¿Qué tienen que ver Iron Maiden y San Martín de Trevejo?
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24.11.2022
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Hay un lugar en la provincia de Cáceres, San Martín de Trevejo, donde unos soldados británicos, hace más de dos siglos, se ganaron un sobrenombre que quedó pegado a ellos durante toda su historia. Y esos tipos llevaron el color de la cereza cacereña de un sitio a otro, como veremos. Gracias a ello podemos trazar un hilo que una San Martín de Trevejo con la banda Iron Maiden y hasta con el director de cine Alfred Hitchcock.
Los seis grados de separación es el mundo es un pañuelo
La teoría de los seis grados de separación asegura que, con tan sólo seis intermediarios, cualquiera de nosotros está conectado con cualquier otro. Esto es, entre dos personas A y B, con certeza A conoce a alguien, que a su vez conoce a alguien… y así con tan sólo cinco intermediarios como máximo, podemos conectar a dos personas cualquiera. Esta idea, aplicada sobre quién ha trabajado con quién en el mundo del cine, la tenemos en El Oráculo de Bacon. Y ahí podemos comprobar que Chiquito de la Calzada está a tan sólo dos saltos de Martin Scorsese. Los une Alec Baldwin, que trabajó con los dos.
Por lo tanto, siguiendo con esta forma de ver las cosas, no parecerá tan complicado relacionar un pequeño pueblo de Cáceres llamado San Martín de Trevejo con el grupo de música heavy Iron Maiden o con Hitchcock. El eje que une todo esto es un regimiento británico de caballería, en concreto, el 11º de Húsares.
El 11º de Húsares fue creado en 1715, con otro nombre, y existió formalmente hasta 1969. Por lo tanto, combatió en muchas guerras. Entre ellas, la Primera y la Segunda Guerra Mundial, y también en lo que ellos llaman the Peninsular War, es decir, la guerra peninsular. Esta no es otra que nuestra guerra de Independencia, donde los británicos lucharon del lado de los españoles y de los portugueses contra los franceses. Y aquí es donde aparece San Martín de Trevejo en toda esta historia, cuando en abril de 1811 los soldados de este regimiento llegaron a la península ibérica para combatir.
A los pocos meses de llegar, en agosto, se encontraba un grupo de hombres de este regimiento británico en la zona de San Martín de Trevejo, que está muy cerca de Portugal y de la provincia de Salamanca, cuando vieron un tentador huerto con cerezas. La guerra es muy dura y encontrarse ese regalo de la naturaleza les hizo dejar de lado la precaución y relajarse durante un ratito.
Las cerezas de San Martín de Trevejo forman parte de la historia del ejército británico
Y así estaban, comienzo cerezas y, supongo, disfrutando, cuando apareció el enemigo. Los cogió por sorpresa y desprevenidos y no pudieron defenderse, por lo que acabaron siendo capturados. Por este hecho, poco honorable en principio, el regimiento entero se ganó el sobrenombre de los Recolectores de Cerezas, esto es, the Cherry Pickers. En los meses siguientes al incidente, eso sí, combatieron con éxito en el asedio de Badajoz y en la batalla de Salamanca en 1812. En ambos casos, la victoria fue de los aliados, es decir, de su bando.
A pesar del poco memorable momento de ser cazado desprevenido comiendo cerezas, creo que los británicos encajaron bastante bien el traspiés. No sólo por ese apodo que acompañó al regimiento ya el resto de su historia y que recordaba el hecho, sino también por un detalle que incorporaron al uniforme. Unos años después de esta guerra en la península, el regimiento cambió el color de sus pantalones al color de la cereza, a ese rojo brillante. Era el único regimiento británico con unos pantalones de ese color en su uniforme.
Por dar todas las versiones, alguna fuente dice que no estaba cogiendo cerezas, sino que se escondieron en el huerto al ver acercarse a los franceses. Y también se afirma en algunos lugares que el color de los pantalones fue casual.
Iron Maiden les dedicó una canción
Después de nuestra Guerra de Independencia, unos años más tarde, el 11º de Húsares cambió geográficamente de extremo a extremo de Europa y se vio en la guerra de Crimea. Allí tomó parte en la mítica Carga de la Brigada Ligera que tuvo lugar en la batalla de Balaclava, en octubre de 1854. Fue un desastre total para los británicos debido a la confusión de las órdenes y más de la mitad de ellos murieron, fueron heridos o hechos prisioneros por los rusos.
Pero de esta incompetencia y de este desastre resulta que los británicos han sacado un hecho histórico lleno de épica que han plasmado en todas las formas de arte. La más famosa, seguramente, el poema de Tennyson que habla de que: por el valle de la Muerte, cabalgaron los 600. Bien, pues entre esos 600 estaba el regimiento que comió cerezas en San Martín de Trevejo.
Y a ese hecho de la Guerra de Crimea, a esa carga, dedicó Iron Maiden uno de sus temas más famosos: The trooper. Y ahí está la relación entre San Martín de Trevejo y los heavies británicos. Y de ahí también nace la relación con Alfred Hitchcock, si llevamos todo esto un poco más lejos.
La desastrosa carga británica fue dirigida por lord Cardigan, un tipo que dio nombre a una prenda de vestir. El cárdigan no es más que una chaqueta de punto, que puede tener cremallera o botones. Seguro que consciente o no de ello, casi todos hemos tenido un cárdigan en algún momento. Esa misma prenda también se conoce como rebeca, porque la llevaba puesta la protagonista de la película Rebeca, que dirigió Alfred Hitchcock en 1940. Y por esa película hace años nuestras madres decían aquello de: llévate una rebeca por si refresca luego.
Y así podemos ir de San Martín de Trevejo a Hitchcock en cinco saltos, dando por buena la teoría de la que hablábamos al comienzo. La secuencia sería: San Martín de Trevejo, los Cherry Pickers británicos, la Carga de la Brigada Ligera, lord Cardigan, la rebeca y Hitchcock.
Manuel Jesús Prieto
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