Entre marismas en la Dehesa de Abajo, hogar de las cigüeñas blancas
Escrito por
10.10.2022
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3min. de lectura
La Puebla del Río alberga uno de los rincones más especiales de la comunidad andaluza. Se trata de la Reserva Natural Concertada Dehesa de Abajo. Un paisaje privilegiado, entre las marismas del Guadalquivir, los arrozales de Isla Mayor y Doñana, que combina de manera magistral la riqueza del monte mediterráneo con la diversidad botánica y faunística de las hábitats de marisma.
Con algo más de 600 hectáreas y a apenas 25 kilómetros de Sevilla, Dehesa de Abajo sirve de conexión a las tierras meridionales de la comarca del Aljarafe y ofrece un escenario relajado con diferentes caminos para realizar caminando, en bici o, si se prefiere, a caballo. Caminos que llevan, entre otros lugares, a uno de las áreas más bellas del paraje: la laguna de La Rianzuela, una zona abrazada por matorral salvaje, pinos y varios ejemplares de acebuches de gran envergadura. Como dato curioso, en el interior de la reserva se encuentra la mayor colonia de cigüeñas blancas sobre acebuches de Europa.
Como no podía ser de otra forma, este espacio sevillano es perfecto para la observación de aves, pues está declarada como Zona de Especial Protección para las Aves. Tanto es así que, junto a la laguna, hay habilitados dos observatorios para contemplar la gran variedad de fauna que habita aquí sin intervenir en su quehacer diario. Flamencos, patos colorados, zampullines o fumarales, son solo algunas de las especies de las que se puede disfrutar.
Ruta por la Dehesa de Abajo
Entre los senderos más notables tenemos:
- Sendero Acebuchal y canteras en Los Morenos, de 3.1 kilómetros (46 minutos de ida a pie), que transita entre acebuches centenarios.
- Sendero Laguna, dehesa y arrozal, que con sus 10.6 kilómetros (2 horas y media de ida), recorre todos los ecosistemas de la Dehesa de Abajo.
- Sendero Acebuchal y laguna, de 5.8 kilómetros (1 hora y media de ida), el cual es un auténtico paraíso para contemplar cigüeñas blancas y milanos negros.
- Sendero Observatorios, el más corto de todos, con apenas 795 metros, cuyo objetivo es conectar los dos observatorios de aves acondicionados en la dehesa.
Además de pasear sus pasarelas, existen paneles informativos y un Centro de Visitantes donde conocer más en profundidad los detalles que hacen tan especial este lugar.
Con el fin de divulgar la riqueza de la zona, las autoridades que se encargan de la protección de la reserva concertada, organizan rutas guiadas por el entorno natural -ideales para hacer con niños- en grupos de diez personas. Para adecuarse a todas las edades de los más pequeños, se puede elegir entre diferentes tipos de itinerario de distinta longitud.
Muy cerca de este maravilloso rincón natural se encuentra otro refugio que merece la pena conocer, la Reserva Natural Concertada Cañada de los Pájaros, una parada muy especial donde seguir disfrutando de las aves tan características del Parque Nacional de Doñana.
Como colofón de la escapada, nada como un recorrido por La Puebla del Río, una bonita localidad que cuenta con una Iglesia del siglo XIII y una Torre de la Guardia desde cuyas terrazas se capturan unas inmejorables panorámicas de las Marismas del Guadalquivir así como de la capital hispalense.
Elísabet García
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