Aquí vivió la serrana de la Vera, un mito de la seducción mortal
Escrito por
26.09.2024
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Garganta la Olla, en la provincia de Cáceres, es uno de esos destinos que tienen el éxito garantizado, ya sea para una escapada romántica, con amigos o en solitario, en cualquier estación del año. ¿Has oído hablar de la Serrana de la Vera? Prepárate para llevarte una sorpresa en esta localidad ubicada en el corazón del valle de la Vera y próxima a la sierra de Tormantos. Alucinarás, además de por sus bellas gargantas de agua, por su cultura, su gente, su gastronomía y unas leyendas que te quitarán el hipo.
La Serrana de la Vera, un mito de la seducción mortal
Cuenta la leyenda que oculta por la sierra de Tormantos, cerca de Garganta la Olla vivió de forma salvaje una hermosa mujer esbelta, de cabello rubio y cualidades físicas sobrenaturales que llevaba a su cueva a los hombres que encontraba para matarlos.
Según la historia que ha trascendido entre las diferentes generaciones en el municipio, la serrana de la Vera era Isabel, una de las hijas de una familia adinerada que residía en Garganta la Olla, los Carvajal.
Por tradición, Isabel iba a casarse con un sobrino del obispo de Plasencia. Sin embargo, el enlace nunca se llegó a producir.
Según algunos vecinos fue porque el prometido la abandonó. Otros, en cambio, cuentan que Isabel no quería casarse, ya que estaba enamorada de otro hombre. El caso es que la muchacha acabó condenándose a ella y a toda su familia a la deshonra eterna.
La cueva de ‘La Serrana’
Tras el presunto repudio, Isabel abandonó su hogar para marcharse a la sierra de Tormantos, donde acabó viviendo como una salvaje en una cueva a la que llevaba a todos los hombres que se cruzaban en su camino.
Cuentan los vecinos que en su gruta los emborrachaba, abusaba de ellos y, finalmente, los mataba. Hasta que uno de ellos pudo escapar e informó de la presencia de la serrana. Esta, según relatan algunos vecinos de Garganta la Olla, fue perseguida, capturada y condenada a morir en la horca.
Qué ver en Garganta la Olla
Garganta la Olla goza de una extraordinaria estructura arquitectónica que se remonta al S.XV – S.XVI, así que nos adentraremos brevemente en algunas de sus calles para que vayas conociendo donde vivió la serrana de La Vera, ‘el don Juan femenino’ que cautivó (para bien y para mal) a toda Extremadura.
Un entramado de calles estrechas y coloridas te descubrirá un casco antiguo formado por casas de adobe, madera y piedra de una gran belleza, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1978. EscapadaRural te propone un recorrido por este bello municipio, considerado uno de los pueblos más bonitos de Cáceres, aunque yo me atrevería a situarlo como uno de los pueblos más bonitos de España.
Un breve paseo por el casco histórico
Nuestra visita a Garganta la Olla arranca en la calle Chorrillo, (justo a la entrada del pueblo), que lleva directamente a la Plaza Mayor, donde podrás admirar la belleza de la ermita del Santísimo Cristo del Humilladero, uno de los edificios más populares de la localidad.
Se trata de una construcción de una sola nave del siglo XVI, con grandes reformas durante el siglo XVII. Hay que destacar de su interior el altar de azulejos talaveranos y escudo fechado en el 1560, perteneciente a la desaparecida ermita de San Martín.
Casa de Postas, una hospedería del s.XV
Desde turismo de Garganta la Olla cuentan que la Casa de Postas fue usada en la época de Carlos V y de su hijo Felipe II como hospedaje de viajeros y comerciantes. Fue construida en 1576, fecha que podemos ver marca en el capitel de la columna de granito higrométrica, que soporta una habitación voladiza.
En el dintel de la puerta podemos observar la inscripción «AÑO AVE MARIA + PURISSIMA 1776». Esta fecha nos indica que 200 años después de su construcción fue reformada, mientras que la frase y los símbolos religiosos como la cruz, están relacionados con los judíos conversos. Esta no es la única casa con inscripciones religiosas, existen varias repartidas por todo el municipio.
Casa de las Muñecas
La Casa de las Muñecas es una de las más significativas del pueblo. Dice la tradición que fue mandada construir por Carlos V, para uso y disfrute de sus servidores. Destaca por su fachada llamativa de color azul y por las muñecas esculpidas en su jamba izquierda y en la cerradura de la puerta principal. Al parecer, se eligió este color para delatar el uso de la casa como prostíbulo, un destino habitual del séquito que viajaba con el rey.
Esta consta de una gran puerta de madera de doble portada, acabada en un arco de media punta de granito. También destaca su balconada de madera que sobresale en la primera planta.
Un espectacular museo natural de gargantas de agua
Sin duda, un atractivo imposible de obviar en este rico entorno paisajístico es el gran número de charcos naturales, en los que podrás relajarte y sentir la naturaleza en todo su esplendor.
El charco del Calderón es una de estas maravillas naturales que encontrarás durante tu escapada, un charco formado por una cascada y dos pozas, una en la parte superior de la cascada y otra a los pies de la misma.
Mientras que en la de arriba apenas da el sol, por lo que es poco profunda y algo sombría, la de abajo es algo más soleada y cuenta con una profundidad de unos 2,5 metros.
Pilatillas de Arriba
Pilatillas de arriba es uno de los charcos mas bonitos de la zona. Se trata de una gran piedra de granito que debido a la continua erosión del agua con el paso de los años ha acabado formando varias pozas a diferentes alturas, formando así un par de cascadas independientes.
Como ves, Garganta la Olla no solo es un pueblo precioso en el que brota el agua y la vegetación a raudales. También es un lugar en el que la leyenda te atrapa y te deja con la boca abierta. Por cierto, si decides visitar la zona pregunta a algún serrano por la historia de la monja de patas de cabra. ¿Nos cuentas a la vuelta?
Verónica Gómez
Periodista, madre de Hugo y Enzo a tiempo completo e investigadora incansable, diría que hasta cuando duermo. Antes en Crónica Global, El Liberal y El Mundo Catalunya