Las mejores rutas con raquetas de nieve en España
Escrito por
23.01.2024
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7min. de lectura
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Que el invierno y la llegada del frío y de la nieve no te impida disfrutar de la naturaleza más salvaje. No importa tampoco si no te sabes manejar sobre la tabla de snowboard o con los esquís; hay un deporte que acerca el blanco elemento a mucha más gente: las rutas con raquetas de nieve.
Caminar sobre raquetas de nieve es una experiencia adictiva. Nos invita a hacer montañismo a otra velocidad, más pausada, sintiendo el crujir del manto blanco bajo nuestros pies. Al mismo tiempo, otorga una gran sensación de libertad poder avanzar por paisajes recónditos y explorar rincones a los que difícilmente podríamos acceder de otra manera.
Qué equipamiento se necesita para hacer rutas con raquetas de nieve
Las rutas con raquetas de nieve son una alternativa para los amantes del excursionismo, sin grandes riesgos ni demasiado exigente físicamente. Ahora bien, hay que tener en cuenta que una ruta con raquetas es más pesada y cansada que en condiciones normales, con zapatillas o botas de monte y sin nieve; te lo decimos para que lo valores a la hora de elegir qué itinerario seguir.
Antes de nada: ¿Qué debes llevar? Para hacer rutas con raquetas de nieve, el material básico es el siguiente: raquetas de nieve (lógico, ¿no?), bastones con roseta para nieve (se puede comprar aparte, si ya tienes unos sin ella), botas calentitas e impermeables, polainas (imprescindibles para no acabar con los pies calados) y ropa de abrigo. Si no tienes raquetas, las alquilan en la mayoría de las tiendas de deportes de montaña, así como en las estaciones de esquí. Si ya lo tienes todo, vamos a ver algunos de los lugares más especiales para dar un paseo en raquetas de nieve.
Raquetas de nieve en la sierra de Guadarrama (Madrid)
En el centro de la Península Ibérica, encontramos uno de los lugares más apropiados para iniciarte con raquetas de nieve o para ir en familia. Una de las rutas más populares es la subida a La Bola del Mundo desde el Puerto de Navacerrada, una ruta de 6 kilómetros en total con casi 400 metros de desnivel positivo y que nos llevará hasta los 2.265 metros de altitud.
Otra opción igualmente sencilla y atractiva es el pico Peñalara, con una ascensión de cinco horas que comienza en la estación de cercanías La Cantina de Cotos y con una longitud de 11 kilómetros.
Rutas por Baños de Panticosa e ibones de Ordicuso (Huesca)
En el precioso entorno del histórico balneario de Panticosa podemos hacer dos rutas con raquetas de nieve que valen mucho la pena. La primera es la subida a los ibones de Ordicuso, pasando por el centro termal, en un recorrido de 6 kilómetros y un desnivel positivo de más de 400 metros. Una opción más suave e indicada para principiantes y para familias es la ruta circular al Balneario de Panticosa. Dos kilómetros en los que disfrutar, sin apenas esfuerzo, de un enclave de ensueño.
Entre lagos glaciares por Estanys de Baciver (Lleida)
Nos vamos al entorno de la estación de esquí de Baqueira Beret, en el Pirineo Catalán, para recomendaros una ruta por el increíble Pla de Beret. Es un itinerario clásico que lleva al macizo de Marimanha, entre la Val d’Aran y el Pallars Sobirà. Pasaremos por unos lagos de origen glaciar en alta montaña, con una impresionante panorámica de cumbres nevadas. En total, son unos 8 kilómetros con más de 500 metros de desnivel positivo, que nos ocuparán unas 5 horas de marcha. No tiene dificultad técnica, pero hay que estar físicamente preparado.
Rutas con raquetas de nieve en Aigüestortes i estany de Sant Maurici (Lleida)
Una ruta muy conocida y que se puede realizar todo el año la encontramos en el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. El paseo se vuelve aún más mágico en invierno, cuando queda todo cubierto por la nieve. Está cerca de Espot y es un recorrido circular muy agradable e ideal para hacer en familia. Tiene 5 kilómetros de recorrido, con unos 240 metros de desnivel positivo. Puedes encontrarte con algo de tráfico (pedestre, lógicamente) en la ruta, dada su popularidad.
Ruta invernal de la hoya de la Mora en Sierra Nevada (Granada)
Cerca, pero al mismo tiempo lejos de las pistas de esquí de Sierra Nevada, o al menos a una distancia prudente de su bullicio, tenemos itinerarios muy especiales para recorrer con raquetas de nieve en medio de una naturaleza sorprendente. Uno de ellos es la excursión de Hoya de la Mora a la cumbre del Veleta, que nos permitirá coronar uno de los tresmiles de la sierra y contemplar un paisaje de los que no se olvidan. Supone un esfuerzo físico considerable, aunque como todas las que hemos visto, no tiene complicación técnica: son 11 kilómetros y un desnivel positivo de más de 800 metros.
Ascenso al pico Peñarroyas en Valdelinares (Teruel)
El techo de la provincia de Teruel es el pico Peñarroyas, con 2.020 metros de altitud. En invierno, podemos ascenderlo nevado desde el entorno de la estación de esquí de Valdelinares (allí mismo podremos alquilar raquetas de nieve). Es un recorrido sencillo, pero con ascenso continuo saliendo desde el Collado de la Gitana: seguiremos el GR-8 hasta una bifurcación señalizada que nos llevará hasta la cima. Son unos 7 kilómetros con 260 metros de desnivel positivo que requieren unas dos horas de marcha, sin paradas.
Larra-Belagua (Navarra), el paraíso de las rutas con raquetas de nieve
En esta reserva natural hay una estación de esquí nórdico que es un paraíso para los que quieren explorar nuevos espacios nevados a la baja velocidad que permiten las raquetas. Hay un circuito que está especialmente diseñado para ellas: El Ferial, una ruta circular de 5 kilómetros de lo más divertida, con bajadas y subidas aptas para los montañeros más exigentes.
Caminando sobre la nieve por los lagos de Covadonga (Asturias)
Acabamos el listado con una recomendación clásica: los lagos de Covadonga, situados en el concejo asturiano de Cangas de Onís. Proponemos una ruta apropiada para todo tipo de personas que estén acostumbradas a caminar (también niños): la vuelta a los lagos Enol y Ercina, de origen glaciar, que están a unos 1.100 metros de altitud. Lo más habitual en invierno es que sus aguas estén cubiertas de una capa de hielo (¡no caminéis por encima, es peligroso!). Son unos 7 kilómetros que se recorren en alrededor de tres horas, una marcha que atraviesa parajes de gran encanto como el hayedo de Palomberu y que nos deja a las faldas de la cumbre de Peña Santa.
Raquel Andrés
Periodista y aventurera. Colaboradora en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. En mi mochila nunca falta saco ni esterilla. Ah, también soy un intento de baserritarra.
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