La Cabrera, una de las muchas localidades con encanto de la Sierra Norte de Madrid, está coronada por dos picos principales: La Miel y Cancho Gordo. Hoy os vamos a hablar del primero, del Pico de la Miel, una de las montañas más afamadas de la sierra de La Cabrera que vigila cualquier movimiento desde sus 1.400 metros de altura.
Dada su naturaleza escarpada y la alta calidad del granito que viste sus paredes, esta cima es una verdadera delicia para los apasionados a la escalada. Otras dos grandes razones que explican su popularidad son que se puede ascender durante casi todo el año, debido a su orientación; y que ofrece varias rutas de distinta longitud y dificultad, lo que es practicable para todos los escaladores, independientemente de si se están iniciando o son auténticos expertos.
La del Espolón Manolín es una de las vías por excelencia de la sierra de La Cabrera y, a su vez, una de las más largas de la Comunidad de Madrid. Separa las caras sur y sureste del Pico de la Miel y su dificultad es moderada.
Pero si lo tuyo no es la escalada, no te preocupes, existen rutas de senderismo, también de distinta dificultad, que permiten coronar su cumbre. Una de las más cómodas y que mejores panorámicas ofrece es la que parte de la calle de la Sierra, a pocos metros de la salida del kilómetro 60 de la A1. Tras dejar el coche en un pequeño espacio, se debe tomar la pista que nace justo de ahí siguiendo las marcas blancas y amarillas del PRM-13.
La ruta de ida y vuelta es una subida continua. Tiene dificultad baja-media, dependiendo de lo acostumbrado que se esté al senderismo.
Primero a través de un camino que permite comenzar a atisbar las impresionantes vistas que se obtienen de la paisajística del entorno con el embalse de Riosequillo al fondo. A continuación, completando un camino marcado por diferentes hitos de piedras que llevan, poco a poco, hasta el punto más alto del Pico de la Miel donde, como curiosidad, hay uno de los vértices geodésicos de la geografía española.
La subida en esta segunda parte pasa por superar varios bloques de granito por los cuales habrá que pisar con paso firme y con mucha precaución pues son bastante resbaladizos por la continua presencia de agua. En días de malas condiciones meteorológicas, o lluvia, es recomendable elegir otra vía.
Pero lejos de lo que pueda parecer, se completa con facilidad y se hace muy entretenido. En poco más de una hora se culmina esta aventura para pasar a la mejor parte, el disfrute de las magníficas visuales que regala la que es una de las cumbres más emblemáticas de la sierra de La Cabrera.
Para los más atrevidos, si se desea continuar, desde el Pico de la Miel se puede proseguir hasta su hermano mayor, el Cancho Gordo. Sea cual sea la decisión tomada, se habrá disfrutado de una de las rutas más panorámicas de la Sierra Norte de Madrid.
Elísabet García
Etiquetas
Si te ha gustado, compártelo