleida), precisamente, en el pequeño pueblo de Tredós, también habitan las brujas. A través del Camin dera Bruisha (el Camino de la Bruja), las encontraremos.
Ruta por el Camino de la Bruja de Tredós
Longitud: 1,8 kilómetros
Dificultad: fácil
Tipo de ruta: circular
El Camino de la Bruja de Tredós es una de las rutas más populares de esta zona de Lleida para hacer con niños. Se trata de un itinerario circular de poco menos de dos kilómetros que se puede hacer en familia, ya que es un paseo por el bosque y no entraña dificultad alguna.
El inicio está en el mismo pueblo de Tredós, donde podremos dejar el coche. Junto al río encontraremos algunas señales de madera que nos indican el camino, que discurre junto al margen del río Garona.
Durante el circuito pasaremos bajo la Puerta de las Brujas para adentrarnos a conocer algunas de sus casas y su entorno. Hay que ir muy atentos, pues algunos árboles parecen tener vida (verás que tienen una cara grabada en su tronco).
A mitad de la ruta habrá que cruzar un puente de madera, también veremos algunas de las brujas que viven allí, una escultura de alguno de sus sombreros, además de una escoba. Para finalizar, pasaremos junto a una pequeña cascada que está junto a la entrada del pueblo.
A lo largo del camino, además, hay varios paneles interpretativos donde podremos enseñar a los niños las leyendas y costumbres de estas mujeres que presiden el bosque de Tredós.
Qué ver en Tredós
La ruta del Camino de la Bruja la podemos completar con un paseo por Tredós, un pequeño pueblo que se caracteriza por su arquitectura típica de montaña: casas de piedra y tejados de pizarra.
Sus orígenes datan de la Edad Media, pues uno de sus inmuebles más antiguos es la iglesia de Mare de Déu de Cap d’Aran de Tredós, del siglo XII. De estilo románico, en ella destaca su campanario, que está separado del templo principal.
De esta época también son la iglesia de San Esteban, una capilla situada a la entrada del pueblo viniendo desde Baqueira; así como la capilla de la Virgen del Rosario de Tredós. Esta última, de menor tamaño que las anteriores, está situada junto al río Garona, a la cascada y al puente medieval.
Aquí también encontramos el balcón de los osos, un mirador con varias esculturas de madera donde podemos sentarnos frente al río.
El pueblo de Tredós está situado a más de 1.300 metros de altitud en el Pirineo catalán, muy cerca de pueblos como Bagergue y Salardú. Está a las puertas del Parque Nacional de Aigüestortes i Estanys de Sant Maurici, por lo que en sus alrededores se pueden realizar numerosas rutas de senderismo. Una de las más populares -y bonitas- es la ruta de los 7 lagos de Colomers, aunque es bastante exigente.
Redacción ER
Nos encanta inspirar a viajeros y ayudar a los propietarios con nuestros contenidos
Etiquetas
Si te ha gustado, compártelo