Ruta medieval por Alicante y Valencia: entre palmerales e imponentes castillos

Escrito por

03.01.2024

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6min. de lectura

Castillo de Xátiva dentro de la ruta medieval
Castillo de Xátiva dentro de la ruta medieval de castillos. Por Jan Habarta

Si encontráramos una máquina del tiempo y pudiéramos viajar a la época medieval, seguramente llegaríamos a reconocer muchos de los elementos arquitectónicos de los pueblos y ciudades de nuestra geografía. Sería un viaje insólito donde probablemente todo sería más sucio, más inseguro y más inaccesible, pero ahí estarían, recién estrenados, esos castillos y murallas por las que pasaron guerreros, peregrinos y reinas hace más de mil años. Hagamos pues, un ejercicio de imaginación: subámonos a un caballo, ajustémonos el jubón y emprendamos este viaje por el Levante siguiendo la ruta medieval.

Nuestro itinerario podría comenzar en Orihuela, localidad que se mantuvo bajo mando árabe y bereber hasta el siglo XIII cuando ésta formaba parte de la provincia de Tudmir y de cuya época nos queda un hermoso palmeral, hermano pequeño del más famoso ubicado en Elche. Tras la reconquista de Jaume I, en la localidad se instalaron numerosas familias nobles que convertirían Orihuela en la ciudad monumental que hoy conocemos.

Palmeral de Orihuela
Palmeral de Orihuela. Por Sara OHT

Arropados por la sombra que nos brindan las palmeras y los viejos edificios del centro, nos daremos un paseo por el casco antiguo y no perderemos detalle de las fachadas del colegio de Santo Domingo, la catedral del Salvador, las iglesias de las Santas Justa y Rufina, o la iglesia de Santiago para constatar la certeza de aquella afirmación del literato valenciano Joan Fuster cuando escribía que visitar Orihuela es visitar iglesias… 

Pero serán otros versos los que nos acompañen mejor por las calles de esta magnífica localidad:

Alto soy de mirar a las palmeras, rudo de convivir con las montañas…Yo me vi bajo y blando en las aceras de una ciudad espléndida de arañas. Difíciles barrancos de escaleras, calladas cataratas de ascensores, ¡qué impresión de vacío!, ocupaban el puesto de mis flores, los aires de mis aires y mi río.

Las rimas del más popular de los poetas, del pastor lírico Miguel Hernández, hijo de esta población, siempre acompañan el paseo por el entramado laberinto de piedra del casco viejo. Orihuela conserva la Casa Museo del escritor, aquella donde pasó sus primeros años cuando a diario subía a pie con sus cabras —libreta y el lápiz bajo el brazo— a los montes que le vieron nacer como poeta. 

Casa Museo Miguel Hernández
Casa Museo Miguel Hernández. Por Tomas Serna

Si Orihuela conserva un palmeral de la época del Al-Andalus que nos ha parecido frondoso, nuestro asombro será aun mayor al ver el palmeral que rodea por completo la ciudad de Elche. Es sobradamente conocido que este famoso palmeral —que cuenta con unas 200.000 palmeras— presume, junto con la celebración del Misterio de Elche, de ser unos de los dos Patrimonios de la Humanidad que Elche tiene en su currículum.

Si el sol cae implacable sobre el camino, podremos relajarnos en alguno de los jardines de la ciudad —aunque no es medieval, pues se creó en el 1900, El Huerto del Cura es extraordinario— para después visitar las antiguas murallas, las torres y los baños árabes que de nuevo nos situarán en el siglo XII. Antes de continuar con nuestra ruta medieval por Alicante y Valencia, habrá que coger fuerzas para el camino; un tradicional arròs amb costra seguramente sea la opción más acertada. 

Palmera imperial en Elche
Palmera Imperial en Elche. Por Tolo

Tierra de castillos

Rumbo norte y antes de abandonar la provincia de Alicante, detendremos nuestro andar en Biar, por donde, según El Cantar del Mio Cid, pasó el guerrero camino de Petrer y Monforte del Cid, en el valle del Vinalopó. Además del de Biar, los castillos que salpican esta zona formaban parte de un impresionante cinturón defensivo levantado por el rey de la taifa de Murcia con el objetivo de defender las vías de comunicación y frenar el avance de los reinos cristianos.

El castillo de Villena está dentro de la ruta medieval por Alicante
El castillo de Villena está dentro de la ruta medieval por Alicante. Por F.C.G.

Muchos de ellos han sido restaurados y ahora vigilan, soberbios como entonces, el paisaje que se extiende a sus pies. Algunos de los más imponentes son los de Villena, Sax, Elda y Petrer. Desde lo alto de sus almenas no resulta difícil imaginar cuán cruentas fueron las batallas que aquí se libraron. 

Otras maravillas esculpidas en piedra que visitaremos en la zona, se encuentran ya en la provincia de Valencia, en Bocairent. En esta coqueta localidad del interior valenciano están las Covetes dels Moros, un curioso grupo de orificios excavados en una pared de roca vertical que dan acceso a varias cámaras interiores que comunican entre sí. Su origen es incierto, aunque se cree que sirvieron como graneros en época andalusí y hoy su visita es una verdadera experiencia rupestre. 

Covetes dels moros, Bocairent
Covetes dels moros, Bocairent. Por David

Daban sus correrías y hacían las trasnochadas; Llegan a Cullera y llegan a Játiva. (Cantar, 1159). Al igual que hizo el Cid, desde Bocairent nos adentraremos por tierras valencianas hasta Xàtiva, a los pies de la Sierra del Castillo. Su posición estratégica la convirtió en un importante centro comercial durante la Edad Media y en la población se instaló el primer molino papelero de Europa.

Aún hoy sigue celebrándose el mercado semanal en la plaça del Mercat, una tradición que se conserva desde 1250. En Xàtiva conviene visitar el Museo de l’Almodí, ubicado en lo que fue una antigua lonja de trigo, donde se exponen obras de Rusiñol o Ribera entre otros. La pieza estrella de la colección es un retrato de Felipe V que los xativís mantienen colgado cabeza abajo como castigo al monarca por haber decretado el incendio y destrucción de la ciudad en 1707.

Castillo de Xátiva
Castillo de Xátiva. Por David

Pero si algo nos llama la atención en Xàtiva es su monumental castillo. Construido sobre una roca a 307 metros de altura —sobre lo que anteriormente había sido primero una defensa íbera y después romana— esta fortaleza fue reformada y ampliada por los árabes, quienes le añadieron las murallas que hoy podemos ver. Ya en tiempos de la Corona de Aragón fue considerada una de las mejores fortificaciones de toda la península ibérica, momento en que pasó a ejercer como prisión. 

Kris Ubach

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Comentarios

  1. Jesús 7 de enero de 2024 a las 13:27 - Responder

    Megusta las rutas rulares

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