El fuerte sonido de las cascadas de Puente Ra rompe el silencio del Parque Natural de Sierra Cebollera, al sur de La Rioja. Es la señal de que estamos llegando a uno de los lugares más frondosos y relajantes del parque.
Para disfrutar de su belleza bastará con tomar el sendero de las cascadas. Un camino que parte de la ermita de la Virgen de Lomos de Orios y tiene una duración de aproximadamente dos horas.
La ruta también discurre entre la Majada de las Desecadas –una zona que aún conserva un chozo restaurado de los pastores y los corrales donde se guardaba la ganadería– hasta llegar a Puente Ra.
Tradición trashumante
Además de su belleza, la sierra Cebollera se caracteriza por su larga tradición en la trashumancia. Los primeros pobladores del parque fueron los pastores, quienes ya desde el Neolítico se asentaban en las zonas elevadas de la sierra para que su ganado pudiera alimentarse de hierba fresca. Por el contrario, durante el invierno descendían a zonas más templadas, como al valle del Ebro.
La trashumancia desarrolló la producción de la lana fina, que en esta parte de La Rioja se convirtió en un bien muy preciado que contaba con escasa competencia. Así es como se crearon las mestas o reuniones de pastores, que les permitían protegerse unos a otros y desarrollar su principal actividad económica.
Sin embargo, la trashumancia también es una de las responsables de haber transformado el paisaje, que actualmente se caracteriza por los pastizales, matorrales y los bosques de hayedos, robles y pinos silvestres. Entre ellos es frecuente encontrarse las antiguas chozas y corrales.
Dos de las poblaciones de la sierra Cebollera que tuvieron una gran importancia para la trashumancia fueron Villoslada y Lumbreras, que lograron albergar a más de 200.000cabezas de ganado. Ambos pueblos destacan por conservar la tradicional arquitectura rural.
El Centro de Interpretación de Sierra Cebollera, situado en el cruce de las carreteras a la ermita de la Virgen de Lomos de Orios y a Montenegro de Cameros, cuenta con una exposición permanente sobre el tema. En él también se organizan talleres y permite conocer las características del parque.
Rutas por el Parque Natural Sierra Cebollera
La sierra Cebollera alcanza hasta los 2.000 metros de altura. Sus cumbres se encuentran situadas entre el Puerto Santa Inés y el Puerto de Piqueras. Las más altas son Cebollera (2.164 metros), que da nombre al parque; la Mesa (2.163 metros); Alto de Cueva Mayo (2.138 metros) y Castillo de Vinuesa (2.083 metros).
En las zonas más altas se puede encontrar una vegetación típica de montaña, con hoyos creados por las formaciones glaciares. Por debajo predominan los pinos negros, encinares, abedulares, tilos, arces, fresnos, etc. Una rica flora que sirve de hábitat a animales como los corzos, jabalíes, el zorro, las aves rapaces y el águila. En los ríos, además, se pueden encontrar nutrias y truchas.
Para recorrer el parque se pueden realizar hasta 7 senderos señalizados. Una de las más populares es la ya nombrada ruta de las cascadas, que nos llevan hasta los saltos de Puente Ra, aunque no es la única donde veremos el agua.
La ruta de la laguna de Cebollera nos permite disfrutar de un paisaje asombroso. Es la más larga de todas y asciende hasta una altura 1.820 metros, aunque por sus vistas al lago bien merecen la pena.
Si se quiere subir a más altura se puede optar por la que llega hasta el castillo de Vinuesa, que discurre en la alta montaña hasta alcanzar los 2.086 metros; o por la de Hoyos de Iregua, que nos acerca hasta las lagunas formadas por los glaciares.
Muy conocida es también la que recorre Villoslada de Cameros, uno de los pueblos con más encanto de Cebollera que guarda la arquitectura típica riojana. El recorrido es circular y permite conocer las antiguas casas de indianos, los escudos heráldicos, así como degustar la deliciosa gastronomía del lugar.
Otros senderos que se pueden realizar son el de Achihuelo y, si se busca algo sencillo para realizar en familia, el de la Blanca. Este último discurre alrededor de los márgenes del río Iregua.
Laura Fernández
Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.
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