Vía verde del Serpis: 40 kilómetros del interior a la costa valenciana
Escrito por
18.06.2023
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6min. de lectura
Las vías verdes son antiguos trazados del ferrocarril -o que se hicieron para que pasara el tren, pero nunca lo hizo- que, tras caer en desuso, se han mantenido como caminos para ir en bici o caminando. Una de las más bonitas de la Comunidad Valenciana es la vía verde del Serpis, que atraviesa el territorio desde el interior, en Muro de Alcoy, hasta la costa, ya que llega a Gandía.
El recorrido tiene una longitud de 40 kilómetros y pasa por parajes de lo más dispares: espectaculares paisajes kársticos, bosques de ribera, el increíble tramo del Racó del Duc o la arena de la playa mediterránea. Así que cicloturista de alforjas, prepara el material, que te espera una excursión con mucho encanto.
Un poco de historia antes de empezar a pedalear
El hecho de que ahora podamos caminar o pedalear desde Muro de Alcoy (Muro d’Alcoi) hasta Gandía se debe al trazado ferroviario que hubo entre estas poblaciones para comunicar las potentes industrias de las comarcas de l’Alcoià (capital de la revolución industrial valenciana) y El Comtat con el puerto más cercano, que era el de Gandía. También servía para abastecer a las máquinas de vapor del carbón indispensable para su funcionamiento.
El trazado se inauguró en 1892, gracias al aporte de inversores ingleses. Por ello, se le conoció popularmente como “el tren de los ingleses” (o “el tren del anglesos”, en valenciano). Este medio de transporte funcionó durante 76 años, hasta que se desmanteló en 1969 por su baja rentabilidad. Hoy defensores del patrimonio promueven recuperar su memoria y una buena muestra de ello es la vía verde del Serpis, que ayuda a conocer su trazado, a lo largo del cual hay paneles explicativos de su pasado ferroviario.
¿Por dónde pasa la vía verde del Serpis?
La vía verde del Serpis une Muro de Alcoy con Gandía, un total de 40 kilómetros ciclables; también se pueden hacer a pie en una jornada los que estén muy acostumbrados a caminar o en dos etapas, haciendo noche en alguno de los pueblos por los que se pasa. El sendero es bastante sencillo, con tierra sin acondicionar y tramos asfaltados entre Muro y L’Orxa, y el entorno de Vilallonga y Beniarjó. Si se hace en dirección Muro de Alcoy – Gandía, casi todo es en bajada: tiene algo menos de 300 metros de ascenso y unos 700 metros de descenso.
La ruta es solo de ida, así que lo más recomendable para llegar es en transporte público. La opción más viable es coger el tren de cercanías que une Alcoy y Xàtiva (a su vez, conectado con las ciudades de Valencia y Alicante). El apeadero más cercano es el de Cocentaina, desde donde tendremos unos 6 kilómetros (20 minutos en bici) hasta el inicio de la vía verde en Muro de Alcoy.
Nos dirigiremos hacia el norte, dirección Turballos y proseguiremos pasando por el pequeño pueblo de Gaianes, en un enclave impresionante, a las faldas de la imponente sierra de Benicadell. Continuaremos pasando por Beniarrés y llegaremos al antiguo apeadero de Lorcha (L’Orxa) (hoy sin uso), donde también veremos paneles informativos del castillo de Perputxent. En este punto podemos tomar un pequeño desvío para acercarnos al pueblo de Lorcha.
Seguimos pedaleando -o caminando- para adentrarnos en el tramo más bonito de la vía verde del Serpis, por un paisaje con una naturaleza salvaje y junto al río que da nombre a la ruta (el Serpis) que nos hará sentir como si estuviéramos en medio de los Pirineos: el Racó del Duc.
Acompañados del sonido de su trascurrir incesante, pasaremos junto a una represa y cruzaremos puentes y túneles de hasta 250 metros para salvar la sierra de la Safor (hay que llevar luces en la bici y frontales, ya que algunos son tan largos que nos quedaremos completamente a oscuras en el interior). Subiremos a la cantera de Vilallonga, hasta llegar a Potries y a Vilallonga, pueblo con todos los servicios.
Nos adentramos en el último tramo de la vía verde por un camino entre campos de cultivo que va en paralelo a la carretera CV-680. Avanzaremos hacia Beniarjó y Almoines, antes de llegar al final de la ruta: Gandía. Aquí hay estación de Renfe conectada con cercanías con la ciudad de Valencia.
Lo que no debes perderte en la vía verde del Serpis
El recorrido de la vía verde del Serpis es una auténtica muestra del patrimonio industrial de la zona. Entre Lorcha y Vilallonga están las cinco fábricas de luz, pequeñas centrales de transformación hidroeléctrica que empleaban el caudal del río Serpis y que antiguamente fueron molinos.
La fábrica de la Reprimala, que antes fue molino de harina y fábrica de papel, y que se ve imponente desde un puente de hierro; la “del Céntim” o “dels Ullals”, ya en ruinas; la fábrica de la Mare de Déu, donde hay un pequeño ermitorio que recuerda la tradición que dice que un carbonero se encontró flotando, río arriba, una imagen de la Virgen; la del Racó del Duc; y las fábricas o Molins de l’Infern, que antiguamente eran lugar de descanso de los viajeros y del tren. Acompañando a estas fábricas hoy abandonadas veremos restos de azudes que les pertenecían.
Lo que tampoco debes perderte en esta preciosa escapada por uno de los parajes naturales más bonitos de la Comunidad Valenciana es la gastronomía de la zona. Haremos una ruta que va de la montaña al mar, así que encontraremos deliciosos platos tradicionales de todo tipo.
Desde que salimos en Muro de Alcoy, debemos probar el “arròs al forn” (arroz al horno, cocinado en cazuela de barro) y platos contundentes como la “olleta de músic” o las “fassedures de dacsa”; entramos en la comarca de la Safor, donde son muy típicos los “figatells”, pequeñas hamburguesas hechas con tocino magro e hígado de cerdo, y el “espencat”, una especie de ensalada elaborada con pimiento rojo, berenjena al horno y bacalao. Y una vez acabada la ruta, no deberíamos dejar de deleitarnos con una exquisita “fideuà de Gandia”, con marisco.
Raquel Andrés
Periodista y aventurera. Colaboradora en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. En mi mochila nunca falta saco ni esterilla. Ah, también soy un intento de baserritarra.
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tenia entendido que la via verde del serpis tenia su principio en la ciudad de alcoi, no en muro de alcoi