Los Cahorros del río Chillar, aventura entre pasadizos naturales
Escrito por
10.03.2023
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3min. de lectura
Que Nerja es una de las niñas bonitas de Málaga es algo de sobra conocido. Esta localidad andaluza está enmarcada por algunos de los entornos naturales más bellos del sur de la Península ibérica. Como ejemplo de ello están los Cahorros del río Chillar con sus caprichosas formas, así como el desfile de pozas de aguas cristalinas que forma el cauce de este río.
El enclave que forman los Cahorros del río Chillar, ubicado entre los pueblos de Cómpeta y Nerja, es una de las maravillas del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Un espacio apto para el baño, rebosante de agua y repleto de plantas autóctonas de brillantes colores y profundo verde, cañones y gargantas. Es ideal para pasar un divertido día en familia o con los amigos. O, si se prefiere, también podemos descargar adrenalina practicando el descenso de barrancos.
¿Y qué son los cahorros? Pues unos túneles o pasadizos naturales que la erosión ha tallado en las rocas de origen kárstico tras años de paciencia. Algunos llegan a medir hasta los 20 metros de altura y son tan estrechos que con solo abrir ambos brazos se pueden tocar los dos lados. Y, cómo no, para adentrarse en él, nada mejor que calzarse unas botas de senderismo y ponerse a caminar. Es importante elegir muy bien el calzado pues el terreno es muy resbaladizo. Las más adecuadas son las que están diseñadas para proteger el tobillo y, por supuesto, que sean aptas para mojarse.
Ruta por los Cahorros del río Chillar
La ruta de los Cahorros del río Chillar transcurre en todo momento por el propio río Chillar. El inicio está junto a un espléndido ejemplar de eucalipto, donde la fábrica de la luz y tras haber recorrido los 20 minutos que separan este punto del aparcamiento municipal gratuito de la calle Mirto y la zona Almijara-Flamingo, en Nerja.
En su versión corta de unos 5 kilómetros (ida), la ruta dibuja un recorrido que permite llegar hasta los famosos cahorros en aproximadamente media hora -desde el eucalipto- y disfrutar de la claridad del agua de la gran poza que hay tras salir de los recovecos rocosos. Es la opción que suelen completar la mayoría de los visitantes. Si se va con niños, es también la más recomendable pues es el tramo más asequible, aunque no exento de mojarse, al menos hasta los tobillos, e incluso hasta las rodillas si el cauce está crecido.
Para los más valientes, el camino, o más bien el río, permite llegar hasta el Vado de los Patos, una espectacular poza que cuenta con su propia cascada. De ahí finalmente llegaremos a la presa. Esta parte del recorrido se torna más salvaje y es la que mayor complejidad presenta pues se deben sortear -y zambullirse ya de paso- varias pozas y balsas de diferentes tamaños. Desde los Cahorros del río Chillar hasta aquí se tarda una hora y media aproximadamente (unas tres horas desde el coche). Eso sí, si te animas, tendrás el espléndido paisaje casi para ti solo y será una aventura que guardarás para siempre en tu memoria.
Por la propia naturaleza de la ruta, suele ser más aconsejable realizarla entre los meses de marzo y octubre. No obstante, gracias al clima del sur, el sendero de los Cahorros del río Chillar se puede completar en cualquier época del año.
Elísabet García
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