El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, con sus cuatro sectores -Escuaín, Añisclo, Pineta y Ordesa-, en Huesca, es uno de los espacios protegidos más impresionantes y rico en paisajes de la Península ibérica. Cascadas, frondosos bosques, gigantes montañosas o valles glaciares son solo algunos de los elementos naturales con los que este lugar sorprende al visitante.
Como cabría suponer, hay infinidad de opciones de senderismo; rutas de todo tipo y para todos los niveles que te adentran en cada rincón del parque. ¿Las mejores rutas por Ordesa y Monte Perdido? Vamos a conocer algunas de ellas.
1. Cascada del Cinca y Llanos de La Larri (sector Pineta)
Comenzamos en una de las zonas de mayor belleza del parque nacional, el valle de Pineta. En este lugar, de impresionantes paredes montañosas, bosques de hayas y abetos que se visten con la estación, extensos prados, bonitas cascadas y enérgicos ríos, se dibuja la senda de los Llanos de La Larri.
Una de las rutas por Ordesa y Monte Perdido de dificultad media, con 300 metros de desnivel acumulado, que da comienzo en el parking del Parador Nacional de la Pineta, a quince minutos de Bielsa. Un itinerario lineal que descubre al visitante buena parte de los tesoros naturales que tan especial hacen a este lugar, entre los que se encuentra la vistosa cascada del Cinca y un pequeño glaciar que se aferra a la montaña a pesar de las difíciles condiciones climáticas.
2. Cola de caballo (sector Ordesa)
La niña bonita del parque. Si hay una ruta popular en el sector Ordesa -y en todo el espacio protegido en general- esa es la ruta que llega a la cascada Cola de caballo, de 17,5 kilómetros de longitud, un desnivel de 550 metros y una duración aproximada de 6 horas -ida y vuelta.
Si bien la guinda final es la famosa Cola de caballo, esta ruta que se inicia en el aparcamiento de la pradera de Ordesa, ofrece en su conjunto una nutrida selección de rincones que admirar. Con el río Arazas como compañero de camino, son varias las cascadas que se asoman a saludar, así como un bonito hayedo que se viste con sus mejores tonalidades en periodo otoñal o el sobrecogedor circo de Soaso y sus magníficas vistas a Monte Perdido.
Un apunte, en temporada alta (verano y Semana Santa), se debe dejar el coche en el extenso parking gratuito de Torla-Ordesa y tomar un bus que lleva hasta la pradera.
3. Miradores de Revilla (sector Escuaín)
Con algunas de las panorámicas más espectaculares de todo el parque, la ruta de los miradores de Revilla es otra fabulosa opción de senderismo para conocer el parque nacional. Es una ruta sencilla que comienza en un aparcamiento muy cercano al propio pueblo aragonés de Revilla y que apenas tiene 3,2 kilómetros -ida y vuelta- completándose en una hora y media.
Su agrupamiento de miradores en dos niveles permite contemplar el barranco de Angonés, la cascada de la Fuente de Esuaín y la garganta del río Yaga. Solo 3 de los tesoros que alberga este privilegiado entorno natural oscense.
4. Circuito de San Úrbez (sector Añisclo)
Terminamos esta selección en el sector más al sur del parque completando una de las rutas por Ordesa y Monte Perdido más sencillas y sobresalientes que pueden hacerse. El circuito de San Úrbez comienza en el propio aparcamiento de San Úrbez, dibuja un recorrido circular y apenas lleva 45 minutos completarlo.
Es perfecta para ir con niños dada su facilidad y entre sus atractivos está la ermita rupestre de San Úrbez del siglo VIII, la cascada de Aso y las ruinas de un antiguo molino.
Elísabet García
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