Con unos 270 habitantes, el tranquilo pueblo de Sistelo, en el municipio de Arcos de Valdevez, empezó a recibir más visitantes cuando, en 2018, fue elegido uno de los pueblos ganadores del concurso 7 Maravillas de Portugal. En pleno Parque Nacional de Peneda-Gerês, junto al nacimiento del río Vez, se encuentra un magnífico paisaje verde en terrazas que le valió el apodo de “el pequeño Tíbet portugués”.
Las pasarelas de Sistelo atrajeron a muchos turistas a la región, pero no fue hasta el 2017 cuando el Paisaje Cultural de Sistelo fue reconocido por el Presidente de la República como Monumento Nacional que el pueblo salió del anonimato. En Portugal, es la primera vez que un pueblo en su conjunto recibe la clasificación de patrimonio cultural y natural, que hasta ahora sólo se atribuía al patrimonio edificado.
Como tantos otros pueblos portugueses, Sistelo también sufre la desertificación, pero mantiene todo su carácter tradicional de gente sencilla que vive de la tierra. Caminando por sus calles encontrarás casas típicas, calles con grandes piedras desgastadas por carretas de bueyes, molinos, lavaderos y hórreos.
El ex-libris del pueblo es sin duda el castillo, que en realidad es un palacio de finales del siglo XIX donde vivió el vizconde de Sistelo. Manuel António Gonçalves Roque nació aquí, pero pronto se fue a Brasil donde se convirtió en un exitoso comerciante. A su regreso, invirtió su fortuna en la construcción de un palacio revivalista de planta rectangular, con dos torres almenadas, donde pretendía instalar un centro de interpretación de la biodiversidad del río Vez y promoción de los productos locales.
Pero hay mucho más que ver y disfrutar. Déjate llevar por los sonidos del pueblo y pasea por los callejones, visita la iglesia, el puente romano sobre el río Vez, el molino recuperado, la ermita de Nossa Senhora dos Aflitos y las capillas de Santo António, São João Evangelista, da Senhora dos Remédios y Senhora do Carmo.
Para una vista panorámica no te puedes perder el mirador Chã da Armada, donde puedes maravillarte con el paisaje montañoso cubierto de terrazas. Es fascinante ver las terrazas de producción agrícola, fruto de la ocupación humana que acabó moldeando el paisaje. Las terrazas son la prueba viva de la capacidad del ser humano para adaptarse a las singularidades y adversidades de la naturaleza.
Construidas para aumentar la superficie de cultivo, las terrazas permiten el uso del suelo para la agricultura de subsistencia de maíz, judías y patatas; y el pastoreo de animales, principalmente la vaca de tipo “barrosã” y la “cachena”, adaptadas al clima y relieve de la región.
Si te gusta caminar en la naturaleza y el clima lo invita, haz el sendero “Trilho das Brandas de Sistelo” de nueve kilómetros de largo que comienza en el pueblo y es considerado por muchos como uno de los senderos más bellos de Portugal. También puedes caminar por las famosas pasarelas de Sistelo que conectan el puente medieval de Vilela con el icónico pueblo junto al río Vez. Aprovecha después para hacer un picnic o bañarte en las aguas cristalinas de la playa del río.
No te olvides de saludar y hablar con la gente del pueblo para que compartan sus historias y las de Sistelo. Un buen lugar para conocer y ponerse en contacto con los habitantes es la Tasquinha da Ti’ Mélia, donde se pueden probar varios platos regionales y un buen vino portugués.
Ângela Coelho
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