Tindaya, la Montaña Sagrada

Antes de la llegada de los castellanos a Canarias, habitaban las islas de Lanzarote y Fuerteventura los Majos (Maxos), los aborígenes del lugar. En la naturaleza que les rodeaba, y es mucha en las islas, encontraron símbolos y expresiones de la Dividad. Una de ellas es la Montaña Sagrada de Tindaya.

La Montaña de Tindaya se encuentra en el término municipal de La Oliva, en la isla de Fuerteventura. El propio artistas Eduardo Chillida posó sobre ella sus ojos en su búsqueda por encontrar un lugar que uniese el cielo y la tierra y del que emanase un poder casi sobrenatural. Así lo entendieron los maxos.

Suele conocerse a los aborígenes de las islas canarias como guanches, pero el término hace referencia a los primeros habitantes de Tenerife. En cambio, se conocía como conejeros a los aborígnes de Lanzarote y como majoreros o majoratas a los de Fuerteventura.

En cualquier caso, tribus de ascendencia bereber poblaron el archipiélago, dieron forma, significado al paisaje, usos y una interpretación del universo desde su realidad cotidiana. En el interio de la montaña de Tindaya existen gran número de grabados rupestres podomorfos, más de 300.

El proyecto de Chillida

En este excepcional escenario vio Chillida un lugar ideal para llevar a cabo un proyecto de gran envergadura.

Se propuso vaciar el interior y realizar oquedades en el exterior. Sin ser la intención del artista, esta obra, ya póstuma, provocó sentiemientos encontrados entre diversos sectores de la población.

A las protestas ecologistas se unieron luego las voces contra la gestión del Gobierno de Canarias. El proyecto todavía hoy está bloqueado, aunque la suma de millones de euros invertidos en estudios y empresas de logística asciende considerablemente.

Parque Natural Dunas de Corralejo

Junto a la Montaña Sagrada de Tindaya, en La Oliva, se encuentra también el paraje excepcional del Parque Natural Dunas de Corralejo.

Aquí las dunas del desierto, el azul turquesa del Atlántico y una montaña venerada desde tiempo inmemorial se reúnen y ofrecen un paisaje único en suelo volcánico.